GODZILLA (2014) crítica: Godzill-Ass: listo para mutar

Godzill-Ass: listo para mutar

Kick-Ass se enfrenta a un Godzilla sin ganas de
pisar rascacielos por tener callos en los pezuñas

Por Ray Zeta

<¿De qué sirve hacer un nuevo Godzilla si de nuevo no tiene ni el nombre? Y aún diría más, emulando a los Hernández y Fernández de Tintín, ¿de qué sirve hacer un nuevo Godzilla si además de no tener nada nuevo, encima es peor que los anteriores? ¿Valía la pena hacerlo, entonces? Desde luego que no, y más teniendo en cuenta que los problemas de producción que arrastró desde que se anunció allá por 2009 ya no vaticinaban nada bueno, con continuos parones, reescrituras de guión, y más parones (hasta el propio Gareth Edwards pareció insinuar en sus declaraciones que vistas las dificultades, hubiera preferido que se hubiera cancelado definitivamente) por un lado, y la sobresaturación de monstruos gigantes que ha habido en los últimos años con Monstruoso, The Host, The Host 2, y Pacific Rim (y ya no metemos en el saco King Kong por ser un gorila, a los Aliens VS. Predators por no ser monstruos Kaiju, y a los Transformers por ser robots) por el otro.

Sin contar además que el recuerdo de la versión realizada por Roland Emmerich en 1998 aún está fresco en nuestra memoria, una versión que ya adelanto le da mil vueltas godzillianas a la actual por divertida, accionera y cañera. Y eso que esta actual está más cerca de los 28 largometrajes producidos por la Toho en diseño, espíritu y mensaje, que la de Roland Emerich citada, que no fue más que una americanización palomitera de la saga. Pero ni aún sí. La versión actual peca de dos mitades demasiado diferenciadas: una primera sobre-alargada aunque correcta en la que asistimos al despliegue científico y militar ante la amenaza que representa Godzilla, y una segunda a todas luces decepcionante por su falta de acción, que muestra cómo se combate a Godzilla desde que éste irrumpe en pantalla. Mientras que la primera mitad recuerda la primera mitad también de Encuentros en la tercera fase e Independence Day, la segunda está más cerca de los minutos finales de Ghostbusters y Las brujas de Zugarramurdi.

"No te preocupes cariñín, cuando hagas Kick-Ass 3 todo quedará olvidado"

Porque de lo que se trata en las pelis de Godzilla es de presenciar cómo el monstruo surgido de las profundidades provoca el pánico en la población mientras va pisando rascacielos como si fueran castillos de arena en la playa, y de asistir a sus combates mamporreros con los mutantes gigantes invitados para lo ocasión, ya sea la tortuga Gamera, la polilla Mohtra, o la mantis Kamacura. Y aquí carecemos de lo primero, lo que es imperdonable, pues la acción se basa primordialmente en los ataques planeados desprovistos de población civil, y aunque sí tenemos lo segundo, precisamente con dos Kamacuras que ejercen de estrellas invitadas, sus peleas cuerpo a cuerpo son parcialmente sisadas al mostrarse en segundo plano y de refilón, como si fueran tramas terciarias de una trama secundaria. Si quieren ver combates cuerpo a cuerpo cañeros entre criaturas gigantes revisen Pacific Rim porque aquí no los van a encontrar.

"¿De qué sirve hacer un nuevo Godzilla si de nuevo no tiene ni el nombre?, ¿y de qué sirve hacer un nuevo Godzilla si además de no tener nada nuevo, encima es peor que los anteriores?"

Porque Gareth Edwards no es un director de acción, es un director puesto a dedo por algún lumbreras de Warner que leyó que su ópera prima Monsters iba de monstruos y había llamado la atención de la crítica, cuando Monsters es una producción independiente en la que casi no salen monstruos porque los monstruos son lo de menos. Exactamente como si le hubieran ofrecido a Hector Babenko Spider-Man por haber dirigido El beso de la mujer araña... A Gareth Edwards le interesan más los personajes que la acción, de eso no hay duda, lo dejó claro en Monsters y ha vuelto a incidir en ello en Godzilla. ¿Tanto metraje de espera hasta que sale Godzilla? ¿Y luego tan pocos combates entre monstruos? Mucha ofensiva militar, mucho soldadito saltando en paracaídas a lo Invasión a la Tierra, y mucho ver a un niño chinito extraviado siendo salvado por el protagonista, pero de lo que realmente esperamos, que es ver a Godzilla haciendo godzilladas, bien poco.

"Ya le dije a Gareth Edwards que si quería una peli divertida deberíamos haber hecho The Host 3"

Un protagonista además, Aaron Taylor-Johnson, me sabe mal decirlo porque el chaval me cae bien, que no hace gala del carisma necesario para llenar la pantalla como sí hace en Kick-Ass. Pero es que claro, Kick-Ass en una peli cómica, y si en vez de él estuvieran Jack Black o Jonah Hill también funcionaría, en cambio Godzilla es una peli catastrófica de acción, y por eso su protagonista ha de dar el do de pecho como héroe de ídem para salvar al mundo, y eso es mucho más difícil. Respondan a esta pregunta: ¿a quién se creen más salvando al mundo? ¿A Will Smith en Independence Day, Tom Cruise en La guerra de los mundos, y Brad Pitt en Guerra Mundial Z, o a Aaron Taylor-Johnson en Godzilla? Si hasta Matthew Broderick daba más el pego en la versión del 98 porque hacía de científico y no de militar como Taylor-Johnson, quien cada vez que se planta ante Godzilla estás esperando que se ponga el traje verde de superhéroe patea-culos.

Lo único destacable pues de esta nueva versión, como apunto en el segundo párrafo, es su intención de alejarse de obras referenciales del género como los Parque Jurásico, y acercarse a la línea más clásica de los Godzillas de la Toho para recuperar su espíritu. Tanto en su mensaje ecologista como en su diseño: una criatura que huye del diseño de Lagarto Guancho de Emmerich para recuperar su forma de reptil original, aquí con toques de dinosaurio fosilizado, animado con unos efectos digitales que hasta le dotan de expresión facial como ya ocurrió con el King Kong de Peter Jackson, notándose que es el maestro Andy Serkis quien está debajo del traje de luces godzillínico. Unas buenas intenciones por eso que no consiguen que olvidemos la versión que Roland Emmerich dirigió en 1998, y que provocan que deseemos que Emmerich vuelva a formar tándem con Dean Devlin para escribir, producir y dirigir una secuela de su versión./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita



		Recomendada por Kuato a: todos aquellos, que fueron muchos, que pusieron a parir el Godzilla de Roland Emmerich. Viendo este nuevo Godzilla no tendrán más remedio que comerse sus palabras con patatas 16 años después.

		No recomendada por Kuato a: fans de *Monsters. Háganle un favor a Gareth Edwards: no vayan a ver este Godzilla* y así su próxima peli será una producción indie de apenas cuatro duros de presupuesto.

		Ego-Tour de luxe por: Ken Watanabe, el mejor, y el suspiro de tranquilidad que exhalamos cuando el niño chinito extraviado en el metro encuentra a sus padres.

		Atmósfera turbínea por: ese tufillo a *Lo imposible* que respira la separación de la sosa pareja protagonista a causa de los desastres naturales. Tranquilos, que en *Los Vengadores 2* os encontraréis como los mellizos Quicksilver y Bruja Escarlata.