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HARRY POTTER reportaje: 10 años de Expelliarmus y Patronums

   

10 años de Expelliarmus y Patronums

10 años, 4 directores, 8 películas y 20 horas de metraje,
ha sido el irregular balance de la saga harrypotteriana

Por Ray Zeta

 

Aquellos maravillosos años

<Confieso que cuando la estrenaron no le di a Harry Potter y la piedra filosofal (2001) la importancia que se merecía. Me pareció entonces que no era más que una peli infantilita agradable que presentaba sin apenas guión a un niño repelente de gafitas redondas, de esos que siempre se sientan en primera fila y reciben collejas de los futboleros de la clase. Una película que se dedicaba casi en su totalidad a presentar personajes, espacios y situaciones que a partir de ese momento iban a ser como de la familia, con suficientes propuestas atractivas como para darle otra oportunidad en caso de llegar nuevas entregas: el Callejón Diagón, el andén 9 y ¾, el Sombrero Seleccionador, el quidditch, las criaturas mitológicas, toda la atmósfera mágica que rodea a Hogwarts… y un largo etcétera.

   Con Harry Potter y la cámara secreta (2002) surgió el flechazo. Empezar con el elfo Dobby y el coche volador de los gemelos Weasley, continuar con Kenneth Brannagh interpretando al pavero profesor Gilderoy Lockhart, y acabar con arañas y basiliscos gigantes, esta vez metido todo en una trama que arranca impecablemente en la primera escena sin necesidad de largos prólogos, fue demasiado para mi cuerpo serrano de cinéfago fantástico compulsivo. Sin contar además que asistimos a los primeros pasajes de la vida de lord Voldemort cuando era un alumno de Hogwarts llamado Tom Riddle. Porque la responsabilidad contraída con el Diario de Venusville no me lo permitía, que si no, fijo que corro a Ollivanders a comprarme una varita, pillo el Hogwarts Express, y me planto en Hogwarts aunque sólo sea para recogerle las cacas a Fluffy.

 

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Harry, Hermione y Ron, vecinos de Barrio Sésamo

 

   Harry Potter y el prisionero de Azkabán (2004) supuso la confirmación. La prueba de que la desconocida tía buena con la que te casaste en una ceremonia rápida en Las Vegas oficiada por un juez disfrazado de Elvis, tras una noche de borrachera y excesos, es la mujer de tu vida. Nuevos personajes con los que engrosar la mitología potteriana como los Dementores, nuevas criaturas fantásticas como el hipogrifo, y tramas impecables que combinan desde licántropos hasta viajes en el tiempo, con un David Thewlis como profesor Remus Lupin que emanaba la paz interior que consiguió durante sus siete años en el Tíbet, y un Gary Oldman como Sirius Black que acojonaba solo verlo. Un personaje con un gran giro argumental además, que lo hace pasar de villano a héroe convirtiendo a Peter Pettigrew en el verdadero malo de la función, todo combinado en una entrega nada infantiloide con un tono oscuro y macabro que a buen seguro debió provocar en los niños menores de diez años más pesadillas que las que nos provocó a nosotros el monstruo de Sancheztein, y que ahora vistas las ocho películas se revela como la mejor de todas.

   Con Harry Potter y el cáliz de fuego (2005) la franquicia de Harry Potter demostró ser una saga con entidad propia, capaz de evolucionar sin repetirse, y de aportar novedades suficientes en estilo, guión y personajes, a pesar del número de episodios facturados. Ya desde su inicio por empezar en Hogwarts sin tener que pasar por el habitual peaje de ver a Harry puteado por sus tíos cabrones y su primo gordito durante las vacaciones. Esta vez los personajes protagonistas viajan con un traslador hasta los campeonatos internacionales de quidditch, demostrando una vez más que los traslados en las pelis de Harry Potter nunca dejan de sorprender, ya sea por realizarse con un coche volador, con polvos flu al callejón Diagón, al Caldero Chorreante con un autobús que deja en ridículo al de Speed, o con el citado traslador.

 

  "Esperaba el nuevo capítulo de Harry Potter como esperaba los nuevos de Star Wars, Regreso al futuro o El señor de los anillos, y lo hacía babeando más que un alien con sialorrea"  

 

   Una entrega ésta donde el tenebroso tono de la anterior se substituye en su mayor parte por uno de comedia juvenil, con un Severus Snape más simpático de lo habitual pegándoles collejas a Harry y a Ron para que se concentren en su estudio, los gemelos con una greñas como si salieran de una comuna hippy, y la calentura adolescente de los protas como si de un Porkys o un American Pie se tratara (Harry está enchochado de una chinita, Ron de una francesita, y Hermione de un cachas búlgaro). Subtramas de apoyo que enriquecen a los personajes explorando nuevas facetas de su personalidad sin entorpecer la auténtica trama potteriana de la película: el Torneo de los Tres magos. Es en esta trama con las pruebas del dragón, del Lago Negro, y del laberinto, donde se recupera el tono oscuro y macabro de El prisionero de Azkabán y con el que se crea una muestra de cine de acción de primera con unos toques de terror que ya los querrían George A. Romero, Wes Craven o Clive Barker para sus pelis. Hasta llegar a lo que es, sencillamente, lo mejor de la toda la saga: la aparición corpórea del innombrable… de aquél que ustedes ya saben… de lord Voldemort.

   Lo habíamos visto en La piedra filosofal en la cabeza del profesor Quirinus Quirrell, y como espíritu encarnado en el diario de Tom Riddle en La cámara secreta, pero nunca hasta ahora había salido como él mismo, como Ralph Fiennes morbosamente maquillado con rasgos de ofidio emergiendo de un caldero de bruja Pirula, materializándose en carne y hueso en una transformación que recuerda a la de Hellraiser, en una escena ambientada en un cementerio iluminado entre sombras que da más canguelo que una peli de terror.

 

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Harry, Hermione y Ron, estudiantes de Hogwarts 90210: Sensación de vivir

 

   Digno colofón para un cuarto episodio que nos dejó con la necesidad de chutarnos por vena nuevas entregas de Harry Potter aún pendientes de filmación y estreno. Ver un nuevo curso en Hogwarts era como asistir a una reunión de viejos compañeros. Por allí transitaba año tras año el mismo profesorado y alumnado, y volvíamos a ver con los ojos temblorosos la larga barba anudada del profesor Dumbledore, la figura rottenmeyerniana de la profesora Minerva McGonagall, la cada vez menos tenebrosa presencia del profesor Severus Snape, y las gafas de culo de botella de la profesora Sybil Trelawney. Hasta los drugos de Draco Malfoy y el papanatas de Neville Longbottom parecían amigos de la infancia.

   Así que en ese momento, tras cuatro películas con resultados finales de alto nivel y calidad más que contrastada pese a haber estado dirigidas por tres directores de estilos tan diferentes como Chris Columbus, Alfonso Cuarón y Mike Newell, con la llegada de lord Voldemort como personaje fijo, Harry Potter que ya había dejado de ser un niñato para convertirse en un adulto hecho y derecho, y una tendencia a oscurecer el tono general de la saga hasta provocar que obtuviera la clasificación para mayores de 13 años, parecía que lo mejor aún estaba por llegar. Jamás creí que llegaría a decir esto, pero en ese momento esperaba el nuevo capítulo de Harry Potter como esperaba los nuevos del Star Wars clásico, de Regreso al futuro o los de El señor de los anillos, y lo hacía babeando más que un alien aquejado de sialorrea.

   Pero ay, que David Yates se cruzó en el camino de Warner Bros., y en una decisión sin precedentes, pese a que directores tan prometedores como Guillermo Del Toro se habían interesado en dirigir alguna de las nuevas entregas, sólo a él y nada más que a él se le adjudicó la dirección de todos los episodios restantes de la saga, nada menos que cuatro: Harry Potter y la Orden del Fénix (2007), Harry Potter y el misterio del príncipe (2009), Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 1 (2010), y Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2 (2011).

 

 

 

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2 Respuestas

  1. Anónimo
    fabiana sofia<br />las películas de harry potter me encantan, quisiera conocer a cad uno de los personajes de las peliculas. harry es un protagonista espectacular, y sus dos compañeros(a)tambien y muy chistoso gracias los quiero chao.... (:
  2. Anónimo
    maria fernanda <br />las pelicula de harry potter me encantan, me se hasta el dialogo d cada pelicula y me parecen muy cheveres y divertidas gracias...

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