IRON MAN memoriam: Iron Man Begins

Iron Man Begins

Demostramos que Iron Man se parece tanto a
Batman Begins como dos pelis de los Hnos Marx

Por Dr. Bishop

La conjura de los necios

<El complot se inicia en un oscuro búnker de Marvel Studios, donde son convocados mercenarios de las letras cuyos nombres sólo pueden ser pronunciados entre susurros. Les recibe una voz de ultratumba, sentenciando con desprecio la única frase que da sentido a sus grises vidas: “Que inventen ellos”.

Al momento, una pantalla se ilumina para emitir tres veces seguidas Batman Begins, sin ninguna orden final explícita ni documento escrito comprometedor. Para qué. Estos falsificadores anónimos ya han perpetrado antes este delito: desmenuzar una obra de arte, reproducir su guión en un proyecto parecido y rezar para que las fuerzas del orden sigan ignorando su cometido en la Tierra. A la salida les esperan una caja repleta de cómics de Iron Man (el guionista joven sonríe al revelársele el proyecto, le gusta el personaje), cheques al portador y los pertinentes regalos de patrocinadores (Audi, Burger King y LG) para insertar sus productos en la trama.

Pasados unos días, y finalizada la feroz autopsia de Batman Begins, sus órganos son trasplantados por los forenses de la inspiración al esqueleto argumental de Iron Man. En un descuido de sus compañeros de fechorías, el guionista joven (sí, un audaz infiltrado de Venusville) consigue enviarnos las entrañas, aún sanguinolentas, de este experimento atroz de charcutería intelectual:

"Sres. guionistas, pueden hacer de mí el Murciélago de Hierro cuando gusten"

Anatomía de un plagio (for your eyes only)

Tratamiento

Colegas guionistas, al igual que en Batman Begins, busquemos la mayor verosimilitud para el entorno del personaje: rabiosa actualización de éste con un encaje contemporáneo (origen en Afganistán, no el Vietnam del cómic), explicación exhaustiva de su universo (guerras intestinas por el poder en la empresa de Tony Stark, como en la de Bruce Wayne) e insistencia sobre el atractivo del personaje en todos los niveles: político-social con connotaciones casi dinásticas (si Wayne es el príncipe de Gotham, Stark será un niño prodigio mimado por el Ministerio de Defensa), económico (mansiones, jets y coches de lujo), mediático (famosos de papel couché) y sexual (rodeados de pibonas tan esculturales como despreciadas una vez degustadas).

Identificación incondicional del público masculino, tradicionalmente desviado y entusiasta ante tales estímulos básicos. Para que el target femenino tolere tal cabronazo, copiemos interés amoroso con una vieja conocida que le haya amado en secreto, aguantando en silenciosa procesión las juergas sexuales del pene anhelado. Arrinconemos el alcoholismo pertinaz de Tony Stark en el cómic, tema demasiado espinoso para una película de presentación de personaje.

Motivación

Tras la ampliación geográfica necesaria para subrayar el prototípico viaje iniciático del héroe (Iron Man en Arabia, Batman en Asia), potenciemos el conflicto inherente que convierte al hombre en héroe, generalmente traumático (si Wayne sufrió el asesinato de sus padres, Tony Stark pagará las consecuencias de ser un señor de la guerra).

Un mito fundacional doloroso que empuje al héroe a emprender una cruzada de redención y justicia, con los dilemas morales derivados de ello (si Batman rozaba la venganza, Iron Man luchará contra las resistencias a su conversión heroica).

"Finalizada la feroz autopsia de Batman Begins, sus órganos son trasplantados por los forenses de la inspiración al esqueleto argumental de Iron Man"

Poderes

Justificación tecnológica de ellos en base al militarismo high tech (traje y vehículo de procedencia militar para Batman, I+D bélico para Iron Man). Ensayos de prueba y error de traje y armas en la base secreta (cueva en Batman, laboratorio subterráneo en Iron Man), así como en campo abierto con prototipos a mejorar (Bruce Wayne enmascarado con pasamontañas, Stark con armadura dorada). En este claro periodo de transición Batman recibe ayuda y consejos vitales de su mayordomo Alfred: reconvirtamos entonces a Jarvis, mayordomo humano de Los Vengadores en el cómic, en el asistente informático de Tony Stark en la película. Colará.

Primera aparición

Iron Man en la cueva afgana (como Batman en el muelle) atacará entre las sombras a un grupo de sicarios, temerosos ante las extraordinarias habilidades de un combatiente (percibido casi como un ente) que no pueden ver ni comprender. Generadas las expectativas, el superhéroe saldrá a la luz ante sus rivales y desplegará las cualidades que le definirán (fuerza, invulnerabilidad, etc.), viniendo a decir que “el mito ha sido forjado, criminales de mierda, difundid mi puta palabra entre los vuestros”.

Personajes de "Iron Man Begins": Alfred Rhodes, Rachel Potts, Bruce Stark y Henri Stane

El enemigo

Obadiah Stane es la opción más fácil. En el cómic una variante bastarda de Lex Luthor, de cierta importancia pero meramente episódica. En el film, calquemos absolutamente el papel de Ras Al Ghul en Batman Begins, creando una némesis exacta de Iron Man (mismos poderes, mismos medios, mismo todo), así como una figura paternal para éste (doble función del personaje que de paso nos facilitará su incursión inmediata en la trama principal).

Ambos acabarán enemistados por ser las dos caras de la misma moneda. Como explicó nuestro joven guionista catalán, es como si ese tal Joan Laporta de la oposición luchara contra el Joan Laporta del “¡embaucadors, que no estamos tan mal, hombre!”: mismo personaje con morales dietralmente opuestas.

Clímax

Plagiémoslo sin rubor de Batman Begins, maldita sea: en su preludio el héroe, bajo su identidad civil, será atacado en su mansión por el villano, quedando inmovilizado al borde de la muerte y siendo rescatado después por un aliado; el héroe correrá para salvar a la damisela en apuros; el villano a tomar por el culo en la típica traca final, generada también por un aliado; el protagonista acabará leyendo sus andanzas en el periódico, para al poco recibir su confirmación como héroe en el imperativo reconocimiento público (Gordon convocando a Batman con la batseñal y fundido en negro a “Batman Begins”, Stark declarando ante los periodistas “Soy Iron Man”).

Ahora y siempre, cómplices orfebres de la mentira: “que inventen ellos”.

Con esta información de primerísima mano, queda demostrado que estos infectos burócratas han triunfado, una vez más, en su labor clandestina de fagocitar guiones ajenos. No obstante, esta vez Venusville dispone de un hombre dentro del sistema… y seguirá informando. Siempre que sepa mantenerse con vida, claro./>

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