JEAN-PAUL BELMONDO noticia: Adiós a Belmondo a los 88 años

Jean-Paul Belmondo nos dice adiós a los 88 años

Sí, sí, Jean-Paul Belmondo fue uno de los máximos exponentes de la Nouvelle Vague y trabajó en los años 50 con algunos de sus directores más representativos como Jean-Luc Godard, François Truffaut, Alain Resnais, Claude Chabrol y Jean-Pierre Melville, pero el Belmondo que nos interesa en Diario de Venusville es el Belmondo que vio la luz en la década de los 60, y abandonó el cine de autor para pasarse al cine comercial venusvillero.

El que se inició en el género de las aventuras con Cartouche (1962) y lo continuó con El hombre de Río (1964) y Las tribulaciones de un chino en china (1965); practicó el género bélico más serio en Fin de semana en Dunkerque (1964) y ¿Arde París? (1966); fue gangster en Borsalino (1970) y El clan de los marselleses (1972); y poli en Pánico en la ciudad (1975), hasta llegar a la década de los 80 y protagonizar las pelis de serie B que coparían los videoclubs durante los años siguientes.

El rey del timo (1980), El profesional (1981), As de ases (1982), El marginal (1983), Rufianes y tramposos (l984), Asalto al banco de Montreal (1985), El solitario (1987)... Hasta repetir con su amigo Alain Delon en Uno de dos (1998), y llegar al cifi de ovnis Amazone. Películas en las que Belmondo desplegó todo su poder de seducción de canalla simpático, rodando las escenas de acción él mismo.

Parte de la crítica jamás le perdonó que abandonara el cine de supuesto prestigio por un cine presuntamente más fácil, pero Belmondo siempre defendió el cine de acción comercial de nuestros amores. Cuando era víctima de un mal comentario por ello, lejos de amilanarse, el actor francés sacaba pecho y declaraba lo siguiente: “Cuando un actor tiene éxito, la gente le suele echar en cara que ha tomado el camino fácil, que no quiere tomar riesgos ni hacer esfuerzos. Pero si fuera sencillo llenar las salas, la industria cinematográfica tendría una mejor salud financiera. No creo que yo haya hecho basura: el público no es tonto ni mi carrera habría durado tanto”.