LA ERMITA crítica: Un hombre-pájaro viene a verme

La segunda peli de Carlota Pereda debía ser su confirmación, pero acaba confirmando otras cosas

■ RAY ZETA

Dicen que la segunda película de un director (o directora, como es el caso), está llamada a ser, sino la mejor, la más representativa de su carrera. Porque si en la primera película se hace lo que se puede, en la segunda ya puede hacerse lo que se quiere, y en la mayoría de los casos encima con mayor presupuesto, por lo que el director o directora tiene más libertad creativa y puede por ello hacer la película que le pide el cuerpo. Con el paso de los años ya vendrán la artritis, la incontinencia urinaria, la madurez creativa y las grandes producciones, que con la segunda peli aún se disfruta del desparpajo, la frescura y la insensatez de la juventud.

La segunda película de Quentin Tarantino fue Pulp Fiction, la de Edgar Wright Zombies Party, la de Ari Aster Midsommar, la de Jordan Peele Nosotros, la de Fede Álvarez No respires… Todas buenas películas de excelentes directores que ya demostraron lo que valían en sus óperas primas. La segunda película de Carlota Pereda es La ermita, y a diferencia de los títulos citados, ha pinchado el globo que hinchó Cerdita, generando decepción e indiferencia a su paso por el Festival de Sitges. Porque ni Carlota Pereda es uno de los directores anteriores, ni Cerdita puede asemejarse a ninguna de sus óperas primas.

"Mírate el remake de Jóvenes y brujas, y luego hablamos"

Y es que con Cerdita se generó un hype totalmente desorbitado, y eso se debió a que llamó más la atención por los temas sociales que denunciaba, como el bullying, la gordofobia y la exclusión por no responder a los cánones de belleza femenina impuestos por la sociedad, y por estar dirigida por una mujer (la primera mujer española, además, según parece, que dirige una película de terror), que por sus valores cinematográficos como psycho thriller. Así, si con Cerdita no había para tanto, y La ermita no es una buena película, Carlota Pereda no es tan buena directora, o en todo caso no es la gran esperanza blanca del terror español, como nos quieren vender.

“La ermita es una película insustancial, sosa y sin garbo, más próxima a un telefilm de sobremesa que a una película de terror cinematográfico”

Porque La ermita es una película insustancial, sosa y sin garbo, más próxima a un telefilm de sobremesa que a una película de terror cinematográfico (dejémoslo en fantástico, porque lo que es terror hay poco). En esta ocasión, los temas que subyacen bajo el celuloide colocados por Carlota Pereda son la muerte, la pérdida y el duelo, y de ahí que la protagonista sea una niña que quiere aprender a comunicarse con los muertos porque su madre está en fase terminal, y de ahí también que la película se pierda en el drama más ramplón, cual la pequeña Marisol llorando por su abuelita. Se diría que La ermita apunta a Un monstruo viene a verme, pero claro, Carlota Pereda tampoco es J.A. Bayona…

"Tú tranquila, más bajita era le médium de Poltergeist"

La historia medieval inicial tiene su gracia, es una lástima pues que no se profundice más en las leyendas folclóricas del País Vasco hasta llegar a consolidar un folk horror puro y duro, y los monstruos de la función, esos hombres-pájaro doctores de la peste, apuntan maneras pero están más que desaprovechados al salir sólo a fogonazos. Ni siquiera Belén Rueda logra destacar en su papel de falsa médium incrédula y deslenguada, con más repertorio de frases cínicas que Humphrey Bogart interpretando a Philip Marlowe, como tampoco lo hace un clímax sobrenatural más que previsible, empequeñecido por el dramón materno-filial de serial radiofónico diario.

Una lástima, porque aunque Cerdita no fuese la panacea del género, sí que Carlota Pereda apuntaba en ella ciertos toques de personalidad como la falta de complejos, el cutrerío buscado, y la fealdad estética (buscada o no). Y todos estos detalles de estilo brillan por su ausencia en La ermita. Cerdita emanaba naturalidad y espontaneidad, olía a sudor, fritanga y chinchón, en cambio se diría que La ermita quiere hacer lo propio con Eau de toilette, Ferreros Rocher y Semillón, porque todo parece impostado para que resulte (presuntamente) bonito. El resultado es una peli tan poco espontánea como un gentleman inglés con una escoba en el culo. Todo lo contrario de Cerdita.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: quien la factura de Cerdita le pareció más cutre que un corto rodado en un fin de semana por los Hermanos Calatrava.

No recomendada por Kuato a: quien busque a la directora de Cerdita. O la han cambiado o es un extraterrestre usando su cuerpo.

Ego-Tour de luxe por: esos hombres-pájaro que van saliendo en un visto y no visto… Quien vea La ermita en casa, que pause la imagen cuando salgan.

Atmósfera turbínea por: haber salido un remake inconfeso de Camino.

■ LA ERMITA. Estreno en Venusville: 17/11/2023.