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LA ERMITA reportaje: Los hombres-pájaro

Carlota Pereda nos cuenta a raíz de La ermita cositas de la peste y de los hombres-pájaro

FILMAX

El País Vasco sufrió con dureza la peste desde el siglo XIV hasta finales del XVII. Siempre me ha interesado la Historia y me espeluznaban los relatos de esas ciudades tapiadas para combatir la plaga. Navarra perdió la mitad de su población a la enfermedad, con la población rural especialmente vulnerable tras siglos de guerras, sequías y hambrunas.

En aquellos encierros, la sensación de que no había escapatoria a la muerte se veía enturbiada por la amenaza de la condena eterna, ya que aquello era justicia divina. Como en el caso de la ermita de Santa Brígida de Olite, tapiada para contener a los enfermos y a los médicos que luchaban por salvarlos. Aquella solo era una de las miles de historias que se repetían en la región. Historias de terror.

 

Hombres-pájaro en su tiempo libre

 

Si algún sitio iba a estar marcado por el trauma y el dolor, iban a ser aquellos y ¿qué mejor monstruo que aquel que piensa que cumple su deber, ciego a la razón, condenado a su brutalidad por los siglos de los siglos? Los médicos de la peste, parte militares, parte sacerdotes de la muerte, con sus máscaras y sus varas para protegerse del contagio y un sentido del deber que los llevaba a sacrificar su vida por contener lo incontenible. Una medicina que muchas veces bebía más de la superstición que de la ciencia. Sus máscaras se asociaban a la muerte, provocando terror entre la población civil otorgándoles el nombre de “hombres-pájaro”.

“Los hombres-pájaro” brindaban la iconografía perfecta para representar la putrefacción, atrapados ellos mismos en el trauma. Convertidos en monstruos a su pesar. Unos personajes que beben de la historia negra del país, evolucionado al folklore actual. Un folclore que aprende a vivir con la globalización, intentado no perder sus raíces. Lo fantástico anclado en la verdad.

“Los hombres-pájaro brindaban la iconografía perfecta para representar la putrefacción, atrapados ellos mismos en el trauma”

Utilizamos la envoltura del terror para explicar una historia de trauma y perdón, basándonos en la psicología de los personajes y cómo les afectan los hechos del pasado al presente. Desde este paradigma buscamos la verdad que da la experiencia personal real. La ermita es una película pensada desde mi madre para mi hija, aunque aún sea muy pequeña para verla.

Mi pasado en hospitales ha hecho de mí una acérrima defensora de Los viajes de Sullivan de Preston Sturges. Quiero que la gente disfrute pero que de ese “tren de la bruja” salgan con cierta catarsis.

 

Hombres-pájaro en el trabajo

 

Ya desde los inicios, el relato de fantasmas clásico está unido al arte de entretener. De esa manera, las historias nos ayudan a entender la vida. En esos hospitales de mi juventud escuché algo que no se me ha borrado de la memoria: “Cuando eres hija echas en cara muchas cosas a tu madre, pero no te preocupes, que ya te lo echarán en cara tus hijas a ti algún día”.

Amo el cine de género. La libertad formal y temática que ofrece. Cómo abre a un público muy diverso la exploración de todo tipo temática. Un cine que divierte, hace pasar un buen rato y deja un poso duradero. Un famoso proverbio africano reza que para criar a un niño se necesita un pueblo entero. La ermita  bebe de temas y personas que conozco y amo, dibujado a raíz de la experiencia personal y de la mano de un equipo entregado de inmenso talento que admiro y adoro. Para hacer una película se necesita a una familia entera. Juntos, os presentamos la historia de la pequeña Emma.

 

LA ERMITA. Estreno en Venusville: 17/11/2023.

 

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