LA LLORONA crítica: Lágrimas negras con sabor a tequila

Nuevo episodio del universo Warren de James Wan con un fantasma que llora mucho en La Llorona

Tenía que ser el polifacético James Wan, tan capaz de dirigir con efectividad blockbusters revienta-taquillas tan diferentes como Aquaman o Fast & Furious 7, como de crear una saga referencial con el gore elevado a su máxima expresión como la de Saw, el que rescatara uno de esos personajes legendarios de la cultura precolombina que forma parte sustancial del folklore sudamericano como es la temible Llorona. Y lo hace incorporándolo casi sin querer a ese universo Warren que empieza a ramificarse sin solución de continuidad, rascando personajes de aquí y allá, en un crecimiento sostenido con películas talladas por el mismo patrón que se autoreferencian.

El espectro protagonista de La Llorona viene a ser el equivalente del Hombre del saco en España o el Slender Man en Estados Unidos, usado en el folklore hispanoamericano para instigar a los niños a que se vayan a dormir, y aunque ya ha tenido multitud de versiones cinematográficas (entre ellas la lamentable The Cry), es un personaje con mucho potencial por explotar, y más de la mano de James Wan. Y es que el malayo ha creado un estilo único e inconfundible desde la escalofriante Insidious, donde sin inventar nada nuevo ha dignificado el género del terror bebiendo con respeto de los clásicos sin ningún rubor.

"Me pregunto qué hará Patrick Wilson si se cruza Insidious con Expediente Warren"

Si una película de Michael Bay no tendría su sello sin sus chicas bombón en slow motion y sus chulitos marines armados hasta los dientes, el universo que James Wan ha construido alrededor del matrimonio Warren (y antes en Insidious) no sería tal sin las presencias endemoniadas, sus exorcismos a la antigua, sus muñecas diabólicas, sus inocentes curas y sus casas encantadas. Por ello no es de extrañar que en La Llorona, después de una prometedora introducción donde se describe el origen de esa fantasmal mujer de blanco que ahoga a sus hijos por despecho hacia su infiel marido, para luego suicidarse y vagar como alma errante buscando la redención en otros niños, rápidamente se descontextualice el personaje para convertirlo en el típico fantasma con cuentas pendientes como los vistos en Terror en Amytville, Mamá o Paranormal Activity, que se mete en tu casa para liarla.

"La Llorona no deja de ser una película corta sin grandes pretensiones que logra enganchar por su simpleza"

Para el director Michael Chaves, elegido también para dirigir The Conjuring 3, La Llorona termina por convertirse en un banco de pruebas perfecto para ir perfeccionando los mecanismos del sistema Wan. Esa puerta que se cierra de golpe, esos ruiditos en el piso de arriba, esas apariciones calavéricas cuando te miras al espejo que te cogen con el pie cambiado, esas solitarias bañeras donde esperas que el antagonista ataque a la victima propiciatoria... Nada que no hayamos visto en Expediente Warren, Annabelle o cualquier película de género que se precie. Se nota que Chaves quería agradarle al jefe.

"Un par de Annabelles y de Lloronas más, y ya podré retirarme"

Como mandan los cánones, la despechada fantasma va vestida de blanco con un maquillaje negruzco con los ojos saltones y la boca abierta de par en par, que bien podría hacer pareja tranquilamente con el fantasma de La monja, y si me apuran, un trío con el de Mamá. Y teniendo en cuenta que no recordaremos las caras de los niños nada más cruzar las puertas de salida del cine, sólo nos quedan dos personajes que llaman la atención y que pervivirán en las seguras secuelas de La Llorona: Tony Amendola como el padre Pérez, el párroco de Annabelle, que mucho nos tememos servirá para enlazar las dos películas en el futuro tal como hace Samuel L. Jackson en el universo Marvel, y ese curandero-exorcista interpretado por Raymond Cruz, un pasota con truquitos de alquimista con sus pociones mágicas y sus polvitos, exhibiendo un humor muy negro para atrapar a la Llorona.

Aunque nos pueda parecer que la inserción de este nuevo fantasma en el universo Warren haya sido un poco por la patilla, La Llorona no deja de ser una película corta sin grandes pretensiones que logra enganchar por su simpleza, en la que no padeceremos los momentos sonrojantes que sufrimos con La monja. En julio nos llegará Annabelle Comes Home, la tercera parte de la saga Annabelle, y el 2020, The Conjuring 3. ¿Para cuando "La Llorona: Creation"? Démosle tiempo al gran gurú del cine de terror James Wan, que seguro que la tiene en mente.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: los que están cansados de explicarles historias infantiles a sus hijos para que se vayan a dormir. Cuando vean las lágrimas negras de la Llorona se dormirán de miedo.

No recomendada por Kuato a: los que echan de menos las escenas gore de Saw. Aquí en La Llorona, sangre y violencia, lo justo y necesario.

Ego-Tour de luxe por: James Wan, sin duda una garantía de calidad que no nos suele fallar.

Atmósfera turbínea por: esa decisión de escatimarnos una escena final en la película, donde la mujer protagonista le quería entregar el collar que le había arrancado a La Llorona al curandero, y éste le aconsejaba que hay un matrimonio (los Warren) que lo custodiaría mejor. Hubiera sido un guiño genial.

■ LA LLORONA. “The Curse of la Llorona” (EUA, 2019). Dirección: Michael Chaves. Guión: Mikki Daughtry y TobiasIaconis. Reparto: Linda Cardellini, Tony Amendola, Patricia Velasquez, Raymond Cruz, Sean Patrick Thomas, Madeleine McGraw, John Marshall Jones y Marison Ramírez. Estreno en Venusville: 18/04/2019.