LA MANIOBRA DE LA TORTUGA crítica: Harry, el pisha

Thriller policíaco gaditano con Harry el sucio por rumbas y soleares, en La maniobra de la tortuga

Por mucho que sea más complejo cocinar un filet mignon al vino tinto con gorgonzola y salsa bearnesa que un bistec con patatas mondo y lirondo, eso no significa que la cocción del bistec no deba estar en su punto y que no deba resultar duro y correoso como la suela de la bota que se zampaba Charlot en La quimera del oro. Traduzco en términos cinematográficos para los no familiarizados con el noble arte de los fogones: aunque una película sea simple en apariencia, debe estar bien conformada en cuanto a guión, trama y personajes, en su punto justo de cocción y sal, para que el espectador, y más el espectador de paladar fino, no se atragante.

Es el caso de La maniobra de la tortuga, un thriller policíaco de cine negro clásico de bajo presupuesto, en la que la trama principal se centra en la investigación de un caso de violación y asesinato. ¿Situada en Nueva York, Los Angeles o Madrid? No señores, en Cádiz, pues ahí es donde se ambienta la novela en la que se basa la peli, escrita por Benito Olmo, y donde el guionista y director Juan Miguel del Castillo, natural de Jerez de la Frontera, ha decidido respetar, tanto por ser fiel al material original, como por poder ir a comer y a dormir a casa de su madre durante el rodaje.

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O sea, que si son ustedes fans del cine negro patrio, con títulos como No habrá paz para los malvados o La isla mínima, colocados en su devedeteca entre El sueño eterno y El halcón maltés, ya tienen película. Y patrio con todas sus letras, pues los personajes de La maniobra de la tortuga se alejan de los estereotipos de Hollywood, copiados en algunas españolas del género como Que Dios nos perdone o El asesino de los caprichos, y emanan aroma a Ducados, Cruzcampo y pescadito frito, en vez de a Marlboro, bourbon y hamburguesa. Tanto por el buen hacer en la dirección de Juan Miguel del Castillo como por la convincente interpretación de Fred Tatien.

"Los personajes de La maniobra de la tortuga se alejan de los estereotipos de Hollywood, y emanan aroma a Ducados, Cruzcampo y pescadito frito"

Del Castillo factura una trama policiaca simple, sobria y efectiva, apoyándose en su personaje protagonista, el típico poli perdedor atormentado por su pasado con tendencias autodestructivas (ya ven que no le falta de nada). Investigación bien llevada y con buen suspense, que el director aprovecha para llevarse a su terreno y colar el drama social que tanto le gusta (su ópera prima fue Techo y comida, muy laureada en festivales, aunque en las antípodas de Diario de Venusville), denunciando la desigualdad ante la Justicia de los inmigrantes y la violencia de género.

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Subtrama ésta, la de la violencia de género, que no acaba de estar bien integrada en el conjunto por no tener nada que ver con la investigación (el poli entabla amistad con una vecina, Natalia de Molina, víctima de malos tratos), y que por dedicarle demasiado metraje, se revela sobrealargada y a la postre gratuita. A Juan Miguel del Castillo le interesa tanto la investigación como la relación entre estos dos personajes, y eso le hace un flaco favor a la peli. Antonio de la Torre también tenía una subtrama sentimental con Lucía Guerrero en Grupo 7, pero a diferencia de La maniobra de la tortuga, nunca lastró la acción de la obra.

Película irregular en su conjunto, pues. Con numerosos aciertos, como el retrato del poli protagonista y la composición que de él hace Fred Tatien, así como la investigación del caso, pero con algún defectillo, como la pobre ambición de la puesta en escena, y algún defectazo, como la alargada subtrama protagonizada por Natalia de Molina. ¿Es La maniobra de la tortuga un thriller policíaco que denuncia la violencia de género, o un film que denuncia la violencia de género con una subtrama policial de fondo? Pus ahora lo mismo no lo tengo tan claro… Es como intentar responder a la pregunta de si la cebra es un animal blanco con rayas negras o un animal negro con rayas blancas.

INFORME VENUSVILLE

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