LA PROTEGIDA crítica: Tori, Nick Furia y el T-1000, se alían contra Batman

Nueva peli de asesinos, perdón, asesinas, con Maggie Q haciendo los honores, en La protegida

Me veo la película, le doy un par de vueltas en mi cabeza y hago un repaso a lo que dice la crítica por si alguien ha visto algo que a mí se me haya pasado. Descubro que La protegida no ha gustado demasiado y que la tachan de simple, previsible, y que incluso alguno la ha tildado de ser un auténtico horror. Pero vamos a ver, ¿de verdad el crítico cinematográfico va a la sala y evalúa la película con el mismo sesgo y baremo sea lo que sea que ve? ¿Va a mesurar de la misma manera la última película de Paul Thomas Anderson y la novena entrega de Fast & Furious? ¿Estamos tontos o qué pasa?

El problema en este caso no es la película, pues es divertida y con unos diálogos punzantes. NADIE entra a ver esto esperando encontrarse una firme candidata a película del año, ni un estudio de la mente humana en casos de estrés agudo. Vamos a ver un thriller de espías con mucha acción y algún giro de trama, y eso es lo que hace La protegida y lo hace bien. No vengo a decir que sea una maravilla, pero en el poco más de hora y media que dura, no he apartado los ojos de la pantalla y recuerdo haberme reído a carcajadas tres o cuatro veces. Yo no sé qué cine contemporáneo ven las élites de la crítica, pero ojalá me dieran dos películas como esta al mes. Luego se ponen a ver el último drama polaco en blanco y negro y aplauden con las orejas. Pues muy bien.

"Habiendo Gunpowder Milkshake y Agentes 355, tenía que estrenar yo la última"

La protegida es un thriller de espías con toques de humor y escenas de acción resultonas, que no busca inventar la rueda, pero que al menos se preocupa por crear a una protagonista mujer que yo me puedo creer. No estamos en un nuevo caso de Agentes 355 o Gunpowder Milkshake, que por el mero hecho de tener mujeres como protagonistas, éstas son criaturas perfectas a las que nada se les da mal y ejecutan a cientos de sicarios sin recibir herida alguna. En este caso, tenemos a una asesina a sueldo con décadas de experiencia, pero que aún así puede fallar, se le puede complicar la misión, o incluso puede no cumplirla.

Algo más cercano a la muy recomendable Atómica (incluso tiene una escena de acción, diría que demasiado parecida). El personaje de Maggie Q, que por cierto está esplendida, siempre tiene un as bajo la manga, un plan C por si el plan B no sale como tiene que salir el plan A. Y no es algo salido de la nada, porque tal vez ese plan C es una chusta, es un plan condenado al fracaso, pero es que las opciones mejores ya no sirven para ese momento, y eso está bien.

"Con La protegida vamos a ver un thriller de espías con mucha acción y algún giro de trama, y eso es lo que hace y lo hace bien"

Una película plagada de secundarios de lujo que hoy en día puedes contratar para tu Bar Mitzvah si pones la pasta encima de la mesa. Samuel L. Jackson, que en esta película ni siquiera actúa (él es así, solo que leyendo un guion), decir que está con el piloto automático es darle mucho más crédito del que merece, pero como es un tío con gracia y con un carisma que no le cabe en el pesho, pues entonces no hay ningún problema. Diferente es el caso de Michael Keaton, que con un personaje realmente interesante está múltiples veces a punto de arrebatarle a Maggie Q el crédito de protagonista. Sin duda, lo mejor de la cinta son las escenas que ambos comparten con unos diálogos realmente afilados y ocurrentes. Ojalá yo hablara como ellos, pero fui a un colegio de curas...

Y por último y sí menos importante, está Robert Patrick, quien ya ha demostrado que es un actor mucho más grande que su inolvidable T-1000 (tienen que verlo en la serie The Peacemaker). Y digo menos importante porque su tiempo en pantalla es mucho menor y menos intenso. De hecho, el mayor problema que padece la cinta es que su personaje no cuadra de manera cronológica ni argumental.

"Que se note que yo ya mataba con la chorra en American Assassin, coñe"

Y resulta que tenemos como director a Martin Campbell, un cineasta con picos de calidad bastante altos algunas veces y en el inframundo en otros, algunos carismáticos como GoldenEye, La máscara del Zorro o Casino Royale (no todos pueden decir que han dirigido a dos James Bond diferentes), pero que luego te hace cosas como Linterna Verde, La leyenda del Zorro (la secuela) o Límite vertical, una película que ya nadie se acuerda de ella, de supervivencia y catástrofes que tanto se llevaba en los 90. En este trabajo suyo intenta pasar algo más desapercibido y ceder todo el protagonismo al reparto, que para eso has pagado su caché.

La protegida es una película que no nos cambiará la vida, hay giros muy locos de guion, y el argumento se va abriendo paso casi a puñetazos sin demasiado sentido, pero esa no es la historia que quieren contar, la historia es la de una asesina en una misión de venganza que todo le sale mal pero que, de una manera u otra, consigue salirse con la suya. No tiene mucho más, pero como he dicho antes, lo que hace, lo hace bien.

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