LA TRAMA crítica: Además de cornudo, apaleado

Además de cornudo, apaleado

Cine negro mal lavado que ha desteñido
hasta convertirse en un color gris oscuro

Por Ray Zeta

<Las reglas de los géneros cinematográficos están para romperse o para seguirse al pie de la letra, pero no para quedarse entre una cosa y la otra en tierra de nadie. Y más aún si el género en cuestión tiene unas constantes tan marcadas como ocurre en el cine negro. Se puede tirar de estilo clásico copiando hasta la época de la ambientación (Muerte entre las flores, El demonio vestido de azul, L.A. Confidential), actualizarlo (Instinto básico, Pulp Fiction, Snatch. Cerdos y diamantes,), innovarlo (Blade Runner, Brick, Sin City), o mejorarlo (Sospechosos habituales, Seven, Headhunters), pero lo que nunca se debe hacer es ni una cosa ni la otra sino todo lo contrario, porque entonces todo queda en un “quiero y no puedo” que más que cine negro es un negro desteñido en gris oscurito, que como ya habrán adivinado es el caso de La trama.

Y eso que la historia empieza más que bien con unos personajes y una premisa más que típica: un detective es contratado por el alcalde de la ciudad de Nueva York para que siga a su mujer porque tiene la sospecha de que se la está pegando. Como ya intuirán, nada es lo que parece y la trama se enredará hasta llegar a las más altas esferas políticas demostrando que, igual que en “Hamlet”, todo está podrido y apesta, como decía Sean Connery en Los intocables de Eliot Ness, como en un burdel a primera hora de la mañana. No lo aceptaríamos de otra manera, pues tales elementos, aunque tópicazos como puños, nos gustan precisamente por ello, y bien puestos, bien desarrollados, y bien rematados, podrían llegar a suponer una lección de cine negro de la que maestros como John Huston, Otto Preminger o Fritz Lang tomarían apuntes entre aplauso y aplauso.

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El problema llega cuando la historia se queda en los cuatro tópicos, y por no presentar demasiados giros argumentales, y siendo previsibles los pocos que hay, el producto sale a flote más por la corrección de su puesta en escena y por la interpretación de sus actores que por su guión, lo que en el terreno del cine negro supone un problema. Una película de acción puede ser una buena peli por sus secuencias de acción y sus tiros, pese a sostenerse con un guión endeble (de lo que Robert Rodriguez sabe un rato, miren sino su trilogía de Mariachis). E ídem de adem con las películas de terror si aglutinan suficientes golpes de efecto (¿alguien le pide un buen guión a una peli de zombis, por ejemplo?). Pero cuando se trata de una película de cine negro clásico, ah amigos, entonces la cosa cambia, y aquí sí que pedimos que haya suficiente hilo (y de calidad) del que tirar.

"El producto sale a flote más por la corrección de su puesta en escena y por la interpretación de sus actores que por su guión"

Por eso de La trama nos quedamos con sus personajes y sus interpretaciones, conformados en el triángulo protagonista. Mark Wahlberg como el detective (que para más datos es ex–policía, ex–alcohólico y no tiene un céntimo, como marcan los buenos cánones noirs), que pese a interpretarlo con su aparente desgana habitual, aquí queda bien y todo, ya que su personaje no tiene muchos motivos para ir dando botes de alegría (él representa el cornudo apaleado del título de la crítica: sólo empezar la peli lo ahostian y luego asiste a una película de su novia actriz, una latina maciza, y debe soportar estoicamente cómo en la película le echan un polvo culero que ni el de Antonio Banderas a Rebecca Romijn en Femme Fatale); Rusell Crowe divirtiéndose de lo lindo como un alcalde corrupto más mal hablado que Clint Eastwood en El sargento de hierro; y Catherine Zeta-Jones, quien pese a disponer de menos minutos de metraje, borda el papel de esposa cuya fidelidad es puesta en duda con una altivez digna de la mismísima Victoria Beckham.

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Lástima pues que los buenos personajes y las buenas secuencias se combinen con otros personajes importantes mal o poco descritos, como Barry Pepper, rival a la alcaldía (¿estoy enfermo, o en cierto momento sugieren que es gay?) o Jeffrey Wright, el policía jefe (¿no deberían darnos alguna pista sobre lo que nos descubren al final acerca de él? Jorge Javier Vázquez se pondría las botas con la noticia, y en cambio aquí la tratan como si abriera una lata de atún), y con otras secuencias que parecen estar para rellenar metidas con calzador, rozando incluso algunas de ellas el límite de la credibilidad (¿creen que es lógico que el poli jefe permita la entrada de Mark Wahlberg en casa del político rival, pese a no encontrarse éste, para decirlo suave, en la mejor disposición para recibir visitas?), hasta concluir de manera parcialmente previsible (supongo que nadie considerará un spoiler si avanzo que el alcalde, presentado como corrupto ya en la primera escena, tendrá que ver con el desenlace del caso).

Así pues, si me lo permiten les daré un consejo: si les apetece ver cine negro, pónganse La trama cuando salga en DVD para echar una siestecita o viajar en autocar o en tren, pues es de esas pelis que pueden seguirse perfectamente entre cabezadita y cabezadita (y además, como lo mejor está al principio, podrán verlo antes de que les ataque el sueño), y resérvense cualquiera de los títulos citados en el primer párrafo para cuando hayan dormido doce horas seguidas y se sientan tan Flex como para poder disfrutarlos sin perder detalle de ninguna secuencia, escena o diálogo de ellos. Es un consejo de Diario de Venusville./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey



		Recomendada por Kuato a: quien la trama policíaca de un episodio del Inspector Gadget ya le parezca complicado de seguir.

		No recomendada por Kuato a: quien le guste que le giren la tortilla cada cinco minutos. Aquí la tortilla se queda toda la peli del mismo lado hasta estar a punto de sucarrimarse.

		Ego-Tour de luxe por: el triángulo protagonista. Esto son tres actores con química entre ellos y no los de *Titanic*.

		Atmósfera turbínea por: la premisa de la explicación final, que es hasta infantil. Hasta *El Oso Yogui* y el episodio de *Verano azul* del “No nos moverán”, tenía un fondo similar...