LOVING PABLO crítica: La barriga del narcotráfico

Javier Bardem se mete en la barriga de Pablo Escobar junto a Penélope Cruz en Loving Pablo

De un tiempo hasta ahora, la figura de Pablo Escobar se ha puesto de moda y no son pocos los trabajos documentales, cinematográficos y televisivos que le han tenido como protagonista. Será que su halo de mayor narcotraficante de la Historia, con la leyenda de ser el más cruel, despiadado y sanguinario a este lado de Medellín, le otorgan la condición de Al Capone de la segunda mitad del siglo XX y el gangster por excelencia de nuestro tiempo, porque el caso es que ha sido visitado tanto como hombre de negocios como hombre de familia en versiones tan diversas como la telenovela Escobar, el patrón del mal, la serie Narcos, y las películas Escobar: Paraíso perdido y Barry Seal: El traficante.

Y ahora llega una más, Loving Pablo, con el atractivo (al menos para el público español) de estar protagonizada por Javier Bardem. Bueno, por Javier Bardem y por Penélope Cruz, para ser más exactos, la pareja más glamourosa de España y de Hollywood desde que Angelina Jolie y Brad Pitt se divorciaran (es broma… ¿o no?). Aunque la película no sea el vehículo que muchos quisieran para ambos porque no lucen como pareja romántica, al estar los dos al servicio de la historia y no al revés, como ya ocurrió con El consejero. O sea, que todos aquellos que aspiren a verlos algún día en una nueva versión de Love Story, Grease, Dirty Dancing, Ghost o Pretty Woman, deberán seguir esperando.

"Me pregunto si aún te saben las tetas a tortilla de patata"

Porque justamente uno de los principales problemas de Loving Pablo es la poca química que desprenden Bardem y Cruz como pareja (pese a serlo en la vida real, manda huevos), tan metidos como están en la piel de sus personajes. Él en la de Escobar, ella en la de la periodista Virgina Vallejo, amante del gangster de 1983 a 1987 que pasó en un plis del idilio enjoyado (y encocado) a la espantada por patas, y auténtica protagonista de la historia por narrarse desde su perspectiva. Ni llegamos a ver el supuesto enchochamiento de la reportera por el narco, ni se nos muestra su relación íntima para que la entendamos, a excepción de un breve polvo culero, por lo que como pareja no funcionan en ningún momento.

"Uno de los principales problemas de Loving Pablo es la poca química que desprenden Bardem y Cruz como pareja"

Sí que funciona en cambio la recreación del cartel de Medellín en los años 80 y 90 y la documentación que ha llevado a cabo Fernando León de Aranoa, con su ambientillo y su violencia callejera, para consolidar lo que podría ser un resumen de las dos primeras temporadas de Narcos. De Aranoa parecía tonto cuando se dedicaba a rolletes independientes sobre parados ociosos, adolescentes desorientados y pilinguis aristocráticas, y mírenlo ahora, dirigiendo productos internacionales la mar de correctos como Un día perfecto y Loving Pablo. Sin duda que aún le falta para dirigir la obra venusvillera definitiva, pero estarán con nosotros que contar las correrías de Pablo Escobar es una muestra de buena voluntad y un buen principio.

"No te preocupes por el acento, más cantábamos en Vicky Cristina Barcelona"

Bien también por la interpretación de Javier Bardem, quien aunque llevando al personaje al extremo y casi al borde de la caricatura en su tránsito de Robin Hood amado por el pueblo a triste psicópata, compone otro de sus grandes camaleónicos trabajos, como ya hizo en Los lunes al sol, Mar adentro, No es país para viejos y Skyfall. Bardem compone un enérgico Pablo Escobar en las antípodas de Warner Moura, desmesurado, pasado de vueltas, con mala leche a raudales, bigotón y barrigón. Y con barriga real, ojo, nada que ver con el cojín mal puesto que llevaba Johnny Depp en Blow, crónica también del narcotráfico, prima hermana de Loving Pablo. Por su parte Penélope Cruz se mantiene en la más estricta corrección.

Lástima de haber rodado la película en inglés, pues ver a Javier Bardem y a Penélope Cruz hablando en guiri con acento impostado, sacará de la película a más de uno. Y es que el hecho de que Pablo Escobar fuera colombiano es un quebradero de cabeza a la hora de tomar decisiones de producción. Narcos tuvo la valentía de hacer hablar a los personajes colombianos en español, pero no acabaron de dar con la tecla correcta con el acento, y ahora a Loving Pablo le ocurre lo mismo pero por razones inversas. Al final será verdad que la versión más honesta es Escobar, el patrón del mal, pese a ser una telenovela, sólo por cómo suena, aunque el actor protagonista no luzca la barriga engordada por Javier Bardem para la ocasión.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: quien se haya quedado con ganas de ver más de Narcos.

No recomendada por Kuato a: quien preferiría ver a Javier Bardem y Penélope Cruz en Jamón, jamón 2.

Ego-Tour de luxe por: la barriga que se ha dejado Javier Bardem, claro, una señora barriga digna de Jabba the Hutt.

Atmósfera turbínea por: ¿tener a Javier Bardem y a Penélope Cruz sólo para ese mini-polvo? ¡Venga, hombre!

■ LOVING PABLO. "Loving Pablo" (España-Bulgaria, 2017). Dirección y guión: Fernando León De Aranoa. Reparto: Javier Bardem, Penélope Cruz, Peter Sarsgaard, David Valencia, Giselle Da Silva, Julieth Restrepo, David Ojalvo, Lillian Blankenship, Nathan Cooper y Joavany Alvarez. Estreno en Venusville: 09/03/2018.