MI OTRO YO crítica: Cisne lerdo

Cisne lerdo

Isabel Coixet prueba con el thriller psicológico
con una burda copia sin gracia de Cisne negro

Por Ray Zeta

<Ni jurándomelo un hechicero criollo bebiéndose a la luz de la luna un cáliz con sangre de pollo recién decapitado me lo hubiera creído. Jamás habría pensado que en el Diario de Venusville comentaríamos una película de Isabel Coixet, pero es que ni jarto de vino. Isabel Coixet, la representante del cine anti-Venusville por antonomasia con dramones con madres terminales de cáncer, enfermos que pierden la vista, y gatos cojos sordo-mudos que encima desarrollan una joroba que no les permite cazar ratones, en el Diario de Venusville, la web de cine fantástico más mutante de Marte... Pero así es. Será que el trabajo realizado desde esta web está dando sus frutos en lo que a conversión de almas impuras se refiere, y por eso Coixet ha visto la luz y ha oído la llamada hacia el frikismo, o que la fábrica kleenex ha agotado sus existencias, pero el caso es que Isabel Coixet ha dirigido un thriller.

Y un thriller psicológico con toques de terror, para más inri... ¿Un cambio de aires? ¿Enajenación transitoria? ¿Pago por haber perdido una apuesta una noche de borrachera? Nunca lo sabremos, pero que a Isabel Coixet le dé por dirigir un thriller psicológico con toques de terror, es como si Quentin Tarantino se desmarcara ahora con un musical romántico a lo Cantando bajo la lluvia, Rob Zombie con un remake de Sissi, o John Woo con una versión oriental de Mujercitas. Cuando leí la noticia, mi primer impulso fue denunciarla en el juzgado de Venusville del juez Alvin Valkenheiser por actividad fraudulenta sin titulación obligatoria, pero me contuve a la espera de ver el resultado final y comprobar si estábamos ante un ejemplo claro de intrusismo profesional o si por el contrario habíamos ganado un adepto para la causa.

"Pues Amenábar bien que acertó al revés pasándose al cine dramón con Mar abierto"

Como era de esperar, nos encontramos ante el primer caso. Una adolescente se ve inmersa en una espiral de locura cuando durante la preparación en su instituto de la obra teatral Macbeth, es acosada por una doble misteriosa que parece seguirla y suplantarla con fines desconocidos (sí, la premisa inicial no es que sea la panacea de la originalidad, ya que el tema del doble usurpador está más que visto, el guión es obra de la propia Coixet basándose en la novela de Cathy McPhail, que ejerce de productora de la cinta). Le dicen qua la han visto por aquí, le dicen qua la han visto por allá... Hasta confunde a vecinos, compañeros, profesores y familiares, pero siempre, como es previsible, en su detrimento. A ver cuándo vemos una peli de dobles usurpadores en la que el doble de turno ocupa el lugar del original cuando éste tiene examen de matemáticas, extracción de una muela en el dentista, o proyección de una peli de Kieslowski en el cineclub...

"Que a Isabel Coixet le dé por dirigir un thriller psicológico con toques de terror, es como si Quentin Tarantino se desmarcara con un musical romántico"

¿Y cómo se desenvuelve Isabel Coixet ante tal premisa? Pues como un elefante en un Seat 600. Como el género del thriller le queda ostensiblemente grande, lo rellena llevándoselo a su terreno construyendo a los personajes según los cánones marcados por su filmografía habitual. La prota es una adolescente, pero no una adolescente como las que salen en las pelis americanas con ganas de emborracharse en fiestas de fraternidades universitarias con sus amigas y liarse con el quaterback del instituto, como sería lo normal, sino una adolescente conflictiva con una relación materno-filial complicada, acuciada por la enfermedad terminal de su padre... Sí, han leído bien: "enfermedad terminal de su padre". Ya ven que esto de Isabel Coixet es enfermizo... Hasta en una peli de género terrorífico nos tiene que cascar el drama de un personaje en fase terminal, enfatizando cómo afecta esta trágica situación a sus relaciones familiares.

"Como aquí no sale Mila Kunis, para la escena de la masturbación femenina te ayudo yo"

Eso primeramente, porque en segundo lugar la Coixet copia, calca y fusila sin complejos Cisne negro. Si en la peli ya clásica de Darren Aronofski, la chica protagonista ensaya para el primer papel del ballet "El lago de los cisnes", ésta de aquí, como he adelantado, hace lo mismo con el "Macbeth" de Shakespeare. Y si en la primera dicha prota desarrolla una paranoia galopante a base de falsas visiones y alucinaciones, ésta tres cuartos de lo mismo. ¿Y cómo lo muestra la directora de Mi vida sin mí? Pues intentando imitar a Aronofski mientras sigue el primer manual del curso de cine de terror por correspondencia para directores primerizos: con elementos tan básicos como sombras acechantes, morbosas pintadas en paredes, tétricos túneles oscuros y música estridente. La diferencia es que mientras que en Cisne negro Darren Aronofski y Natalie Portman realizaron una lección de cine fantástico con cuatro cañas y poco más, Isabel Coixet no ha pasado del intento fallido de plagio (ya puestos podría haber copiado la escena lésbica entre Natalie Portman y Mila Kunis, pero ni eso).

Hasta llegar a un final simplemente ridículo por sus ansias de querer darle una explicación al embrollo. Si lo hubiese dejado en final abierto no se hubieran salvado los muebles pero al menos no se hubieran quemado, tal como acaba la peli ahora en cambio, no sirve más que para cerrarle definitivamente la tapa del ataúd en el que ella solita se ha metido. Por todo esto curso una denuncia a Isabel Coixet en el juzgado de Venusville del juez Alvin Valkenheiser por intrusismo profesional, y solicito para ella la inhabilitación definitiva para dirigir cualquier película de género relacionado con el cine fantástico, y la inhabilitación por un mínimo de cinco años para dirigir películas de cualquier otro género (eso le joderá aún más), además de una sanción económica de un millón de euros, destinada a sufragar diferentes festivales internacionales de cine fantástico. Déjale el terror a los que saben, Isabelete, que si no sabes fantastiquear pá qué te metes./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones



		Recomendada por Kuato a: frikis que ya tenían manía a Isabel Coixet por representar el cine anti-venusvillero. Con *Mi otro yo* jugarán a dardos con su retrato.

		No recomendada por Kuato a: Darren Aronofski y Natalie Portman. O mejor sí, así se descojonarán viéndola y pasarán un ratito agradable.

		Ego-Tour de luxe por: que el padre terminal esté interpretado por Rhys Ifans. Como tiene cara de chiste, los pacientes terminales con cara de chiste entran mejor.

		Atmósfera turbínea por: ¿por dónde empiezo? Dejémoslo en Isabel Coixet, ya que el nombre de la directora ya lo dice todo.