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MIRA CÓMO CORREN crítica: 10 tontitos

Whodunit paródico, metarreal y tontito en el Londres de los años 50, en Mira cómo corren

EL HOMBRE DE BOSTON

Ya lo dice Adrien Brody en la peli: “Visto un whodunit, vistos todos”, y a juzgar por Mira cómo corren, razón no le falta. Por “whodunit” (contracción en inglés de “quién lo hizo”), se conoce la típica trama policiaca de detective que investiga un crimen entre una lista de sospechosos, los reúne en una sala, y desenmascara al asesino con la misma facilidad que reconocería a Hellboy disfrazado de pitufo. Agatha Christie lo popularizó con sus novelas, y “La ratonera”, obra de la misma Christie, lo hizo en el teatro al erigirse en la obra teatral que más tiempo ha estado en cartel, al ser representada en el West End de Londres desde 1952 hasta que se canceló en 2020 debido al puto jorobavirus Covid-19.

68 años ininterrumpidos en cartel (ahí es ná), que Mira cómo corren se encarga de homenajear al situar la acción en los años 50, coincidiendo con la representación de “La ratonera” número cien, e incluso integrando la obra en su trama (la propia Agatha Christie incluida), al narrar el asesinato y posterior investigación, precisamente, de un personaje relacionado directamente con la función. O sea, que Mira cómo corren juega a la metaficción parodiando con humor ligero los whodunits, al desarrollar paralelismos entre el asesinato real con el asesinato de la ficción, como si existiera un imitador de lo que sucede en el escenario, como ocurre en las pelis de Scream, y formar la lista de sospechosos los integrantes del equipo artístico de la obra teatral.

 

"Usaremos el truco de reunirlos y decirles que el asesino es quien tiene las manos rojas"

 

La lástima es que el guión escrito por el televisivo Mark Chappell se quede en esa idea sin aprovecharla como es debido, y Mira cómo corren no llegue a crear intriga en ningún momento. Mucho Londres de cartón piedra de los años 50, mucha investigación policíaca, y mucho ejercicio de metaficción, pero nos la trae al pairo quién es el asesino porque no empatizamos con ninguno de los sospechosos. Ninguno sobresale, ninguno se diferencia ni para bien ni para mal del resto, y todos se muestran tan impersonales como un ejército de oompa-loompas. Y una película de intriga que no intriga es como una comedia que no hace reír o una película de terror que no da miedo, una película fallida.´

“Mira cómo corren se queda a medio camino de todo sin llegar a ningún sitio”

Les diré que los personajes más atractivos son dos que por razones obvias no entran en la lista de sospechosos: el de Adrian Brody como el asesinado, un director de cine norteamericano borrachuzo y mujeriego con un cinismo digno del mejor Humphrey Bogart a las cuatro de la madrugada, y el de Sam Rockwell como el inspector del caso, un sabueso pachorra en la más pura tradición de Colombo, al que sólo le falta la gabardina mugrienta del detective televisivo. En cuanto a Soirse Ronan, olvídense, pues su personaje es el más ridículo de toda su carrera al interpretar a una sargento novata, impetuosa y con incontinencia verbal, que la caga más que los polis de Loca academia de policía, a modo de pareja de buddie movie fallida con Sam Rockwell.

 

"Tú tranquila, peor pareja de buddie movie hacían en ¿Quién está matando los moñecos?"

 

Es en sus minutos iniciales, gracias al prólogo narrado por Adrian Brody en un endiablado montaje, y al principio de la investigación de Sam Rockwell, que Mira cómo corren muestra una mayor inspiración, aunque luego descubramos que es un espejismo que dura menos que un pedo en el viento. Cuando el caso ya ha sido presentado (y con él los sospechosos) y la investigación se pone en marcha, la acción pierde fuelle acusando una falta de ritmo que ya no recupera hasta el final, aunque nunca iguale los minutos iniciales. Ni siquiera el asesino es desenmascarado en una explicación final a cargo del detective con todos los sospechosos presentes, sino que éste se desenmascara él solito para ganar tiempo.

Por todo ello, Mira cómo corren se queda a medio camino de todo sin llegar a ningún sitio. A medio camino como whodunit, a medio camino como parodia ligera, y a medio camino como ejercicio de metaficción. Nada que ver con obras que han alcanzado sus pretensiones de lleno, como Un cadáver a los postres en el caso de la parodia, o Puñales por la espalda en el caso de whodunit serio (habrá que ver qué tal la inminente Puñales por la espalda 2). Tampoco las dos entregas dirigidas y protagonizadas por Kenneth Branagh como Hercule Poirot, Asesinato en el Orient Express y Muerte en el Niño, han estado a la altura de las expectativas, por mucho bigotón que luzca en su caracterización. Así que aún va a resultar que es cierto eso que dicen en Mira cómo corren, de que visto un whodunit, vistos todos.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien no haya visto ni Un cadáver a los postres ni Puñales por la espalda.

No recomendada por Kuato a: quien crea que al díptico herculepoirotano de Kenneth Branag le falta de todo menos bigotes.

Ego-Tour de luxe por: Adrian Brody y su socarrona vis cómica, que la tiene y mucho.

Atmósfera turbínea por: Saoirse Ronan y su papel de cadete Hooks de Loca academia de policía.

 

MIRA CÓMO CORREN. Estreno en Venusville: 21/10/2022.

 

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