NOCHE Y DÍA crítica: El espía que la armó

El espía que la armó

Ni MI 4, ni Los ángeles de Charlie 3. Ethan Hunt y el ángel Natalie Cook protagonizan la inédita Sr. y Sra. Smith 2

Por Dr. Bishop

<Atentos al número de magia chusquera: si ustedes no han visto Noche y día, alégrense o jódanse, porque en realidad ya lo han hecho. La versión resumida se la han comido por osmosis con el tráiler, rayano en el spoiler denunciable al repasar todo gag o escena de acción remarcable.

Con tanto abuso de información, hasta un mongo puede imaginarse por deducción el resto de metraje: tensión sexual del tipo "cómo odio a ese/a cachondo/a" (a la easy-woman Díaz su compresa le transpira humo desde el minuto uno); risas, explosiones y cocktails caros en localizaciones glamourosas (como corresponde al género "Jaimito Bond", comúnmente conocido como comedia de espías); malos sin licencia para matar (es de suponer por su mala puntería); y un McGuffin high-tech como objetivo a conseguir por toda la panda (aquí una batería de energía ilimitada, que será revolucionaria pero está inventada desde hace medio millar de películas, lumbreras).

"Es que siempre quise protagonizar Sr. y Sra. Smith al lado de Angelina Jolie"

La concatenación de obviedades y lugares comunes está narrada eso sí con tratamiento coñón y ritmo endiablado, no vaya a ser que a algún espectador le dé por ponerse metafísico y pensar que el resto de su vida la empieza viendo precisamente esta peli (¡Dios!). Imposible que ocurra, pues la platea es conmocionada por un martillo pilón de equívocos (algunos graciosos, sí), cabriolas improbables en un marco de leyes físicas llamémoslas desenfadadas (y ningún problema, ojo), situaciones absurdas (Terminator Cruise ametrallando escuadrones a pecho descubierto (!?)) y disparates argumentales de puro vértigo, como solucionar cualquier pollo insalvable drogando reiteradamente a la Díaz y haciéndola despertar en la otra punta del orbe, con el problema resuelto pero sin darnos explicación alguna del cómo (un estudio sesudo del Cahiers du Cinéma titularía el fenómeno como "metamorfosis del noble uso de la elipsis en flagrante fraude de ley al espectador").

"A la easy-woman Díaz su compresa le transpira humo desde el minuto uno, y Terminator Cruise ametralla escuadrones a pecho descubierto en una autoréplica de Ethan Hunt"

Insistimos, ustedes ya han visto esta peli, que por no haber no hay ni sorpresas (si las buscan ya saben, cómprense un estupendo huevo Kinder y a reírse un rato como unos chavalines). El único instante de triunfo sobre la rutina, de catarsis trascendental al descubrir un artista, es cuando los subtítulos latinos atacan nuestro español cervantino traduciendo literalmente lo innecesario, como "boy scout" en "niño explorador" y "tequila on the rocks" en "tequila en las rocas" (verídico). Ay graciosos mariachis políglotas, no se nos mueran nunca rufianes de la lengua.

"No pasa nada, en Misión imposible 2 también era Sevilla y se celebraban las Fallas"

¿Pero algo nuevo habrá, preguntarán, qué tal unas interpretaciones al menos refrescantes? Pues nosotros a lo nuestro, convencidos de que ya lo saben, les remitimos a su memoria inmediata pues los actores son replicantes de ellos mismos: Cameron Díaz en su registro inamovible (quince años después de La máscara su psique sigue igual, no así su añorada constitución neumática); Cruise autoreplicando al Ethan Hunt de Misión Imposible (más descerebrado sí, pero con su carisma impoluto); Peter Sarsgaard haciendo su mismo malo desganado de Plan de vuelo: desaparecida y Jordi Mollà el suyo de Dos Policías Rebeldes 2, aunque éste afrontando con un coraje abrumador el diálogo más difícil de su vida: mirando Sevilla desde una ventana, sentencia con seriedad "Today is the Festival of San Fermín", aguantándose con sus dos huevos apañoles la risotada, que hasta le tiembla la nuez al cachondo. Profesional, muy profesional.

Demostrado (esperamos) que esta comedia de acción ya nos la sabíamos todos, confiamos en llegar entonces juntos a la misma conclusión: Noche y día divierte como tontería veraniega y entretiene por su falta de pretensiones, aunque dudamos que los yayos del Cahiers du Cinéma sean igual de magnánimos con esta gilipollez, simpática, pero gilipollez./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: solteronas cuarentonas temerosas de morir viejas y solas, con la esperanza inconfesa de que las rescate de sus vidas un agente secreto, aunque se llame Anacleto.

		No recomendada por Kuato a: detractores de los tertulianos de Intereconomía. Ver la Torre del Oro de Sevilla al ritmo de "A Pamplona hemos de ir" demuestra al mundo que España es una, no cincuenta y una.

		Ego-Tour de luxe por: Tom Cruise, un actor todo terreno que cumple también holgadamente en el género cómico (memorable en *Tropic Thunder*). Que no le coja afición por eso al tema, no quisiéramos cinco años seguidos de comedias como Robert DeNiro en los noventa.

		Atmósfera turbínea por: la persecución automovilística entre toros, que con esos efectos especiales no se la cree ni el tato. Aunque bien mirado, no llega al absoluto ridículo del San Fermín de dinosaurios imbéciles en *King Kong*.