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SALYUT–7 crítica: Problemovicda, gravitanskiniet

Space Cowboys a la rusa con astronautas diciendo “Moscú, tenemos un problema” en Salyut-7

SAPO

Seguro que por ahí corren numerosos expertos en cine ruso, pero yo no conozco a ninguno para que me eche un cable con la producción espacial Salyut–7. Por tanto, afrontaré la presente crítica con ojos occidentales y obviando mi único referente cinematográfico en cirílico: El acorazado Potemkin de Serguei M. Eisenstein de 1925. No creo que ello represente hándicap alguno visto que la globalización ha impregnado también la incipiente industria rusa del cine. Era cuestión de tiempo, pues, que los cineastas rusos se lanzaran a la conquista del espacio. Con la ventaja que, a medida que el Kremlin desclasifique archivos secretos, tendrán material de sobras para guiones basados en la carrera espacial soviética.

Precisamente, a partir de una situación real ocurrida en 1985 en la estación espacial Salyut (saludo) – 7, se ha elaborado el guion de la producción de mismo nombre. La historia cuenta cómo, tras perder el control desde tierra de la estación que por entonces estaba vacía a la espera de recibir una nueva tripulación, se organizó una arriesgada misión de rescate de la misma. Con la estación descontrolada, ésta acabaría cayendo sobre la tierra con el riesgo de que lo hiciera sobre una zona habitada. Aunque para los soviéticos había un peligro mayor: que la estación fuera capturada y devuelta a tierra por los americanos dentro de su trasbordador espacial. En una nave Soyuz (unión) fueron enviados un par de veteranos astronauta e ingeniero para recuperar el control. Tras acoplarse con éxito, en lo que se suponía era el mayor reto de la misión, la cosa se complicó de tal modo que se rozó la tragedia.

 

SALYUT-7: ciencia ficción

“Si somos los Space Cowboys rusos me pido Tommy Lee Jones, que es el que liga”

 

A los aficionados al cine espacial les será fácil ubicar esta película si se la califica como un híbrido entre Space Cowboys, Apolo XIII (curiosamente, la Soyuz de esa misión fue la T-13) y Gravity. Por un lado, en la película parece resonar aquello tan famoso de “Houston, tenemos un problema” y, por otro lado, los paseos espaciales tienen un gran peso en el desarrollo de la historia. Hay también notables diferencias pues en Salyut–7 la solución se la tienen que currar en solitario los dos cosmonautas, a veces desoyendo las órdenes del control en tierra. Además, sus paseos espaciales buscan transmitir máxima credibilidad anteponiéndola al espectáculo.

“A los aficionados al cine espacial les será fácil ubicar esta película si se la califica como un híbrido entre Space Cowboys, Apolo XIII y Gravity

En cambio, lo que si son plenamente soviéticos son los personajes protagonistas. Lo son, no sólo por su aspecto físico y el idioma ruso que hablan, obviamente, sino por su personalidad fría e introvertida. También por la dilución de su individualidad en el seno del proyecto nacional hasta el punto que prima más la imagen de la industria espacial del país antes que la vida de los cosmonautas. La película sólo deja intuir en algunos momentos signos de rebeldía frente a la jerarquía. Sobre todo, cuando están en órbita y la jerarquía no les puede echar el guante.

 

SALYUT-7: ciencia ficción

“Si esto es la versión rusa de Gravity, uno de los dos tiene que hacer de Sandra Bullock”

 

Sin embargo, esta producción rusa no desmerece en nada a las americanas dopadas de presupuestos hinchados. La reproducción del interior de las naves es impecable y los trajes espaciales son clavados a los soviéticos de la época. Y en contraste, los elementos clave que permiten a los protagonistas recuperar la estación son elementos típicos de la vida cotidiana bayeta y martillo. Lástima que, de tanto inspirarse en esas producciones, el director le haya dado un tono demasiado superficial a las tramas y escenas terrestres.

La película acaba con esos típicos epílogos escritos en que, cuando se trata de un relato basado en hechos reales como es el caso, se informa del devenir de los protagonistas a partir de ese momento. Normalmente ese epílogo se tunea convenientemente para sintonizarlo con el tono que se le ha dado a la historia. Pues bien, en él se indica como ambos cosmonautas, tras salvar la estación, permanecieron más de un centenar de días en ella hasta que les llegó el relevo. Sin embargo, lo que no dice el epílogo es que la estación, tras completar su vida útil y ser imposible de reconducir a la tierra, se estrelló de manera presuntamente controlada contra el planeta azul en 1991. Aunque habría que preguntarle qué opinó sobre ese presunto control, a los vecinos de la humilde vivienda de las cercanías de Rosario (Argentina) en el patio de la cual cayó el mayor fragmento de la estación tras desintegrarse al entrar en la atmósfera.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los fans de la canción “SpaceOddity” de David Bowie, que imaginarán al Major Tom hablando en ruso.

No recomendada por Kuato a: los fieles del circunspecto y plomizo cine del Este, pues toda la cinta rezuma aromas comerciales.

Ego-Tour de luxe por: las escenas en gravedad cero, especialmente las de los paseos espaciales, fusión de ciencia ficción y realismo poético.

Atmósfera turbínea por: la escena en que el trasbordador espacial americano que estaba también orbitando aparece por ahí para saludar a unos coleguillas cosmonautas.

 

SALYUT-7. Estreno en Venusville: 22/06/2018.

 

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