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SIBERIA crítica: Vampiresas del este

Thriller erótico que ni parece un thriller ni es erótico con Keanu Reeves pasando frío en Siberia

EL HOMBRE DE BOSTON

Está visto que Keanu Reeves continúa empeñado en seguir alimentando su imagen de anti-estrella, la de parecer continuamente que duerme bajo un puente tapándose con cartones, come caliente sólo una vez al día en los comedores de beneficencia, y se involucra sólo en los proyectos cinematográficos más anticomerciales. Atrás quedaron los tiempos en los que era un actor taquillero que participaba en películas comerciales de éxito como la saga Matrix, Speed o Pactar con el diablo (no se equivoquen, John Wick es una saga de serie B de bajísimo presupuesto cuyo éxito ha pillado en bragas a propios y extraños). Hasta cuando debuta como director le da por hacerlo con un proyecto tan de estantería polvorienta de videoclub de extrarradio como El poder del Tai Chi, que sí, que nos encantó a los frikis amantes del cine de curros, pero que por su poca calidad no se comió un torrado en el mercado.

Por eso no es de extrañar que Siberia siga esta línea anticomercial, y más aún teniendo en cuenta que el propio Reeves ha ejercido de productor y de co-guionista, aunque este segundo dato no salga acreditado en la ficha técnica del film, según una historia original de Stephen Hamel, guionizada oficialmente por el novelista Scott B. Smith. Porque Siberia es un producto de lo menos comercial por muy thriller romántico que se venda. Una historia desangelada con personajes desangelados a los que les ocurren cosas desangeladas, pudiendo decir, buscando el chiste fácil, tan fría como su título. Un batiburrillo que combina thriller, cine negro y cine romántico, en cuyo resultado global sale bien poco de cada uno de estos subgéneros. Y todo a la rusa. Thriller ruso ambientado entre San Petersburgo y Siberia, cine negro con mafiosos rusos, y cine romántico con romances rusos.

 

Siberia: thriller

"¡No más frío! John Wick 4 la rodamos en un país de bermudas y chanclas como mínimo"

 

Todo con unos giros argumentales que en lugar de sorprender al espectador, le aburren hasta caer en alerta de bostezos nivel 5. Un traficante de diamantes viaja a Rusia para un trapicheo (hasta aquí bien), pero el socio ruso con el que debería encontrarse no aparece, así que va haciendo por su cuenta a la espera de que aparezca (hasta aquí bien también). Pero en esa espera conoce a una chica rusa, se enamora, se lía con ella, y a partir de aquí la película se olvida del trapicheo para centrarse en la historia de amor de los dos personajes y en la relación del protagonista con el entorno de la chica (aquí ya no tan bien), mientras es presionado por un mafioso ruso de tebeo de manual, hasta llegar a un tiroteo tan poco emocionante como la partida de parchís de cuatro ancianitas en el salón de juegos de su residencia.

"Los giros argumentales de Siberia, en lugar de sorprender al espectador, le aburren hasta caer en alerta de bostezos nivel 5"

Un romance que aspira a ser sensual jugando la carta del erotismo, pero que como todos aquellos títulos presuntamente eróticos que salieron en los 90 a la sombra de Instinto básico (Sliver, El color de la noche, El cuerpo del delito, Lazos ardientes…), se revela con menos chicha que una mojama. Y miren que Keanu Reeves no es un novato en el cine romántico, ahí están en su filmografía Un paseo por las nubes, Noviembre dulce y Cuando menos te lo esperas, por mucho que el actor intente ahora disimularlo. Pero estamos en las mismas, Reeves y el director Matthew Ross se empeñan en apartarse de lo que sería un thriller erótico al uso, y narran el romance sexual de una manera tan fría (una vez más), que es imposible que el espectador empatice con él. Cuatro polvos mal contados sin enseñar siquiera una mísera teta, con dos amantes que parecen amarse por correspondencia, aunque se suponga que están coladitos el uno por el otro.

 

Siberia: thriller

"Voy tan lento porque en Toc Toc tuve una mala experiencia con el triqui-triqui"

 

Y lo mismo para la parte de cine negro, la que narra el trapicheo de diamantes con la mafia rusa, presentando al padrino ruso interpretado por Pasha Lychnikoff. Lychnikoff compone un mafioso ruso tan exagerado, tan cargado de tópicos, y tan de tebeo, que es imposible creérselo. Como un cruce entre sus personajse en La jungla: Un buen día para morir y Tokarev (no se pierdan la "prueba" a la que somete a Keanu Reeves y a la chica rusa para considerlo su "hermano"). Qué diferencia de la mafia rusa presentada en Promesas del este con Viggo Mortensen, Vincent Cassel y Armin Mueller-Stahl aunque ninguno de los tres fuera ruso. Mientras que los personajes de Promesas del este son serios, creíbles e inquietantes, el compuesto por Pasha Lychnikoff, con su jeto de bulldog siberiano, sus tics, y sus frases lapidarias tipo “La paciencia es como una habitación llena de oxígeno, llega un momento que se agota”, parece salido de un mal sketch de “La hora de José Mota”.

O sea que Keanu Reeves ha acertado de lleno con Siberia, porque no nos cabe duda de que con ella buscaba apuntarse otro punto negro en su curriculum cinematográfico con el que compensar los éxitos de antaño (ay, aquellos tiempos de Le llaman Bodhi...). Nuestro Neo se cansó de ejercer de Neo y de ser el elegido de la taquilla, por eso entre los fracasos y las pelis que no se estrenan (la lista reciente de ambos casos es larga: Toc Toc, La hija de Dios, Toda la verdad, Amor carnal, Hasta los huesos...), el hombre pasa desapercibido. Como sus películas no tienen éxito, no se habla de él, su popularidad desciende como las acciones de bolsa de una discoteca para sordos, y puede vivir feliz en el casi-anonimato. A excepción de John Wick, claro, que por chamba ha significado un reverdecimiento de su gris carrera, a pesar suyo y para satisfacción nuestra. Es lo que tiene haber sido Neo, que nosotros seguimos creyendo en él.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: quien tenga mono de Keanu Reeves hasta que llegue John Wick 3: Parabellum.

No recomendada por Kuato a: quien se quedó con ganas de más fiesta cárnica tras los thrillers eróticos citados de los 90.

Ego-Tour de luxe por: que al menos el retrato de los rusos no resulta tan ridículo como el perpetrado por Vincent Cassel y Mathieu Kassovitz en Oscura seducción.

Atmósfera turbínea por: que Keanu Reeves no salga sin su sotana y sus gafas de sol de Neo ni una sola vez.

 

SIBERIA. Estreno en Venusville: 20/07/2018.

 

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