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SIN TIEMPO PARA MORIR crítica: Bobond y cuenta nueva

Episodio final de la etapa Daniel Craig de Bond. ¿También episodio final de Bond en general?

RAY ZETA

Entre que es el adiós definitivo de Daniel Craig como 007, que los productores sudaron tinta para convencerlo de que interpretara al personaje por última vez, y que a causa de la pandemia provocada por el puto jorobavirus, se ha estrenado con más de un año de retraso, Sin tiempo para morir es acaso la peli de James Bond más esperada de los últimos años. Y un examen final que no da acceso a repetir curso, sino uno del que te echan del centro de estudios si no apruebas. Porque si una peli de principios de saga como Quantum of Solace sale mal, hay tiempo de redirigir la franquicia con las siguientes entregas, como un equipo de fútbol que está en construcción se refuerza a base de fichajes, como significaron Skyfall y Spectre, pero si se pincha en el episodio final, ya no hay opción de recuperación y se pierde liga, Copa y Champions.

Eso es lo que ha pasado en cierta manera con Sin tiempo para morir debido a un error de planteamiento. En lugar de facturar una aventura de James Bond tirando la casa por la ventana, para que Daniel Craig se despidiera de la franquicia por todo lo alto a hombros por la puerta grande, antes de encontrar a un nuevo actor que continuara el legado jamesbondiano, productores y guionistas han confundido al actor con el personaje y han planteado la película justificando la despedida del actor, despidiendo también al personaje. Y lo han hecho con una serie de decisiones tan arriesgadas narrativamente, que dejan a la franquicia Bond en el alambre con un pie sobre un monopatín y otro sobre una piel de plátano, al menos como la conocíamos hasta ahora.

 

"Te lo juro: ahora los martinis con vodka me los sirven 00"

 

Decisiones que generarán más tinta que un reality show de Tele 5, y que desesperarán a los fans de James Bond de toda la vida, más que cuando se han rumoreado posibles cambios de raza, sexo, o ambas cosas. ¿Heredará la saga Lashana Lynch como 007 mujer negra, tal como se ha venido rumoreando? De ser así, le vaticinamos a la saga menos futuro que una litrona en un botellón, pues a juzgar por lo visto en Sin tiempo para morir, la chica tiene menos carisma que una patata caliente, y si de ella depende la seguridad del planeta, apaga y vámonos. A la que salga el terrorista internacional de turno, con ansias de destruir el mundo porque de pequeño los Reyes no le trajeron nunca un tren eléctrico, que nos cojan confesados. Nos extinguimos más rápido que con el Virus T.

No se dejen engañar por las buenas críticas y comentarios que está recibiendo la película en algunos sectores. Los que los efectúan, o no son fans de James Bond o James Bond se la trae al pairo, importándoles lo mismo que si pliegan los calcetines del derecho o del revés, que se llame James Bond, Jaime Borde o Perico de los Palotes. Los giros de guión que tienen relación directa con el personaje, se pasan por el forro su mitología y la historia construida a lo largo de sus casi 60 años de vida. ¿Aceptarían que Hannibal Lecter se hiciera vegano? ¿Verdad que no? Ya no sería Hannibal Lecter… Pues con James Bond lo mismo con sus rasgos más característicos. Hay líneas que no se pueden cruzar, y Sin tiempo para morir no sólo las cruza, sino que encima se las pasa tres pueblos.

“Hay líneas que no se pueden cruzar, y Sin tiempo para morir no sólo las cruza, sino que encima se las pasa tres pueblos”

Si quieren que el personaje evolucione, que lo hagan evolucionar dentro de su mitología sin saltarse los cánones bondianos más sagrados. Está bien que le vayan otorgando un tono más crepuscular a medida que se suceden las películas, como han ido haciendo las últimas entregas, y que con la llegada de un nuevo actor lo resitúen en la casilla de salida, pero no que lo giren como una tortilla de patata. No vamos hacer spoilers para no pincharles el globo antes de tiempo (un globo lleno de agua helada que les va a explotar en plena cara como una sorpresita del Pitufo Bromista), pero sería el mismo caso por ejemplo que si el Joker se regenerara y colaborara como voluntario en un centro de beneficiencia.

Sin tiempo para morir es además cinematográficamente inferior a Skyfall y Spectre. Más larga que las dos juntas (2 horas y 45 minutos, ahí es ná) y aún así con menos acción, al priorizar las subtramas personales del personaje, en especial la amorosa con Leá Seydoux, construyendo un personaje con un arco emocional más rico en matices, pero por eso mismo menos cañero de lo habitual. Si buscan al James Bond solitario, cínico y mujeriego de toda la vida, llévense al cine una lupa de gran aumento porque aquí no lo encontrarán. Acorde con el papanatismo políticamente correcto que estamos viviendo, este James Bond se preocupa más por su futuro, su estabilidad sentimental, el pago de sus facturas, y por pertenecer a una mutua sanitaria, que por salvar al mundo (en toda la peli sólo se folla a Léa Seydoux y porque es su novia, con eso lo digo todo).

 

"No vuelvas a cantarme la canción de J-Lo 'Y el anillo pa cuándo'"

 

La set piece de acción inicial es espectacular, algún tiroteo hay, y en el clímax final se ataca la base del malo como marcan los buenos cánones bondianos, pero en general la peli peca de poca teca accionera por presentar mucha paja narrativa, mucho bla-bla-bla, y mucho melodrama romántico (demasiado). Y tampoco ayuda que los villanos (porque hay dos: Christoph Waltz repitiendo como Blofeld y Rami Malek tomando la alternativa) apenas saquen la cabeza en un par de escenas para decir hola (especialmente sangrante es el desaprovechamiento de Malek en un personaje que tenía todos los puntos para engrosar la lista de habituales villanos Bond aquejados de algún defecto o alteración física), como también ocurre con Ana de Armas como breve chica Bond florero.

Mal sabor de boca pues, en una fiesta de despedida que pese a haber congregado a un numeroso grupo de asistentes, la música no ha acompañado en ningún momento. Habrá que ver qué rumbo toma la franquicia sin Daniel Craig, y si Sin tiempo para morir responde a un plan estratégico concienzudamente diseñado por Barbara Broccoli y Michael G. Wilson (lo que dudamos), o de si es un accidente propiciado por el exagerado papanatismo imperante tan de moda en temas de inclusión (lo que nos tememos). Si es lo primero, démosles un voto de confianza, y si es lo segundo, paciencia, que James Bond volverá a ser el James Bond de siempre después de una primera película a la que auguramos un estrepitoso fracaso. James Bond sólo hay uno, y ellos más que nadie deberían saberlo.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: quien con tal de entretenerse, le dé lo mismo que el agente se llame James Bond o Rocky 003 y medio.

No recomendada por Kuato a: los fans de siempre de James Bond. Saldrán de la película irritados, enfadados e indignados. Resistid y no desesperéis: el tiempo nos dará la razón.

Ego-Tour de luxe por: Ralph Fiennes, Naomie Harris, Ben Whishaw y Rory Kinnear como M, Moneypenny, Q y Tanner, respecticamente. Estos sí que son agentes del MI6 como los de toda la vida.

Atmósfera turbínea por: que puestos a mostrar un James Bond que se come la cabeza, que Woody Allen ya esté demasiado mayor para interpretarle.

 

SIN TIEMPO PARA MORIR. Estreno en Venusville: 01/10/2021.

 

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