SITGES 2009: INFECTADOS (CARRIERS) crítica

Atontados Una pandemia incurable, la población mundial diezmada... ¡y los dos protas se van a la playa con sus chorbas! Por Robert Thornhill

<Imagínense por un momento que el inofensivo virus de la gripe A hubiera acabado con todas sus familias y devastado media Venusville; ¿qué harían entonces? Pues como es “normal”, coger el coche y largarse a  Benidorm porque allí es donde pasan el verano, y claro, ¡cómo va a llegar el virus allí!

   Bien, pues esta chorrada tan grande es la que nos plantea Infectados, una road movie post-apocalíptica donde uno tiene siempre la esperanza de que pase algo y a la práctica no pasa absolutamente nada. Parece que los chicos protagonistas vayan a pasar el fin de semana a la playa sin ninguna preocupación, haciendo bromitas, echando risitas, y sin notarse afectados por haber perdido a sus familias o que la humanidad se haya ido a tomar por culo. De hecho, en el trayecto hacia su paraíso de verano, hacen hogueras, se dedican a jugar al golf, practican juegos sexuales… En fin, lo normal en un ambiente de hecatombe de la humanidad.

"Se habrá tirado un pedo el que tenga las manos rojas..."

   Y es que la peli tiene muchos fallos. Nadie te explica cuál es el origen de esta epidemia tan contagiosa que ni siquiera tiene un antídoto para combatirla y que aniquila a todo ser humano que le afecta. Tampoco te explican cómo se transmite. Se supone que es por el aire, porque los protas llevan unas mascarillas de disfraz de médico de carnaval toda la peli, aunque se la ponen y se la quitan a su antojo. Además hay un par de personajes que, mírate tú, son inmunes al virus. ¡Maravillas de la ciencia! Y ojo, ¡novedad!, no vemos ni un puto marine ataviado con traje de astronauta para luchar contra los infectados y salvar a los supervivientes.

   Uno siempre espera ver en este tipo de pelis (como en 28 días después) zombis repugnantes con ojos saltones pululando a sus anchas en busca de sangre humana, acosando a todo ser viviente que no camine como un pingüino... ¡Pues tampoco! Todos los muertos que se ven en la peli están bien muertos, bien maquillados al estilo de los zombies del vídeo Thriller. De hecho, los únicos “enemigos” que se encuentran a su paso los protagonistas son un perro hambriento y un infectado en las últimas, pero desperdician las escenas sin sacarle el suculento jugo que podrían tener.

"Tú ves poniendo la música que yo voy a por los canutos y las birras"

   Y si uno espera grandes personajes con personalidad y que llenen la pantalla, va arreglado. Son pipiolos sacados de la factoría Sé lo que hicisteis…, infantiles a más no poder y destinados a morir irremediablemente. Al chico malo del grupillo lo interpreta Chris Pine, que interpreta el papel como si aún fuera el capitán Kirk y estuviera en la Enterprise: es un chulillo de cojones que se mete con todos y que trata a su novia como un felpudo. Después tenemos a su supuesto hermano (aunque no se parezca a él en nada) que es un atontado que se deja manipular por su posesiva y malvada novia que sólo está con él por interés.

   Peli insípida pues que intenta dar una vuelta de tuerca al universo apocalíptico, pero que erra en el intento por la falta de credibilidad que transmite./>