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SITGES 2019 crónica 6: Estamos todos locos

Adoration; Extra Ordinary; Color Out of Space; The Vigil

CHEMA PAMUNDI

Última crónica del año. Haciendo balance, si tuviera que elegir los temas dominantes de las películas vistas en este Sitges, diría que han sido el feminismo y el demonio (sí, es una combinación que da para chiste, pero no lo voy a hacer). Lo del feminismo se explica como reflejo de una realidad en la que las mujeres están, por suerte, cada vez más presentes. No tengo datos, pero no me extrañaría que esta hubiese sido la edición del festival con más películas dirigidas por ellas, y es por lo tanto normal que la óptica feminista empiece a dejarse ver en el cine fantástico (tras décadas de todo lo contrario), no ya como mero run-run de fondo o como punto de vista accesorio, sino a menudo como trama central.

Lo del demonio requiere un análisis más complejo. Quizás tenga que ver con el actual auge de los extremismos, tanto religiosos como de los otros, que le dan cierta aura apocalíptica al presente que vivimos (pones cualquier telediario y parece que el mundo se esté acabando YA), o con la potencia metafórica de lo satánico para hablar de esos peligros que no detectamos a simple vista (como la locura), o de las consecuencias que tiene no responsabilizarnos de nuestros actos, o de la búsqueda de satisfacciones inmediatas que nos domina (vender tu alma al diablo a cambio de éxito o fortuna no deja de ser eso, al fin y al cabo). Yo qué sé.

El caso es que la mayoría de películas de terror sobrenatural que he visto en Sitges 2019 han tenido presencia de demonios (o de EL Demonio), de modo que todo apunta a que los cuernos y las cabezas de cabra pueden convertirse en la nueva tendencia del género, recogiendo el testigo de los zombies, que la verdad es que ya empiezan a oler a cuco (yo al menos, he tratado de esquivarlos en la programación de este año tanto como he podido). Habrá que estar atentos, porque ya se sabe que el demonio está en los detalles.

Y nada, que ahí van mis últimas cuatro películas reseñadas en Sitges 2019:

 

ADORATION (Fabrice de Welz, Bégica/Francia, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

A Fabrice Du Welz le gusta lo cotidiano convertido en enfermizo (así ocurría en Calvaire y Alleluia), y el tema de observación elegido para su nueva película es el primer amor, cuando los amantes hacen las cosas sin saber, dejándose llevar completamente por sus tripas y sus hormonas. Los protagonistas de Adoration son Paul, el hijo preadolescente de una enfermera que trabaja en una clínica mental situada en una zona de bosques, y Gloria, una chica tan preadolescente como él que está ingresada en dicha clínica con un cuadro de esquizofrenia. Ambos se topan un buen día y flechazo al canto.

 

SITGES 2019

"Somos como los amantes de Teruel: tonta ella y tonto él"

 

Paul, cegado por el cuelgue amoroso a una edad en la que el cuelgue amoroso sólo se entiende cuando es ciego, no considera a Gloria una enferma sino una especie de “verso libre”. Por eso, decide ayudarla a escapar. ¿A dónde irán? ¿Cómo sobrevivirán? No tienen ni idea. El amor, suponen, proveerá. Sin embargo, sin medicación ni doctores cerca, el comportamiento de Gloria se irá extremando y haciendo cada vez más errático hasta llevar a Paul a caer en otra espiral de locura, distinta pero igual de peligrosa. Porque es incapaz de negarle ninguna de las locuras que ella le pide. En efecto, esto es un dramón de la hostia.

Lo mejor de Adoration es la dinámica que se crea entre los dos protagonistas, cómo ella va perdiendo el contacto con la realidad, cómo él va perdiendo el timón (en realidad nunca lo ha tenido), y cómo eso les lleva a situaciones cada vez más complicadas. Pero la narrativa no engancha del todo, el ritmo tiene momentos de sopor fino y el brusco final deja demasiadas preguntas en el aire y ninguna resolución. La fotografía es brutal, pero si me he dado cuenta de ello es porque, en bastantes momentos, he desconectado de la trama y me he dedicado simplemente a admirar el paisaje de los bosques de las Ardenas. Quizás la he visto demasiado cansado (esto en Sitges afecta a menudo), pero el caso es que me ha dejado un poco igual.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

 

EXTRA ORDINARY (Mike Ahern y Enda Loughman, Irlanda/Bélgica, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Una vidente capaz de hablar con los muertos, pero que está retirada del negocio sobrenatural tras un evento traumático (ahora tiene una autoescuela que no va muy boyante), se verá obligada a volver a usar sus poderes para ayudar a un viudo cuya mujer le sigue echando broncas desde ultratumba y cuya hija va a ser sacrificada por un cantante en decadencia (tuvo un single de éxito hace décadas), a fin de sellar un pacto demoníaco que le devuelva a la senda de los artistas superventas.

Comedia de fantasmas a toda velocidad, mezcla de humor costumbrista, astracanada paranormal y referencias pop estilo Scary Movie a películas famosas del género (aunque con una sutileza que las Scary Movie, mucho más parodias directas, nunca han tenido). Es una ametralladora de gags, y casi todos funcionan en mayor o menor medida. Muchas películas de este estilo tienen bajones o se afofan en su tramo final, pero esta de hecho mejora a medida que progresa, y el clímax es un delirio de chistazos entre monguer e incorrectos.

 

SITGES 2019

"Ahora es cuando cantamos la Canción de la banana como en Bitelchus"

 

Los actores están todos bien, pero quienes se lo curran especialmente son Will Forte como el relamido villano y Barry Ward como el viudo que reclama la ayuda de la vidente (impagables esos momentos en los que es poseído por el espíritu de su mujer, y no sólo cambia de voz y de personalidad sino que le aparece de pronto un cigarrillo en los labios). Curiosamente, la protagonista Maeve Higgins no destaca tanto, quizás porque al fin y al cabo su personaje es el menos estrafalario y más centrado de todos.

Por decir algo malo, Extra Ordinary es también ese tipo de comedia que, me da la sensación, gasta todo su mojo en el primer visionado, sobre todo si dicho visionado tiene lugar en un marco como Sitges, con un público absolutamente predispuesto a establecer comunión. En efecto, la propuesta ha funcionado con precisión relojera: la gente se ha partido las manos aplaudiéndola como en ningún otro de los pases a los que he asistido en la presente edición. No hay mucho más que añadir.

 

Venusentencia: Copas de yate

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COLOR OUT OF SPACE (Richard Stanley, EUA, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Color Out of Space, basada en un relato del escritor H. P. Lovecraft, relata el descenso a la locura, la muerte y el horror cósmicos de la familia Gardner, a quienes les cae al lado de su granja un extraño meteorito de cuyo interior brota un ser aún más extraño, que muta, envenena y pudre todo lo que toca, y al que sólo cabe definir como, precisamente, “un color venido del espacio”. El cuento original es uno de los más emblemáticos de su autor, pero siempre se ha considerado que sus psicotrónicas descripciones de la criatura y del exuberante paisaje que deja a su paso eran infilmables. Se intentó en los 70 con Granja maldita y los resultados fueron pasables como serie B fiestera, pero no lograron capturar la naturaleza de “lo alienígena” que rezuma el texto. Richard Stanley, director maldito donde los haya, lo ha vuelto a intentar ahora, y le ha salido un locurón maravilloso.

Lo que empieza como una lustrosa actualización del terror ochentero rollo The Blob, Cementerio de animales o La cosa, va evolucionando hasta convertirse en un festival de body horror psicodélico que envuelve por completo la narración (el cuarto de hora final es una ida de olla lisérgica que no quieres que pare). El guion no sólo adapta fielmente el relato, tanto en forma como en espíritu (esa voz en off del principio que describe los bosques de Arkham, densos, solitarios y llenos de secretos), sino que lo amplía con acierto contextualizándolo dentro del universo lovecraftiano.

 

SITGES 2019

"Es que cuando recuerdo el flequillo que me pusieron en Ghost Rider, exploto"

 

Vemos rituales sacados del Necronomicon, entidades de pesadilla, visiones de mundos más allá de la comprensión humana, y un tratamiento del descenso a la locura que sabrá reconocer cualquiera que haya echado una partida al juego de rol “La llamada de Cthulhu”; y, como gran maestro de ceremonias, un Nicolas Cage (encarna al padre de familia) que parece sumergido en la misma salsa que cuando rodó la no menos alucinada Mandy el año pasado: disertaciones sobre las alpacas, muecas y gestos locos (en las interpretaciones de Cage, la cara es todo su cuerpo), y un par de esos estallidos de furia tan característicos suyos, que uno diría que son una cláusula exigida por él mismo en los contratos de todas sus películas.

Color Out of Space va a gustar sobre todo a dos tipos de público: los muy zumbados, y los muy fans de las obras literarias de H. P. Lovecraft. Sospecho que a buena parte del resto de los mortales, la arriesgada propuesta de Richard Stanley les va a parecer una matraca ininteligible (un poco como a los protagonistas de la película; “¿El monstruo es un color? ¿Un puñetero color? What the FUCK?”). Una historia sin asideros a los que agarrarse, visualmente hortera y más aburrida que ver secarse la pintura de la pared. Como yo formo de los dos primeros colectivos que he mencionado (los zumbados y los súper fans de Lovecraft), me lo he pasado como Rainman contando en una piscina de bolas. Además, qué narices, los que llevamos a Lovecraft en vena hemos aguantado mucho, nos hemos tragado tremendas mierdas mientras esperábamos una adaptación decente de cualquier relato del autor de “Providence” (hemos ido sobreviviendo a base de un Reanimator por aquí y un Dagon por allá). De modo que tenemos ciertos derechos adquiridos. La gente normal ya tiene sus pelis de terror estándar. Esta es para nosotros.

 

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

 

 

THE VIGIL (Keith Thomas, EUA, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Yakov, un judío desencantado que acaba de dejar de ser ortodoxo, acepta hacer de shomer durante una noche a cambio de 400 dólares que le vendrán la mar de bien. Los shomer, según la tradición judía, se encargan de velar a un muerto que, por lo que sea, no tiene a nadie que rece por él hasta el entierro. Yakov se las promete muy felices (dinero fácil: sentarse al lado del muerto y pasar la noche mirando el móvil), pero al parecer hay algo en la casa (¿el muerto, u otra cosa?) que tiene planes bien distintos...

 

SITGES 2019

"Menos mirar porno necrofílico, lo que quieras"

 

Está bien que el cine fantástico de base religiosa se fije en otras doctrinas más allá de la católica, y The Vigil hace justamente eso, planteando una mitología sobrenatural que muchos no conocíamos, basada en las creencias hebreas. Es atractiva, interesante y da para mucho. Además, la película tiene algunas buenas ideas, como el hecho de que el protagonista no pueda abandonar la casa porque el ente maligno de turno le cruje literalmente los huesos, o el ingenioso uso del smartphone como un elemento más para generar miedo, en lugar de hacerlo irrelevante con la manida excusa de “No tengo batería/No tengo cobertura”.

Por desgracia, todos esos hallazgos acaban derramados como aliño de una trama que es poco más que un encadenado de sustos con el volumen a tope (algunos efectivos, eso sí), una historia de redención personal tirando a insípida, una resolución a la que le falta punch y referencias sutiles pero constantes a El exorcista (desde detalles como la tipografía con la que aparece el título de la película en pantalla hasta el hecho de que Yakov esté atravesando una crisis de fe, o la paleta visual fría y granulada típica de William Friedkin). A The Vigil se le nota demasiado que es la película de debut de Keith Thomas (tanto en la dirección como en el guion). En conjunto se deja ver, pero por puro completismo de género.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

SITGES 2019

 

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