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SITGES 2019 crónica 2: Familia no hay más que una

Ready or Not; The Lighthouse; Daniel Isn’t Real; Darlin'

CHEMA PAMUNDI

Desde hace unos años vengo comentando que a Sitges se le notan de manera creciente los descosidos presupuestarios, y en la presente edición la cosa ha afectado incluso al leitmotiv del festival: Mad Max. Lo único que recuerda al bueno de Max Rockatansky es el cartel, porque aparte de eso no se ha programado ni una sola de las películas de la saga, ni va a venir ni un solo invitado relacionado con el asunto. El director del certamen, Ángel Sala, ya dijo hace semanas que Warner Bros les pedía un pastizal inasumible por cederles Mad Max: Salvajes de autopista. Vale, nos lo creemos. Pero, ¿de verdad tampoco podían proyectar ninguna otra? ¿Ni siquiera traer a un actor de alguna de las pelis, aunque fuera al chavalín que tiraba el búmeran cortante en Mad Max 2, o al tío que hacía de Maestro Golpeador en Mad Max 3? ¿Nada de nada? El homenaje de este año a Mad Max es un homenaje invisible. Es decir, absurdo.

Arranco con las pelis del día:

 

READY OR NOT (Matt Bettinelli-Ospina y Tyler Gillett, EUA, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Grace (Samara Weaving) se casa con Alex, el heredero de una familia que se ha hecho millonaria gracias a los juegos de tablero y de cartas. Los parientes de Alex parecen sentir por la novia una mezcla de indiferencia, desprecio, condescendencia o directamente asco (especialmente la tía Helene, personajazo que parece un Mini Yo de la Cruella de Vil de 101 Dálmatas). Aún así, por su amor hacia Alex, Grace está dispuesta a tragarse el sapo que supone entrar a formar parte de la familia. Lo que Grace no sospecha es que “entrar en la familia” requiere un rito de paso un tanto extremo: deberá sobrevivir a la noche de bodas jugando al escondite en la mansión familiar, mientras los padres y hermanos de Alex (y hasta los miembros del servicio) intentan matarla utilizando todo tipo de armas medievales.

 

 

SITGES 2019

"Ahora sabréis por qué a la Novia de Kill Bill deberían llamarla Mimosín"

 

Desde que El malvado Zaroff diese el pistoletazo de salida en 1932, las películas sobre ricos cazando pobres por deporte han sido un subgénero que ha dado para todo. En Ready or Not da para una comedia negra con toques de terror y suspense, borrica y chisposa. Si no consigue ser más que eso es porque juega conservador y no se atreve a llegar a los extremos de gamberrismo y mala leche que prometía la premisa, y que sí estaban presentes en otra película más desinhibida, amoral y mejor en todos los aspectos como Tú eres el siguiente.

El humor en esta es mucho más slapstick y simple (incluyendo unas cuantas muertes estilo Wile E. Coyote), el comentario social sobre el clasismo es mucho menos afilado, la sátira apenas hace acto de presencia y el final es un “a todo cerdo le llega su San Martín” demasiado moralizante; y aún así, la película está bien: entretiene, tiene gracia cuando tiene que tenerla y te hace temer por la suerte de la protagonista (aquí tiene mucho que ver la carismática interpretación de Samara Weaving, una actriz con una vis cómica poco común). Disfrutable pese a la sensación de oportunidad perdida.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

THE LIGHTHOUSE (Robert Eggers, EUA/Brasil, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Dos hombres guardan un faro en una mini-isla perdida en medio de la puñetera nada. Uno de ellos, Thomas, un viejo lobo de mar interpretado por Willem Dafoe, está al mando y se diría que lleva toda la vida en ese lugar. El otro, Ephraim, un joven taciturno interpretado por Robert Pattinson, es el ayudante novato del primero, y acaba de llegar. Desde el principio, queda claro que la relación entre ambos hombres en esa situación de aislamiento extremo no va a ser precisamente modélica. Thomas trata a Ephraim con dureza, encargándole los trabajos más duros y humillantes mientras él se dedica exclusivamente a preparar la comida y guardar la luz del faro. Ephraim, por su parte, parece tener demonios interiores que no exterioriza, y que le llevan a tener surrealistas pesadillas sobre monstruos marinos y a enemistarse con una gaviota empeñada en sacarle de sus casillas. Desde sus primeros fotogramas, sabes que The Lighthouse no va a acabar bien. La única duda está en saber quien de los dos personajes matará antes al otro, o si se matarán mutuamente.

 

SITGES 2019

"Te desafío a un combate Batman VS. Duende Verde cuando quieras"

 

The Lighthouse es una película que gustará sencillamente porque está diseñada para gustar. No se puede criticar fácilmente algo tan milimetrado en todos los apartados que definen lo que es el cine: la rotunda fotografía, la evocadora puesta en escena, las furiosas interpretaciones (Willem Dafoe descomunal, y Robert Pattinson aún mejor, por el simple hecho de que su papel tiene más claroscuros), el apocalíptico diseño de sonido (pocas veces una tormenta de película ha dado más miedo)... y encima está rodada en blanco y negro, que es “el color del cine”.

O sea, a quien no le guste esto siempre podrá argumentar que es un peñazo en el que no pasa casi nada, pero el aburrimiento es una característica que la intelectualidad siempre ha asumido como una medalla que da fuste a las obras artísticas; y, sin embargo, por debajo de la innegable brillantez morfológica de The Lighthouse lo cierto es que cabía esperar algo más que un simple tour de force de puesta en escena, un desarrollo menos momificado, que combinase mejor las ambiciones puramente estéticas con la sustancia dramática. Eso era algo que el director Robert Eggers hizo muy bien en su anterior película La bruja, y es algo en lo que aquí trastabilla un tanto, o que simplemente no le interesaba hacer. The Lighthouse es por lo tanto una película sobre dos tipos que se emborrachan, se gritan y se destruyen mutuamente en medio de una tempestad ensordecedora. Pero no es nada más que eso. ¿Es suficiente? Cada cual sabrá. A mí particularmente me ha gustado, pero me voy a tener que guardar los cohetes que tenía preparados.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

DANIEL ISN'T REAL (Adam Egypt Mortimer, EUA, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Los dos protagonistas de Daniel Isn’t Real son Luke (Miles Robbins), un estudiante universitario con una madre enferma mental, y Daniel (Patrick Schwarzenegger, en el que quizás sea su primer papel convincente), el amigo imaginario del primero, que ya se le aparecía cuando eran niños y le daba ideas locas (por ejemplo, vaciarle a la madre un tubo de barbitúricos en el batido), y al que tuvo que “encerrar” de manera figurada en una casa de muñecas para que dejara de influirle. Ahora Daniel ha vuelto, y con él lo bueno y lo malo que aportaba a la personalidad de Luke. Lo bueno es una mayor seguridad en sí mismo y lo que parece ser un pozo de conocimiento infinito a la hora de ligar con chicas. Lo malo... que es un puto psicópata.

 

SITGES 2019

"Si no te porta bien, le digo a mi papá que venga del futuro a 'terminarte'"

 

Daniel Isn’t Real es una de esas películas que intenta hacer a la vez demasiadas cosas y no maravilla en ninguna de ellas... pero todas le salen bien. Mezcla con acierto el terror psicológico y el terror cósmico, dice cuatro cosas lúcidas sobre el male bonding y las masculinidades tóxicas, refleja desórdenes mentales como la esquizofrenia o la paranoia sin caer en el ridículo, traza conexiones astutas entre la locura y la inspiración artística, y a la vez mantiene el pulso como un thriller de terror razonablemente divertido sobre desdoblamientos de personalidad. En este sentido, ni siquiera las comparaciones con otros títulos muy superiores a los que claramente homenajea, como El club de la lucha o Donnie Darko le restan mérito o carisma.

Los únicos momentos en los que la cosa embarranca un poco tienen que ver con algunas decisiones de puesta en escena a las que se les ve el cartón (si no tienes presupuesto para representar una prisión onírico-infernal en la mente del protagonista, pues no la representes y ya nos la imaginaremos, pero no ruedes la escena en unas catacumbas decoradas con lamparitas de neón, por Dios, que parece una discoteca de extrarradio...). Pero vamos, que en conjunto Daniel Isn’t Real es una pieza de género competente y que insufla cierto aire fresco a un tema de lo más manido.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

DARLIN' (Pollyanna Macintosh, USA, 2019)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Darlin' es una continuación directa de The Woman de Lucky McKee, que se presentó en Sitges 2011 con muy buena acogida. Juntas, forman parte de una de las sagas más rocambolescas del cine de terror moderno, ya que ambas son secuelas de la película Offspring, basada en una brutalísima novela de Jack Ketchum que es a su vez la continuación de otra novela del mismo autor, "Off Season", que (a pesar de ser bastante mejor) extrañamente nunca se ha llevado al cine. Es un poco como si la saga Tiburón hubiese empezado directamente con Tiburón 2. Pollyana MacIntosh, que protagonizó tanto Offspring como The Woman, debuta como guionista y directora con Darlin', además de volver a interpretar a su icónico personaje de mujer caníbal asalvajada, aunque esta vez se quede en labores secundarias: la protagonista aquí es OTRA caníbal asalvajada, su hija adoptiva, una adolescente a la que “the woman” abandona desnuda y desorientada sin motivo aparente en un hospital. Tras sedarla, lavarla, hacerle un chequeo médico y comprobar que no habla y que reacciona más como un animal que como un ser humano, los médicos aceptan entregarla a un hospicio/parroquia para que allí la cuiden y la “civilicen” como Dios manda; y claro, lío.

 

SITGES 2019

"Si fracasamos, colamos la peli como una secuela de Crudo, y listos"

 

La dirección de MacIntosh es tan tosca y rudimentaria como deslabazado y dubitativo es su guion, que durante demasiado rato ni siquiera parece tener sentido hasta que las piezas encajan (algunas son tan inverosímiles que no llegan a encajar nunca), y que tira de algunos tópicos que te hacen girar los ojos (el cura villano de tebeo). Aún así, Darlin' también atesora un par de cualidades que te hacen aguantar entretenido hasta el final: en primer lugar algunas tramas con más subtexto psicológico y retranca social de lo que cabría esperar en una obra cuyo espíritu no deja de ser el de un divertimento gore.

En segundo lugar, y esto es lo que realmente la salva del tedio y la vergüencita ajena, la protagonista Lauryn Canny, un espectacular acierto de casting que logra transmitir a partes iguales ternura y sensación de amenaza mortal (a menudo en una misma escena). A grandes rasgos Darlin' no funciona, pero a la vez exhibe una ambición y una valentía que hacen albergar esperanzas sobre la carrera de Pollyana MacIntosh como directora, a poco que sepa pulir su estilo visual y centrar su narrativa.

 

Venusentencia: Dos caras Harvey

INF VNV 3

 

SITGES 2019

 

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