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SITGES 2021: DEMONIC rueda: Neill Blomkamp, el tecnológico

Neill Blomkamp presenta Demonic a modo de gurú de las nuevas tecnologías experimentales

RAY ZETA

El público y la prensa del Festival de Sitges es un colectivo la mar de entendido, de eso no hay duda, por eso disfruta (disfrutamos) por igual de la presencia de directores consagrados como Peter Weir, William Friedkin o Paul Schrader, que de jóvenes directores innovadores del fantástico como Duncan Jones, Leigh Whannell o Brad Anderson. Neill Blomkamp estaría en este segundo grupo, pues con District 9 sentó las bases en 2009 de una nueva ciencia ficción hecha con cuatro duros, cuatro cañas, y mucho descaro y desparpajo.

Neill Blomkamp estaba llamado a revolucionar el cine fantástico independiente con cada uno de sus posteriores trabajos, pero con Elysium se le acusó de venderse a los grandes estudios, y con Chappie recibió tantas malas críticas, insultos y escupitajos, que desde entonces sólo ha dirigido cortometrajes. Hasta que llegó la pandemia y decidió rodar una pequeña película financiándosela él mismo para sentirse ocupado con algo: Demonic. Una peli que pese a la originalidad de su propuesta, entrar en el cerebro de una persona poseída, no está teniendo la acogida esperada.

 

"Chappie era un homenaje a Johnny 5, pero nadie lo entendió"

 

Quizás por eso el Neill Blomkamp que tenemos delante se muestra serio, distante, y diríase que incluso desconfiado. Empieza contándonos cómo surgió Demonic: Demonic se creó de una forma muy rara, no se hizo para nada de una manera normal. Normalmente te sientas, escribes un guión y lo haces, pero el Covid lo paralizó todo, así que la película fue financiada por mí mismo y mi hermano. Queríamos rodar algo mientras durara el Covid, así que cogí elementos que me interesaban y los mezclé, y la película es el resultado de todo eso”.

Y continúa largando de lo que descubrimos es su auténtica pasión: la tecnología. Para él, hacer cine es el pretexto para experimentar con la tecnología más avanzada, y no se esconde a la hora de reconocerlo: “Para la estética en las secuencias de dentro del cerebro, empleé una tecnología llamada ‘fotogrametría’. Toda la película se hizo para poder utilizar esta tecnología. Ninguna película lo había hecho hasta ahora, pero con el tiempo todas las películas la utilizarán porque puedes coger actores y ponerlos en entornos tridimensionales.

Demonic se creó de una forma muy rara, no se hizo para nada de una manera normal”

Y como un conejito de Duracell, sigue, sigue y sigue elogiando las excelencias de dicha tecnología: “Películas como Avatar o las de superhéroes Marvel utilizarán esta tecnología cuando la resolución haya subido lo suficiente”. La rueda está llegando a su fin y casi no se ha hablado de cine, así que casi a su pesar, compara Demonic con La celda: “La celda tiene similitudes con Demonic porque en ambas se accede a la mente de alguien, pero la diferencia fundamental es que nosotros vamos a la mente de un poseído demoniacamente. Y eso lo diferencia de La celda, aunque La celda mole”.

¿Y qué es mejor? ¿Trabajar en una película de bajo presupuesto con plena libertad creativa, como Demonic, o para un gran estudio como hizo con Elysium? “Cuando haces una película de dos horas, y el público espera ver algo que encaje con sus expectativas, es mejor hacerlo con un gran estudio, porque aunque haya restricciones creativas, tienes mucho más dinero y más recursos, y el resultado es mejor. En el caso de Demonic no teníamos recursos, pero así son las películas de bajo presupuesto”.

 

"Ridley Scott tiene los huevos así de grandes"

 

Y tu preocupación de mostrar en todas tus películas una humanidad destructiva, ¿es de ahora o la tienes desde pequeñito? “Es la manera como yo veo a la humanidad. Creo que hay destellos de bondad en la humanidad, pero en general no estamos en la mejor situación. Así es como veo el mundo y eso infecta todo en lo que trabajo. Es algo más subconsciente que consciente, no me siento y pienso que voy a hacer una película ultraviolenta en la que voy a mostrar la peor versión de la humanidad…”

Por fin conseguimos que Neill Blomkamp olvide la dichosa fotogrametría y hable de cine, lástima que la rueda se esté ya despidiendo… Veníamos a hablar de pelis de ciencia ficción, y hemos acabado asistiendo a una charla sobre las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Cojonudo, pero nosotros no nos vamos de aquí sin que nos responda a lo siguiente, aunque sea fuera de tiempo, como así hace: ¿habrá District 10 y una nueva versión de Alien? District 10 sí, dice, pero nuevo Alien no. ¿Y eso? “Porque Ridley no me deja”.

 

 

Neill Blomkamp lleva la tecnología a Diario de Venusville

 

■ SITGES 2021

 

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