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SONIC, LA PELÍCULA crítica: Detective Sonikachu

Fallida adaptación del videojuego Sonic con un erizo pariente de Pokémon: Detective Pikachu

RAY ZETA

Dijo una vez un ejecutivo de Sega, que la diferencia entre los consumidores de Sega y los de Nintendo, las dos empresas de videojuegos rivales por antonomasia durante el siglo XXI, consistía en el tamaño de sus penes. Según él, los jugadores de Sega lo tenían grande y los de Nintendo pequeño. El ejecutivo en cuestión era un cachondo, porque con sus declaraciones hacía referencia a la media de edad de los consumidores. Mientras los de Sega eran en su mayoría adultos, los de Nintendo eran en su mayoría niños, y de ahí la diferencia de sus medidas peneanas.

Aunque viendo Sonic, la película se diría que a los consumidores de Sega se les ha encogido, porque si el film es ejemplo del tamaño que gastan ahora, todos deben tenerla más pequeña que Sin Chan. Porque decir que el film va destinado a niños de hasta doce años es mentir. Dejémoslo en la mitad. Niños hasta los seis años y gracias. De ahí que todo el público masculino que sobrepase los cinco centímetros de polla (perdón, queríamos decir de pene), que se abstenga de ir a verla o que lo haga bajo la etiqueta de pichacorto.

 

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Igualito como sucedió con Pokémon: Detective Pikachu. Se coge un personaje de videojuego graciosito, se decide darle una película, y se hace de la manera más burda con un guión que no es más que un pretexto para hacerlo salir en pantalla haciendo infantiladas. Así, Sonic pasa de su planeta Green Hill a un pueblecito de Montana llamado "Green Hills" por la justificación más patillera jamás inventada, y a partir de ahí llena los huecos de la historia dejados por el videojuego con un nivel de primero de primaria, que provocará el sonrojo de los que ya estén en segundo.

La sensación es que más que promocionar el videojuego, la intención de los responsables es vender muñequitos y colocar merchandising en las happy meals del McDonald's. Sea el erizo Sonic, Pikachu, los pitufos o los muppets, en lo único que se sustentan sus respectivas películas es en su ñoña relación con personajes humanos inexistentes en el material original (aquí el sheriff del pueblo, interpretado por el sosainas de James Marsden), y en escenas de lucimiento para sus monerías como si fueran gatitos chisposos de videos de YouTube.

"Decir que Sonic, la película va destinada a niños de hasta doce años es mentir. Dejémoslo en la mitad. Niños hasta los seis años y gracias"

Sí, alguna referencia hay al videjuego aunque sea de refilón y eso sea lo de menos. Salen los anillos protectores, aunque con una funcionalidad diferente, el doctor Doctor Robotnik, y los engendros mecánicos  de éste, aunque no sean Badniks con animales atrapados en su interior. También salen los loopings o portales espaciales en el más puro estilo del Doctor Strange, y sonidos y melodías fácilmente reconocibles para los fans del videojuego que han pasado horas y horas gastando las yemas de sus dedos de tanto darle al joystick.

Y Sonic the Hedgehog, claro, el erizo azul tan o más rápido que Speedy González, el Correcaminos y The Flash juntos, aquí simpático y parlanchín en todo un acierto tanto de personalidad (se permite incluso chistes cinematográficos) como de diseño, después de que Paramount aceptara sensatamente a rediseñarlo por completo tras las críticas que sufrió el primer trailer. Un Sonic que bebe tanto de los videojuegos como de las series animadas, que no duda en disfrazarse como si fuera Mortadelo, realizar travesuras como Zipi y Zape, y protagonizar escenas de acción en la más pura tradición Quicksilver.

 

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Aunque de las escenas se adueñe Jim Carrey como el Doctor Robotnik. Leerán que Jim Carrey está cargante y así es, pues despliega todo su desmesurado y sobreactuado arsenal de muecas como si estuviera en una secuela de La máscara, Ace Ventura, Mentiroso compulsivo o Como Dios, pero qué diantres, en una película en la que la línea general es la ñoñería más bobalicona, el histrionismo de Carrey se antoja como una brisa de aire fresco. A su lado, Sonic no es más que un muñeco de peluche achuchbale y James Marsden un pánfilo abofeteable.

Otra adaptación de videojuego fallida, pues, como lo fue Pokémon: Detective Pikachu por pasarse también de infantil. Y es que las adaptaciones de videojuegos (y de las series animadas, miren si no Inspector Gadget y Las aventuras de Rocky y Bullwinkle) se antojan más difíciles para los guionistas actuales que una adaptación de las dos mil páginas de “Guerra y paz”, por presentar demasiados vacíos de guión que llenar. Esperemos que la inminente Uncharted sea la excepción que confirme la regla. Al menos no tendrá personajillos amarillos y azules con los que indigestar una happy meal.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: los pitufos, el genio de Aladdin, Sully de Monstruos y los na’vi de Avatar, para que junto a Sonic presenten batalla azul a los amarillos Pikachu, Mochilo, los Minions y los Petisos Carambanales.

No recomendada por Kuato a: quiera quitarse el mal sabor de boca dejado por Pokémon: Detective Pikachu. Con Sonic, la película sentirá aún más la amargura bajando por el gaznate.

Ego-Tour de luxe por: pese a todo y resultar histriónico, superactuado y cargante, Jim Carrey.

Atmósfera turbínea por: hacer del Sonic the hedgehog un muñequito de peluche ñoño, fifi y ramplón, que sólo hace monerías ñoñas, fifis y ramplonas.

 

SONIC, LA PELÍCULA. "Sonic the Hedhehog" (2020). Dirección: Jeff Fowler. Guión: Josh Miller, Patrick Casey, Oren Uziel. Reparto: Jim Carrey, James Marsden, Neal McDonoug, Ben Schwartz, Debs Howard, Michael Hogan, Leanne Lapp, Lisa Chandler, Adam Pally, Frank C. Turner. Estreno en Venusville: 14/02/2020.

 

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