SUPERMAN RETURNS crítica: Vuelven los calzones rojos

Vuelven los calzones rojos

Superman regresa tras una larga ausencia en la que
ha estado de picos pardos, descompuesto y con niño

Por Beto

<Superman nunca ha sido uno de mis personajes de cómic favoritos, vaya por delante este comentario, pero a pesar de ello supongo que todos los amantes del cine fantástico ya teníamos ganas de ver de nuevo a esos calzones rojos cruzando los cielos de Metrópolis, y defendiendo a sus ciudadanos de villanos, malhechores y amenazas varias. Tras el fiasco de la producción de Canon Group Superman IV, el Hombre de acero ha permanecido en estado letárgico (series televisivas aparte), casi 20 años. Posteriormente la Warner volvió a adquirir los derechos del personaje, y tras unos bailes continuados de futuribles directores y actores decidió confiar la dirección a Bryan Singer, que asumió el reto de devolver su antiguo esplendor a Superman.

Para ello, retoma la historia cinco años después de que nuestro héroe se despidiese de Metrópolis a la francesa y decidiese hacer un viaje de placer por los restos del planeta Krypton, intentando encontrar vestigios de su antigua civilización y tal vez respuestas a sus orígenes… o simplemente es que estaba hasta los cojones de los blandengues de los humanos y por eso decidió perderse por los restos de Krypton para descansar un poco. Vamos a ver, Bryan, si en lugar de dedicarte tanto a forrarte los bolsillos con la serie House hubieses dedicado un par de horitas a revisionar Superman, te hubieses dado cuenta de que en los tochos flotantes de Krypton era imposible que quedase nada en pie, ya que quedó literalmente hecho papilla. Y si esto es así, y según palabras del nuevo Hombre de acero cuando regresa de su viaje, no quedaba nada en pie en su antiguo planeta, ¿de dónde se supone que sale la nave con la que vuelve a la Tierra? ¿Acaso hay un servicio de rent-a-starship en medio de la galaxia?

"Me he puesto las calzoncillos por fuera porque sé lo que te gusta quitármelos"

Si obviamos este desliz inicial, podemos observar que la cinta transcurre bajo los cánones del Superman ideado por Richard Donner, es más, podríamos decir que cumple con solvencia el reto de devolver a la saga el esplendor de sus dos primeros films (del tercero y, sobre todo, de la cuarta entrega mejor no hablar), y también podríamos decir que Brandon Routh cumple con creces el reto que tenía para suplir al malogrado Christopher Reeve encarnando al Hombre de acero (de hecho es un Superman mucho más creíble que los ofrecidos en las series Smalville y Lois y Clark). Eso sí, se le puede considerar un buen sucesor aunque no llega a alcanzar el carisma de Reeve.

Bryan Singer, siguiendo la estela marcada por las dos entregas de X-Men que dirigió, busca profundizar en las emociones de los personajes y nos muestra a un Superman más humano y vulnerable que en ninguna de las otras entregas vistas hasta la fecha. Y es que, además de enfrentarse con los peligros diarios, nuestro héroe tiene que lidiar con los problemas cotidianos de cualquier mortal, como por ejemplo, ver que a su novia se le han inflado las narices de esperar su vuelta del tour galáctico y está liada con otro. Y para acabar de liar el asunto, se ve que antes de marcharse de picos pardos la dejó embarazada. ¡Toma ya! Dentro de poco, para elaborar el guión de la siguiente parte de Superman (si es que la hay), la Warner contratará a cualquier guionista especializado en culebrones sudamericanos...

"Superman Returns transcurre bajo los cánones del Superman ideado por Richard Donner y cumple el reto de devolver a la saga el esplendor de sus dos primeros films"

Y no es que quiera mofarme excesivamente con el tema del vástago de Clark Kent, peo es que tiene guasa la cosa. Resulta que se nos presenta al chavalín como un crío asmático y hasta diría que enclenquillo, y justo cuando su madre se encuentra en una situación de peligro mortal, el susodicho saca fuerzas de no se sabe dónde y aplasta al matón que ataca a su madre… ¡con un piano! Ya me disculparán, pero en lugar de producirme sorpresa y hallar interesante la situación, lo que me provoca es hilaridad. Con todo lo comentado, obvia decir que lo que más patina en esta nueva secuela es el guión, indudablemente.

Tampoco es mi intención dejar con las vergüenzas al aire a Superman Returns, ya que también tiene muchos elementos que juegan a su favor, como el estilo donneriano del film que ya hemos comentado, la correcta distribución a lo largo de la película de las escenas de acción, el apoyo en unos excelentes efectos especiales y, sobre todo, el elenco de actores que intervienen en la película.

"Gene Hackman era un nenaza que interpretó a Lex Luthor con peluca"

Si ya hemos hablado del acertado descubrimiento de Brandon Routh, no nos podemos olvidar de la gran interpretación de Kevin Spacey como Lex Luthor. Este Lex completamente histriónico nos gusta mucho más que la interpretación de Gene Hackman, que nos mostraba a un villano un poco tontaina. También sale ganado con el cambio Lois Lane, ya que Kate Bosworth da más entidad a su personaje que Margot Kidder. Además de Spacey y Bosworth, Bryan Singer (todo el reparto lo eligió él personalmente) se ha vuelto a acordar de su actor fetiche, James Mardsen como novio de Lois, del siempre competente Frank Langella como Perry White, y de una musa del cine independiente como Parker Posey, que está genial en su papel como amiguita de Luthor (la típica tontita que al final resulta que no lo es tanto).

Con la esperanza que los mandamases de la Warner lean esta humilde crítica y decidan ventilarse al guionista Michael Dougherty, esperaremos la próxima secuela de Superman. Si alguien no puede aguantar hasta entonces, que se ponga unos gayumbos rojos por encima de los tejanos y se mire al espejo, a ver si así se le quita el mono por un tiempo./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: todos los estudios de televisión que han adaptado *Superman* a la pequeña pantalla. A ver si se enteran de una vez de que el Hombre de acero es un personaje de pantalla grande, ¡hostia!.

		No recomendada por Kuato a: quien espere villanos al estilo de *X-Men*. Superman no es esto, por si no lo sabían.

		Ego-Tour de luxe por: la Fortaleza de la soledad. Una de las aportaciones más cojonudas del cómic. Propongo que se hagan visitas guiadas al estilo de la casa de Elvis en Graceland.

		Atmósfera turbínea por: el niño con superpoderes. A ver si empezaremos como en *Batman*, ¡que al final toquisqui llevaba antifaz!