UN PLIEGUE EN EL TIEMPO crítica: La historia interstellable

Fallida fábula Disney entre La historia interminable e Interstellar en Un pliegue en el tiempo

Está claro que con tanta película de superhéroes Marvel, episodios de Star Wars, pelis animadas y versiones reales de sus clásicos animados, a Disney se le ha olvidado cómo hacer películas que no tengan nada que ver con estos universos. La prueba es Un pliegue en el tiempo, la mayor colección de despropósitos a cual más ridículo. ¿Justificado por ser una película infantil? Déjenme que me carcajee. Películas infantiles son por ejemplo La historia interminable, Jumanji o Viaje al centro de la Tierra, y son divertidas, ágiles y coherentes con lo que explican. Un pliegue en el tiempo, en cambio, no sólo no presenta ninguna de estas cualidades sino que encima las pisotea como Godzilla pisotea rascacielos por Nueva York.

Ya para empezar, el guión que adapta la novela “Una arruga en el tiempo”, escrita por Madeleine L’Engle en 1962, es un churrito de muy señor mío, pues es incapaz de explicar con algo de coherencia conceptos tan complicados como el espacio, el tiempo, los agujeros de gusano y el teseracto. Soy consciente que al tratarse de una película destinada al público más joven, tampoco necesita las sesudas explicaciones que daba Christopher Nolan en Interstellar, pero se hubiera agradecido al menos que hubiera tenido un mínimo de pies y cabeza para no tener la continua sensación de que todo sucede por la patilla. Porque en Un pliegue en el tiempo, todo, absolutamente todo, sucede por la patilla.

"No pasa nada por estar mal explicado, en Interstellar tampoco se entendía una mierda"

Desde las tres hadas madrinas (seres de luz, las llaman aquí) que se aparecen, a todos los escenarios por los que van transitando los protagonistas, pasando por los peligros a los que se enfrentan y las criaturas y personajes fantásticos que por allí asoman. Es como si Ava DuVernay hubiera metido en una coctelera todas las películas que presentan mundos fantásticos, como Más allá de los sueños, Alicia en el país de las maravillas, Tomorrowland: El mundo del mañana, y las citadas La historia interminable, Jumanji y Viaje al centro de la Tierra (y La isla misteriosa, claro), la hubiera agitado, y hubiera plasmado en pantalla la mezcla sin pasarla por un filtrado previo.

Un pliegue en el tiempo es la mayor colección de despropósitos a cual más ridículo"

Y encima con una puesta en escena tan exageradamente digitalizada, que pese a querer ser el plato fuerte de la película, se revela tan indigesta por exceso como el empacho de una sobreingesta nocturna de fabada. Tan grandilocuente, desmesurado y pomposo es todo en Un pliegue en el tiempo, que hasta el vestuario diseñado por Paco Delgado para las tres hadas (perdón, seres de luz) interpretadas por Reese Witherspoon, Oprah Winfrey y Mindy Kaling, y los “sombrereros locos” Zach Galifianakis y Michael Peña, se antoja tan ridículo como sus personajes (en contraposición, Chris Pine como científico extraviado en el espacio-tiempo parece un homeless, misterios de la física cuántica, o sea de la ciencia).

"Así, así, como más de lejos nos enfoquen y menos se nos vea, mejor"

Y por si todo esto no fuera poco, en su afán de consolidarse como un producto políticamente correcto comercial y familiar, Un pliegue en el tiempo despide más tufo que Pepe Le Pew. Su continuo mensaje de que el amor todo lo puede (lo entendemos a la primera, no hace falta que nos estén machacando con él durante todo el metraje), su variedad multirracial (los hermanos protagonistas son una negrita y un latino, y les acompaña, cómo no, el pretendiente blanquito de la hermanita), tratar temas como el acoso escolar y la marginación social, y colar a modo de videoclips de la MTV, toda una serie de canciones enlatadas que no sirven más que para enlentecer la acción (dudamos que para vender discos).

Ya ven pues que nada absolutamente se salva de la película. Un pliegue en el tiempo es de esas obras que pasará a la posteridad por no haber acertado ni una a derechas: ni a nivel de guión, ni a nivel de puesta en escena, ni a nivel de interpretación, pues por mucho que en el reparto salgan nombres como los citados, ninguno de ellos puede hacer nada para sacar a flote su personaje de tan ridículo que resulta, dando como resultado global un despropósito monumental. Por eso desde aquí le pedimos encarecidamente a Disney que se dedica exclusivamente a producir películas de superhéroes Marvel, episodios de Star Wars, pelis animadas y versiones reales de sus clásicos animados. El público lo agradecerá y su prestigio también.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

Recomendada por Kuato a: quien crea que Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo son dos películas sobrias.

No recomendada por Kuato a: quien los colorines de Del revés ya le pusieron nervioso.

Ego-Tour de luxe por: el dragón-hoja, aunque sólo sea porque recuerda a Falkor, el dragón de La historia interminable, a modo de homenaje involuntario.

Atmósfera turbínea por: todo el conjunto, pero ver a actrices y actores de esta talla de una guisa tan ridícula, hace parecer elegante cualquier caracterización amamarrachada de Johnny Depp en una película de Tim Burton.

■ UN PLIEGUE EN EL TIEMPO. "A Wrinkle in Time" (2018). Directora: Ava DuVernay. Guión: Jennifer Lee. Reparto: Storm Reid, Chris Pine, Reese Whiterspoon, Oprah Winfrey, Gugu Mbatha-Raw, Mindy Kaling, Michael Peña, Zach Galifianakis y Levi Miller. Estreno en Venusville: 09/03/2018.