UNICORN WARS rueda: Osis VS. Unis

**Presentación de Unicorn Wars cantando “Osis, Unis” como el “Tigres, leones” de Torrebruno**

Tras ver una película de animación tan gamberra como Unicorn Wars, con ositos en guerra con unicornios, sin escatimar cuerpos despedazados, miembros cercenados, intestinos desparramados, y más sangre a borbotones que en una peli de la Guerra del Vietnan, uno se esperaría que el equipo responsable de la cinta acudiera a la rueda con crestas de color verde y más piercingueados que el Jerjes de 300, pero nada más lejos de la realidad, porque Alberto Vázquez y su equipo llegan la mar de arregladitos, repeinaditos, y diríamos que incluso modositos.

Y es que una cosa es lo que se muestra en pantalla, y otra muy diferente lo que se hace en la vida real, y aquí lo que ha hecho Vázquez ha sido expandir las tramas y los personajes del corto Sangre de unicornio, a su vez proveniente de un cómic, para hacer que Unicorn Wars sea una realidad. En palabras del propio Alberto Vàzquez, “una película bélica que mezcle el universo de autor con una historia mitológica y religiosa, una mezcla entre Apocalypse Now, Bambi y La Biblia, y también un contraste entre lo bonito y lo oscuro, entre el Bien y el Mal”.

"También me he inspirado en el Oso Yogui, Baloo y Winnie the Poo"

Casi nada, aunque como decía Superatón, no se vayan todavía que aún hay más, pues Alberto Vázquez sigue citando los temas de los que habla Unicorn Wars, que son “los conflictos familiares, la pérdida de inocencia y el dolor”. Y cita también todos los referentes de los que se ha nutrido para escribir y dirigir la película, que son muchos y muy variados: “Películas de Disney, del Vietnam, La Biblia, sobre todo el Antiguo Testamento, el arte medieval, el anime, la ilustración clásica de libros infantiles… La película bebe de un montón de influencias muy diferentes”, sentencia.

“Unicorn Wars es una mezcla entre Apocalype Now, Bambi y La Biblia”

No está mal para una película de animación, aunque la productora Chelo Loureiro insiste en que se debe dejar de hablar de películas de animación de una vez por todas, y hablar de películas a secas, pues durante muchos años el cine de animación se ha relacionado con el cine infantil y eso ya es cosa del pasado. Ahora hay cincuenta mil ejemplos de películas que siendo de animación no tienen nada de infantiles, pues son políticas, históricas, de denuncia, gamberras… Cierto. Incluso hay alguna como Unicorn Wars que lo trata todo a la vez y encima con humor, violencia y algún toque gore.

"Mi próxima película contará la guerra entre Pitufos y Diminutos"

Quizás por eso fue tan difícil de financiar, a pesar de que Alberto Vázquez venía de ganar el Goya a Mejor película de animación por Psiconautas, los niños olvidados. “Ganar un Goya no sirve de nada”, dicen con tristeza. “También hay que tener en cuenta que Unicorn Wars es una película de animación compleja, pues la mayoría de películas de animación para adultos son más sobrias, sin necesidad de tener efectos, como Persepolis o Vals con Bashir, sin embargo Unicorn Wars sí los tiene, y eso la hace más complicada”.

Claro, hay que animar los ositos y los unicornios sin escatimar efectos cuando se despedacen mutuamente a granadazos… Por cierto, y ya para terminar, ¿por qué ositos y unicornios? Alberto Vázquez, responsable o culpable según se mire, de la elección, nos da la respuesta: “Porque son dos iconos de la infancia, además son universales, pertenecen a todas las culturas, y son anacrónicos, no tienen un lugar o tiempo definido. Todo el mundo los entiende y todo el mundo empatiza con ellos”. Eso sería antes de verlos en un charco de sangre con los intestinos desparramados…