WHITE BOY RICK crítica: Gramito de nieve

Drama policíaco con traficantes y drogatas como para montar una droguería, en White Boy Rick

■ SAPO

Desde los años 20 del siglo pasado, la ciudad de Detroit había sido el centro de la otrora poderosa industria del automóvil americana. Pero, a partir de los años 70, la ciudad sufrió un cataclismo cuando confluyeron diferentes factores todos ellos devastadores: la deslocalización de las fábricas en busca de una mano de obra más barata, la crisis del petróleo que lastró la industria automovilística en general, y la inundación del mercado americano por vehículos procedentes de Japón y de Europa. Entonces, la gente con recursos abandonó la ciudad en la que sólo quedó la masa de gente humilde, fuertemente empobrecida y con pocas expectativas laborales. Ello llevó a una quiebra económica de las finanzas públicas y a una degradación del entramado urbano. Perfecto caldo de cultivo para el florecimiento del consumo y tráfico de drogas.

Precisamente en este entorno social se desarrolla la trama de la producción White Boy Rick, basada en la historia real de Richard Wershe Jr en la década de los 80. La película nos relata los tres años que van desde el primer contacto del adolescente protagonista con el submundo de la droga hasta su fulminante caída desde el modesto pedestal que se había construido con su actividad de traficante. El relato avanza en dos realidades paralelas. Por un lado, la de la familia del blanquito Rick con su padre como patriarca además de su hermana y abuelos, todos muy ligados a su barrio de siempre; y por otra, la del ambiente de sórdido lujo de los clanes afroamericanos de la droga y su inconfesable relación con los representantes locales de la política y la policía.

"Te lo juro, esto es todo lo que me dieron por El lobo de Wall Street"

En la película, la figura del padre de Rick, interpretado por Matthew McConaughey, es fundamental para entender la trayectoria del hijo. Desde el primer instante se ve que se trata de un náufrago social que a duras penas se mantiene a flote para mantener a sus dos hijos. Su manera de ganarse la vida es algo que sólo es concebible en los Estados Unidos, donde te puedes comprar una pistola en el supermercado: trapicheo legal de armas. Con tal negocio, la probabilidad de entrar en contacto con el mundo del hampa era altísima. Aunque tras su aspecto rudo propio del lumpen, el padre es un tío legal pero con dificultades para llevar su familia por la recta senda. En el fondo es un iluso que tiene el sueño de montar un videoclub que le saque de sus penurias.

"La historia de White Boy Rick tiene un punto de alucinante, y no por los chutes de crack o cocaína que se mete buena parte de la peña que aparece en la pantalla"

La historia del blanquito Rick, interpretado por Richie Merritt, tiene un punto de alucinante, y no por los chutes de crack o cocaína que se mete buena parte de la peña que aparece en la pantalla. El blanquito Rick comercia para progresar económicamente pero no consume. El hecho de ver a su hermana caer al abismo por culpa de la droga es una barrera que le protege. Lo flipante es ver cómo un adolescente blanco se gana la confianza de una banda afro y se integra en ella con total naturalidad. Aún más surrealista son los métodos que utiliza la policía federal para conseguir información a través de él. Y para rematarlo del todo, ahí llega la justicia que, por una vez y sin que sirva de precedente, se encarnizó más con el blanquito que con sus colegas negros.

"No se te ocurra volver a mencionar Planes de boda o Novia por contrato"

Las interpretaciones son todas muy creíbles y sólidas. Y eso tiene mérito en el caso del protagonista Richie Merritt, pues se trata de su debut en el cine. Además, Matthew McConaughey sigue en buena dinámica a pesar de su tendencia al histrionismo. Notable también la contribución de Bel Powley en el papel de la hermana adicta, y resaltar las apariciones secundarias de Jennifer Jason Leigh, Piper Laurie y Bruce Dern. El director francés, pero criado en Londres, Yann Demange, que sorprendió con su opera prima '71, integra ese buen hacer de los actores con una perfecta ambientación y una gran banda sonora para conformar un producto apreciable.

Lástima que el guión está condicionado por la historia real y la película decae algo en la parte final. Aunque muchos espectadores no lo notarán mientras meditan cómo un niñato con un aspecto físico altamente bizarro, su púber bigote dibujado sobre una tez de blanca palidez enmarcada por rizos de permanente, podía ligar con esculturales afroditas negras.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: los seguidores del cine de crítica social, pues hallarán materia de denuncia para parar un carro.

No recomendada por Kuato a: los que no imaginan una película de traficantes de droga sin un líder carismático y sanguinario.

Ego-Tour de luxe por: la escena en que los capitostes de la banda afro y el blanquito Rick no consiguen acceder al Caesars Palace de Las Vegas y acaban viendo el histórico combate Hagler – Hearns en la habitación de su hotel.

Atmósfera turbínea por: la decrepitud moral i urbana del Detroit de los años 80.

■ WHITE BOY RICK. "White Boy Rick" (EUA, 2018). Dirección: Yann Demange. Guión: Logan Miller, Noah Miller y Andy Weiss. Reparto: Richie Merritt, Matthew McConaughey, Bel Powley, Jennifer Jason Leigh, Bruce Dern, Rory Cochrane, Eddie Marsan, Piper Laurie, RJ Cyler, Brad Carter, Brian Tyree Henry, Angela Cole, Taylour Paige, Anita Farmer Bergman, Jonathan Majors y Elizabeth Gilpin. Estreno en Venusville: 08/02/2019.