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ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL INFIERNO crítica: Los Goonies, 30 años después

Secuela inconfesa de Los Goonies en found footage, sin gracia, sin pasta y sin Goonies

RAY ZETA

Si están ustedes esperando el estreno de la prometida secuela de Los Goonies, que llegará justo cuando se hayan cumplido 30 años del estreno de la original, pueden paliar la espera viendo Así en la tierra como en el infierno, ya que salvando las distancias intenta ser la continuación no autorizada del clásico dirigido por Richard Donner, siguiendo a sus personajes en su edad adulta. Hombre, no salen Mikey respirando por su inhalador, Bocazas haciéndose el chulito, o Gordi bailando el supermeneo pero casi: ¿un grupo de jóvenes que se meten en unas catacumbas para buscar un tesoro (el del alquimista Nicolas Flamel), y van sorteando trampas y peligros resolviendo acertijos? No digan que no huele a Goonies que espanta...

Lástima que aquí no dirija el citado Richard Donner y más aún que no produzca Steven Spielberg... Hubiéramos ganado en guión, en dirección, y sobre todo en presupuesto de producción, si más no para ahorrarnos el formato found footage, que es el recurso que utilizan los directores de pelis de terror, no ya para hacer que la acción parezca real, recurso para lo que fue inventado, sino para disimular sus carencias a todos los niveles. Porque el found footage (o sea "material encontrado rodado con cámara doméstica") fue un gran descubrimiento en El proyecto de la bruja de Blair hace quince años, y ha funcionado muy bien en películas más recientes como Rec, pero joder, se ha abusado tanto de él en los últimos tiempos que ha acabado provocando pereza y rechazo.

 

"Nos guste o no, si somos los Goonies alguien tiene que hacer de Gordi"

 

Y Así en la tierra como en el infierno no es la excepción. Director con falta de pasta, falta de guión, falta de ideas y falta de talento: ¿qué hacer, entonces? Pues rodar una historia de terror en unas catacumbas en formato found footage, así, entre que todo son pasadizos oscuros y se rueda con cámara al hombro, no se distinguirá un pijo y disimulará todo lo que falta. Otras películas de temática similar como Rec, The Descento la reciente La cueva, supieron sacarle partido a las limitaciones creando una atmósfera claustrofóbica de intriga y suspense, pero Así en la tierra como en el infierno lo único que hace es aprovechar la poca claridad de sus imágenes para colarle al espectador todos los plagios posibles que encajen en la trama (y si no encajan da igual, los cuela igualmente).

"¿Un grupo de jóvenes que se meten en unas catacumbas para buscar un tesoro, y van sorteando trampas y peligros resolviendo acertijos?"

Así, lo que ha hecho aquí la pareja de hermanos guionistas y directores John Erick y Drew Dowdle, ha sido inventarse un pretexto para que todos los elementos del género del terror (y los que no son de terror) tengan cabida. Un elemento tan patillero como la supuesta entrada física al infierno por cruzar unas coordenadas terrestres. Los personajes se mueven por las catacumbas de París (a nivel conceptual es lo mismo que si se movieran por un edificio, por una cueva, o por un edificio a oscuras), realizan unos cálculos aproximados de a cuántos metros están por debajo del nivel del mar, y asumen que han llegado al nivel del infierno igualito como cuando Brendan Fraser consulta su brújula y calcula que ha llegado al centro geométrico de la Tierra (eso, y un cartel que lo indica igual como si fuera una parada de metro).

 

"La hemos cagado, el chocolate que le gusta a Sloth es el de comer, no el de fumar"

 

Por eso claro, todo es posible con Titán y con Titánlux, y todo es posible cuando se supone que uno está en el infierno (aunque sigan en las catacumbas, diseñadas inspirándose en el Infierno de Dante Alighieri). ¿Recuerdan cuando en Línea mortal, a los protagonistas se les aparecían sus traumas infantiles para pasar cuentas? Pues aquí lo mismito. Y no sólo eso, también salen fantasmas de niños como en las pelis de terror orientales, zombies como los de Rec, monstruitos... Hasta se atreven a plagiar Indiana Jones y la última Cruzada con elementos que recuerdan el Santo Grial y el caballero medieval que sale al final. Lo que no salen son ratas, será que no había pasta para alquilar ni de verdad ni de mentira...

Los hermanos John Erick y Drew Dowdle ya hicieron gala de su poco talento como cineastas enQuarantine, remake americano de Rec tan copia sin gracia de éste, que más que una nueva versión pareció una fotocopia descolorizada. Ni una sola novedad había en este remake con respecto al original (bueno sí, una, los dobermans zombies), así que no digamos ya novedades originales. Por eso tiene más delito aún que seis años después sigan explotando el formato found footage sacándole tan poco partido. Se les perdonaría si fueran dos directores jóvenes de los que empiezan, pero no es el caso. A sus 40 tacos y con media docena de títulos a sus espaldas, ya deberían dejar de hacer vídeos caseros y empezar a hacer cine de verdad, que una cosa es filmar y otra cosa muy distinta dirigir.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: quien no pueda esperar todavía un año más para ver Los Goonies 2. Así en la tierra como en el infierno les funcionará por eso como una metadona adulterada.

No recomendada por Kuato a: público paciente que prefiera a esperar a ver a Sean Astin, Corey Feldman, Josh Brolin y Jeff Cohen bailando el supermeneo de Gordi 30 años después.

Ego-Tour de luxe por: la rapidez y la facilidad con la que resuelven acertijos de 500 años de antigüedad. Si explotaran este don en concursos televisivos como "El tiempo es oro" se forrarían.

Atmósfera turbínea por: que ahora que lo pienso, recuerda tanto Los Goonies como Zipi y Zape y el club de la canica.

 

ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL INFIERNO. Estreno en Venusville: 19/09/2014

 

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