CONTRATIEMPO crítica: Sé lo que hicisteis el último polvito

Mario Casas tiene un contratiempo que deja pequeño al de Sé lo que hicisteis el último verano

A Oriol Paulo ya le conocemos de El cuerpo, un thriller ambientado casi en su totalidad en un espacio único, sustentando en un diálogo de dos personajes y apoyado en flashbacks. Ahora con Contratiempo tira de la misma plantilla y nos presenta otro thriller de características idénticas: también se basa en el diálogo que mantienen dos personajes en un espacio único, y también se apoya en flashbacks, pero esta vez no se trata de José Coronado y Hugo Silva hablando de fútbol mientras Belén Rueda está de parranda pese a estar muerta, sino de Mario Casas y Ana Wagener como abogada defensora y cliente acusado de asesinato, repasando los hechos del entramado criminal que les ocupa.

Vaya por delante que con Contratiempo Oriol Paulo ha dado un pasito más al conseguir una peli de suspense superior a El cuerpo a pesar de ser clavadas en su estructura y revelarse tan parecidas como Zipi lo es de Zape y viceversa. En El cuerpo José Coronado sometía a Hugo Silva a un intenso interrogatorio como si estuvieran en una repesca del programa "First Dates", mientras los flashbacks iban introduciendo pistas falsas, pistas fraudulentas, y pistas tramposas, hasta desvelarse un final sorpresa aún más falso, más fraudulento y más tramposo que las pistas, con un giro de guión final mostrado en mini flashbacks imitando los de M. Night Shyamalan y el de Sospechosos habituales.

"La próxima vez en lugar de Sé lo que hicisteis... copiamos Scream, que llegó a 4 pelis"

Pues en Contratiempo tres cuartos de lo mismo aunque manteniendo mejor el interés durante su metraje, ya que casi todo El cuerpo era pura paja aburrida de relleno hasta llegar al final. En Contratiempo es Ana Wagener quien somete al intenso interrogatorio a Mario Casas, y también vamos viendo los hechos reconstruidos aunque con más gracia, ya que los vemos desde diferentes perspectivas según diferentes versiones. En esta ocasión se trata de una pareja que se encuentra en el lugar equivocado en el momento inoportuno (Mario Casas y Bárbara Lennie, básicamente porque son dos amantes que quedan para follar a espaldas de sus respectivas parejas), que tienen un contratiempo que se agranda como una bola de nieve hasta desembocar en crimen.

"Con Contratiempo Oriol Paulo ha dado un pasito más al conseguir una peli de suspense superior a El cuerpo a pesar de ser clavadas en su estructura"

Para acabar igual que El cuerpo en un final sorpresa clavadito tanto en su presentación como en su incredibilidad, también a base de mini flashbacks imitando los de M. Night Shyamalan y el de Sospechosos habituales, y revelándose incluso más fraudulento y tramposo que el de El cuerpo, que ya es decir, como también lo fue el de Open Windows de Nacho Vigalondo. Y es que como sucede con la mayoría de thrillers de suspense basados en piezas de puzzle desordenadas que irán ordenándose hasta encajar (supuestamente) del todo gracias a un final patillero a más no poder cuya única vocación es sorprender al espectador, la peli no resistiría un segundo visionado ni jarto de vino.

"Dicen los productores que o enseñas musculitos como en El barco o no estrenamos"

Aún así la peli entretiene, y si son ustedes de tragaderas lo suficientemente amplias como para aceptar el final como animal de compañía, podrán salir satisfechos y todo. Bueno, el final y los actores, pues nuevamente padeciendo uno de los males endémicos del cine español, el casting se elabora más por el nombre de los intérpretes que por los personajes que deben interpretar. Igual que Hugo Silva cantaba más en El cuerpo como yuppy intelectual que Dani DeVito haciendo de James Bond, en Contratiempo ni nos creemos a Mario Casas como elegante empresario de éxito (para cerrar negocios millonarios primero debe aprender a vocalizar), ni a José Coronado como padre coraje (¿quién le ha aconsejado abandonar los papeles de policía?).

Además el cine de Oriol Paulo es un cine con un ojo demasiado puesto en la estética americana. A diferencia de otros autores patrios como Jaume Balagueró, Paco Plaza, Paco Cabezas o Alejandro Amenábar, cuyas películas no esconden su nacionalidad y por eso respiran frescura, el cine de Paulo está muy bien facturado pero no evita verse encorsetado, de lo que tanto El cuerpo como Contratiempo son buena muestra de ello. Cine bien filmado y realizado aunque poco original si repasamos los thrillers norteamericanos de los últimos 20 años. Nada que ver con Tesis, Rec o Carne de neón, que despiden olor a tortilla de patata, chinchón y calimocho. Contratiempo despide olor bourbon, aunque es un bourbon de imitación.

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