EL DESAFÍO crítica: ¡Vaya par de gemelas!

**Joseph Gordon-Levitt se da un garbeo en El desafío que ni el mismísimo Spider-Man**

■ ROBERT THORNHILL

Esta película parte con dos hándicaps que el espectador tiene que obviar y superar a la hora de poder disfrutarla: la consabida coletilla de que está basada en hechos reales, con lo que se anula de un plomazo la siniestra intranquilidad de que el intrépido equilibrista del póster se desplome en el vacío y se parta el cráneo en dos, y que esta misma historia ya tuviera en 2008 su versión documental con la oscarizada Man on Wire, con lo que el Mortal Kombat entre ambas versiones de la misma realidad está servido.

El desafío es un caso singular dentro del amplio espectro de películas con la etiqueta de estar basada en hechos reales. Para qué engañarnos: es un género que tiene sus mejores registros cuando se trata de tragedias como Titanic, Apolo 13 o Lo imposible, y también suele funcionar bien cuando parten de una historia con cara y ojos que se pueda adaptar a un thriller de acción como Atrápame si puedes, Capitan Phillips o el Imparabledel difunto Tony Scott. Esta nueva película de Robert Zemeckis no entraría en ninguna de esas categorías, porque pese a algún momento escaso con cierta emoción, estamos ante un relato en general insulso de los preparativos y perpetración de una peligrosa gamberrada en las aniquiladas Torres Gemelas de Nueva York, con más tono de diversión y travesura de unos chiquillos robando chuches que el de un concienzudo golpe para asaltar un banco.

"No te rías de mi acento francés que lo aprendí del inspector Clouseau"

Además y para evitar que se pudiese comparar plano a plano esta película con el documental precedente, se sacan de la manga una idea más romántica que efectiva poniendo el protagonista ejerciendo de narrador de la historia desde la Estatua de la Libertad como si fuera Forrest Gump, y convirtiendo la película en una especie de biopic del personaje.

"Se puede disfrutar de un espectáculo visual sin parangón gracias a esas modernas tecnologías en las que está tanto al día el director de Regreso al futuro"

Ni una cosa ni otra aportan nada a lo que ofrecía Man on Wire, porque si en aquél el narrador era el mismísimo funambulista Philippe Petit el que hablaba inglés con un acentuado y genuino acento francés, su equivalente Gordon-Levitt acaba resultando irritante por obra y gracia de un doblaje sobrecargado, y porque tampoco es que su anodina biografía sea la de Harry Potter, así que exceptuando la conocida gesta, los sucesos que nos cuentan de su vida son mayoritariamente intrascendentes.

"¿Saben el de Wonder Woman en pompa porque se la está tirando el Hombre Invisible"

Si a eso sumamos todo un repertorio de secundarios muy vacíos, lineales, y que no aportan absolutamente nada (la novia de Pettit tiene toda la pinta de necesitar un revolcón), el sufrido espectador encara la parte final de la peli con los ojos entrecerrados y a punto de bostezar, pero es en el momento de consumar la gran hazaña que motiva la película donde Robert Zemeckis da lo mejor de sí, y haciendo un buen uso (esta vez sí) del 3D, se puede disfrutar de un espectáculo visual sin parangón gracias a esas modernas tecnologías en las que está tanto al día el director de Regreso al Futuro. Son esos 17 minutos en los que Phillipe Pettit va caminando sobre el alambre entre las torres del World Trade Center, los que amortizan la entrada al cine donde se juega con las nubes, el vacío y se llega a sentir el vértigo de un personaje que desafía la gravedad en un número de circo digno del Cirque du Soleil.

A pesar del clímax final, El desafío no acaba de enganchar con el espectador, sobre todo por un cásting sin chispa y descafeinado , y saldría derrotado del virtual Mortal Kombat con Man on Wire, que sí jugaba muy bien las bazas de imágenes reales y flashes televisivos de aquella época sobre el suceso, y sobre todo, porque el speaker Pettit le da mil vueltas a Joseph Gordon-Levitt, que acaba cansando con ese odioso acento que le pone. Por ello, tampoco creemos que después de la mejorable El vuelo (Flight)signifique el resurgimiento de un Robert Zemeckis que desde Forrest Gump va dando bandazos, experimentando sin conseguir convencer del todo a un director al que se le debe exigir más.

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