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JUEGO DE ARMAS crítica: Historias de la puta guerra

Miles Teller y Jonah Hill son dos niñatos que juegan a El señor de la guerra en Juego de armas

ROBERT THORNHILL

Demostrando que los americanos no tienen sentido del ridículo y se mofan sin problemas de un stablishment de Barrio Sésamo, donde los que manejan el cotarro parece que sean amiguetes echando una partida a la Play, Todd Phillips deja atrás su etapa de comedia incendiaria de Resacón en Las Vegas para presentarnos una sátira sobre el tráfico de armas en los USA, en la que queda más que demostrado que es el país de las oportunidades donde cualquier imbécil puede hacerse rico…y lo peor de todo es que está basada en hechos reales. Si en la complicada La gran apuesta veíamos como el mundo inmobiliario fue degenerando producto de un sistema que invitaba al mangoneo, otro tanto pasa en Juego de armas, donde la compra masiva de armamento por los apagafuegos americanos sirvió de plataforma para que dos chavalines gamberretes y fumetas se la metieran doblada a esos aparentemente “sesudos” gerifaltes del Pentágono.

Dejando de lado la crítica velada en forma de comedia a ese tráfico de armas semiconstitucional que impera en los States del que a estas alturas todos somos conscientes, Juego de armas es un vehículo diseñado y dirigido para el lucimiento del genial Jonah Hill, histriónico como siempre, al que se le ve en su salsa con un guión que le permite dar rienda suelta a todo su repertorio expresivo, mezcla de James Belushi y John Goodman, haciendo el ganso durante toda la peli y, cómo no, soltando sin parar esas carcajadas marca de la casa de histérica excitada (en la versión original). Si en El lobo de Wall Street era el ilustre lugarteniente de Leonardo DiCaprio, Juego de armas se la hace suya y se come por completo a su compañero de buddy movie Miles Teller con un papel menos agradecido que el de Hill, pero a quien, como contrapartida, lo emparejan con la espectacularmente bella Ana de Armas, que está para comérsela.

 

Juego de armas: cine de acción

"¿Lo ves? En El señor de la guerra Nicolas Cage volvía a tener pelo"

 

Si Jonah Hill es el auténtico puntal del que se sostiene esta película, el problema viene cuando el eje de la trama es el escandaloso tema de los traficantes de armas, del que se ha explicado todo y más, ya sea en películas Marvel como Iron Man, auténticos dramas como El señor de la guerra, o últimamente en la excepcional serie El infiltrado. Y aunque Juego de armas está enfocada como una sátira simpática de cómo malfunciona el negocio de la guerra, tampoco es que llegue a escandalizarnos ni sorprendernos el mensaje que se nos intenta transmitir con cierta sorna.

"Nos sobran los dedos de una mano para contar las escenas en las que pasan cosas donde podamos sufrir por la integridad de nuestros queridos protas"

Además, aunque el tráiler nos da a entender que es una trepidante comedia de acción, a la hora de la verdad nos sobran los dedos de una mano para contar las escenas donde se sube el tono decibélico y pasan cosas donde podamos sufrir por la integridad de nuestros queridos protas. Todo lo demás es una galería de gags, algunos más logrados que otros, protagonizados casi en su totalidad por un Jonah Hill en plena forma que se gusta a sí mismo y donde da rienda suelta, como decía, a toda esa pachorra de la que ya nos hizo gala en El lobo de Wall Street.

 

Juego de armas: cine de acción

"Yo no hablaré de Cuatro Fantásticos si tú no hablas de Los amos del barrio"

 

Y es que la personalidad tan poderosa de Jonah Hill trasciende a lo que se está contando en la peli y digamos que cuando él no está en pantalla el interés decae porque lo que se nos está contando ya lo sabemos o no nos interesa (por ejemplo, ese personaje enigmático de Bradley Cooper, que pinta poco o nada en la peli). Su "bro" en esta buddy movie Miles Teller, que ha ido de fracaso en fracaso desde que hiciera la gran Whiplash (especialmente en la calamitosa Cuatro Fantásticos), es engullido totalmente en todas y cada una de las escenas en las que comparten pantalla, y quien espere una relación de contraste de personalidades fuertes al estilo de Nick Nolte y Eddie Murphy en Límite: 48 horas, estará equivocado porque Miles Teller es uno de esos actores jóvenes salido de la factoría de la serie Divergente con poco carisma y nula capacidad expresiva, pero que aún así, incomprensiblemente, va obteniendo papeles sin parar. A nuestro entender, el director Todd Phillips se recrea demasiado en sus problemas conyugales con Ana de Armas, que sólo se entiende porque la cubana está como un queso y cuando aparece nos quedamos hipnotizados con esos ojazos resplandecientes que Dios le ha dado.

En fin, Juego de armas es una aceptable comedia con alguna escena de acción, pero que en el fondo solo sirve para constatar que Jonah Hill es un valor en alza en Hollywood y quizás el mejor secundario de lujo que toda película quisiera tener: llena la pantalla cada vez que aparece. Sólo por verle a él vale la pena ver esta película.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: los que se quedaron con ganas de ver más a Jonah Hill en El lobo de Wall Street. Aquí se verán saciados.

No recomendada por Kuato a: los que esperen algo más atrevido como Dolor y dinero del maestro Michael Bay. Juego de armas es más comedida

Ego-Tour de luxe por: la impresionante Ana de Armas, qué diablos, una actriz que espero que conserve esa carita redondita perfecta y esa pose de niña buena pero traviesa.

Atmósfera turbínea por: que se habla de un peligroso Triángulo de la Muerte en Iraq que, por el contrario, es fácilmente atravesado sobornando a unos malvados talibanes con unas cajas de paquetes de tabaco (¡sic!).

 

JUEGO DE ARMAS. Estreno en Venusville: 09/09/2016

 

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