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KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS reportaje: Laika en Japón

Manga, Kurosawa y Miyakazi, forman la carta de amor a Japón en Kubo y las dos cuerdas mágicas

UNIVERSAL PICTURES. Ya que contar historias es el núcleo del ADN creativo de LAIKA, Kubo y las dos cuerdas mágicas era el cuento perfecto en opinión de Travis Knight, que como presidente y director general de la empresa decide qué historias contarán. "Buscaba algo grande, amplio y épico en torno a las profundas verdades de la vida y de la infancia", explica. "De niño fui un tremendo fan de las epopeyas fantásticas, era un lector voraz. Devoré a Tolkien, la mitología griega y la nórdica, L. Frank Baum y la increíble serie manga 'El lobo solitario y su cachorro'. Tampoco sorprenderá a nadie que fuese un apasionado del cine y que adorara las epopeyas de Akira Kurosawa, Steven Spielberg, Hayao Miyakazi, Ridley Scott, David Lean y George Lucas. Es más, La guerra de las galaxias es la primera película que recuerdo ver en un cine".

"LAIKA aún no se había enfrentado a una gran producción de fantasía, y probablemente por una buena razón: es muy complicado", sigue diciendo. "La mayoría de las películas de animación stop-motion dan la impresión de haber sido rodadas encima de una mesa porque es como se ruedan. Pero una epopeya fantástica necesita escala y espacio. Rodar una película con una escala diminuta en una plancha de madera instalada en un almacén y conseguir que parezca algo épico con un sinfín de majestuosas vistas es una tarea del todo imposible. Nadie lo haría. Y la idea de hacerlo es lo que me entusiasmó".

 

Kubo y las dos cuerdas mágicas: animación

"Yo represento el homenaje a Akira Kurosawa por Ran"

 

En los cinco años que fueron necesarios para llevar el proyecto a la gran pantalla, Kubo y las dos cuerdas mágicas se convirtió en una carta de amor a la cultura japonesa escrita por todos los artistas, técnicos, ingenieros y artesanos de la empresa. La estética de la película se inspira en el arte japonés clásico y en especial en las planchas xilográficas. Las formas en dientes de sierra, las estrías lineales, la paleta de colores intensos aunque sencillos y la textura algo áspera proceden directamente de algunos maestros grabadores como Katsushika Hokusai y Kiyoshi Saito.

Shannon Tindle creó los diseños de los personajes y dice que "los personajes son sencillos, fuertes y totalmente diferentes de lo que se ha visto hasta ahora en una película stop-motion; reflejan mi apreciación de Japón, su arte y cultura". La admiración que siente Travis Knight por el arte y la cultura japonesa nació hace 30 años: "Viajé por primera vez a Japón con mi padre a los ocho años. En algunos aspectos, en Japón me sentía como en casa, porque había crecido en la costa pacífica noroeste, pero en otros no tenía nada que ver con lo que conocía. Era maravilloso, impresionante, casi de otro mundo. La arquitectura, el arte, la forma de vestir, la música, la comida, las películas, los programas de televisión, los cómics... Fue una revelación, me cautivó".

"Kubo y las dos cuerdas mágicas se convirtió en una carta de amor a la cultura japonesa escrita por todos los artistas de la empresa"

Y aprovechó para hacerse con una auténtica colección de mangas para llevar a casa "absolutamente hechizado por los espléndidos colores, los dibujos y la claridad con que contaban la historia a pesar de que no podía leer una sola palabra. Este primer encuentro en la niñez marcó el comienzo de mi gran amor por esa gran cultura. Me moría de ganas de volver y he regresado muchas veces. No es una coincidencia que mi primera película como director reúna todo lo que tanto he querido desde que era niño: la epopeya fantástica, la animación, las historias de samuráis, y el maravilloso y trascendental arte japonés.

"Otros niños de mi edad jugaban al fútbol o con coches en miniatura, yo soñaba con Japón e imaginaba ejércitos de samuráis en stop-motion. El gran cineasta Zhang Yimou dijo una vez que todos los niños quieren una de estas dos cosas: un tren de juguete o hacer una película de artes marciales. Nunca tuve un tren de juguete".

 

Kubo y las dos cuerdas mágicas: animación

"Pues yo no sé si soy el homenaje por Kagemusha o por Rashomon"

 

"En esta película, Akira Kurosawa ha sido mi mayor influencia", sigue diciendo el director. "Spielberg le describió como 'un Shakespeare pictórico', y creo que tenía razón. Cada fotograma de una película de Kurosawa es un cuadro. La composición, el montaje, la iluminación, el movimiento y las formas fueron mi musa en Kubo. Pero no sólo importa cómo hacía cine, sino de qué trataban las películas, del existencialismo, del humanismo y del ideal heroico, como en No añoro mi juventud, de 1946".

Muy admirado en los estudios LAIKA, el legendario cineasta de animación Hayao Miyazaki “me inspiró de otra forma para esta película", explica Travis Knight. "Miyazaki se siente fascinado por algo, Europa, por ejemplo, y lo interioriza, lo sintetiza para fundirlo en su obra. En ningún momento documenta o hace una copia de la realidad. Es su interpretación, una imagen impresionista que se convierte en un lema de la obra. La mirada con que Miyazaki ve Europa es la misma con que yo quería ver Japón, es decir, dar mi punto de vista de un país y una cultura que me han fascinado desde hace mucho", termina diciendo.

 

KUBO Y LAS DOS CUERDAS MÁGICAS. Estreno en Venusville: 26/08/2016

 

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