MÚLTIPLE reportaje: James McAvoy multi-psycho

James McAvoy es un psicópata de personalidad múltiple con más disfraces que Mortadelo

■ UNIVERSAL PICTURES. M. Night Shyamalan era consciente de que solo poquísimos actores podían hacer frente a un papel tan exigente con 23 personalidades. Ante todo, el guionista y director no quería que las diferentes personalidades de Kevin fueran caricaturescas, sino auténticas personas que despertaran la compasión del espectador. Esa fue la razón que empujó al realizador a hablar con James McAvoy, un actor dinámico que encarna con idéntico aplomo papeles en superproducciones de acción o en pequeñas películas intimistas, para dar vida a las numerosas personalidades del protagonista.

El director sabía que el actor estaría a la altura: "Es el papel más complejo que he escrito hasta la fecha y me pregunté si James entendería lo que iba a pedirle. Lo entendió del todo, nunca había trabajado con un actor tan valiente". El cineasta mandó el guion a James McAvoy sin apenas contarle de qué se trataba para saber cómo reaccionaría: "James me preguntó cómo se llamaba su personaje y le contesté que no podía decírselo, que se limitara a leer el guion". Las vueltas y revueltas de la historia atrajeron al actor de inmediato: "Leí las diez primeras páginas y me pregunté de qué iba. ¿Estamos viendo un thriller, un drama psicológico, una película de terror, de ciencia-ficción o sobrenatural? Esta película es todo lo anterior y más".

Personalidad número 14

Night Shyamalan y James McAvoy se esforzaron para que la interpretación del actor fuera creíble y singular en cada una de las personalidades a las que da vida. "Night es muy exigente, muy específico, sabe exactamente lo que quiere, pero siempre está dispuesto a ayudar, a colaborar, y es muy generoso", dice el actor. No cabe duda de que es difícil cambiar constantemente de personaje, a veces incluso en una misma toma. "Siempre que se encarna a un personaje, se espera que será creíble para el público", explica James McAvoy. "Pero en este caso había que ser creíble en la personalidad siguiente y realizar la transición de una a otra sin alienar al espectador".

"M. Night Shyamalan era consciente de que solo poquísimos actores podían hacer frente en Múltiple a un papel tan exigente con 23 personalidades"

El director y el actor mantuvieron largas conversaciones para asegurarse de que cada personalidad fuera claramente distinta. "James es escocés y trabaja con acentos británicos o estadounidenses desde siempre", dice M. Night Shyamalan. "Me bastaba con recordar su catálogo de acentos para sugerirle que Hedwig seseara, por ejemplo, y James lo hacía a la perfección". En su encarnación del joven Hedwig, el actor está en la poco definida frontera que separa al niño de la versión simplista de un adulto. "Así es como la mayoría interpretaría a un niño", dice el director. "Hedwig es muy inteligente, pero da la casualidad de que solo tiene nueve años, y por eso le decía a James cosas como: 'No se trata de un adulto tonto. Todo lo contrario, eres muy inteligente, pero tienes nueve años y no sabes lo que significa esto".

Personalidad número 21

Ambos sabían que era primordial conocer bien a cada una de las personalidades. "James me preguntaba por qué un personaje reaccionaba de tal o cual forma, y al estar tan cerca de la historia podía hacerle entender mi lógica", sigue diciendo M. Night Shyamalan. "Era esencial hablar de las personalidades hasta que cada una de ellas se convirtiera en algo real para los dos". El experimentado actor de cine y teatro vio el papel como una extraordinaria oportunidad: "Reconozco que he disfrutado mucho con cada personalidad; no es una oportunidad habitual para un actor. Es muy interesante cambiar bruscamente de pensamientos en un abrir y cerrar de ojos".

El realizador exige de los actores una total fidelidad al guion, pero les anima a que sean espontáneos y añadan detalles suyos entre líneas. "Sé que una forma de alcanzar más realismo es a través de la improvisación, pero hay muchas formas de improvisar", explica. "Siempre trato el guion como si fuera una obra de teatro; de hecho, siempre me refiero a la 'obra', y los diálogos no se cambian". James McAvoy supo moverse entre líneas con suma habilidad sin cambiar una sola palabra del diálogo. "Siempre usaba las palabras exactas del guion, pero improvisaba con sus gestos, su mirada, su cara", dice el cineasta. "James aportaba cosas nuevas constantemente. Encontramos el punto perfecto en el que no tocaba las cosas que yo consideraba sagradas, se limitaba a realzarlas".

■ MÚLTIPLE. Estreno en Venusville: 27/01/2017