DRÁCULA: LA LEYENDA JAMÁS CONTADA crítica: El prólogo de Bram Stoker

Versión del prólogo del Drácula de Francis Ford Coppola alargado hasta el largometraje

■ RAY ZETA

Rumania, siglo XV. Vlad Tepes III, príncipe de Valaquia, protege a su reino de la invasión turca. Primero pactando una alianza con ellos, luego combatiéndolos en el campo de batalla. Su fama de guerrero cruel, sádico y sangriento le precede, y su inofensiva afición por empalar a sus enemigos le ha propiciado el dulce apodo del "empalador". En su faceta familiar, Vlad es un enamorado esposo y un sensato padre de familia, dedicado por igual a ambas facetas. Lo mismo cumple con sus deberes conyugales como marido abnegado echándole un revolcón a su linda mujercita, que cumple como padre ejemplar jugando con su hijo al Pictionary, hasta que las circunstancias políticas le obligan a realizar un oscuro pacto que tendrá como consecuencia su transformación en vampiro.

Les suena, ¿verdad? Aún con alguna pequeña diferencia, es leer estas líneas e imaginarse a Gary Oldman con coraza roja despotricando en rumano contra Dios y su madre, mientras inventa el cocktail "Cross and Blood", ante una Winona Ryder muerta en el suelo del susto que se lleva al verle con esas pintas de músico grunge, y un Anthony Hopkins caracterizado de homeless con resaca. Es el prólogo que Francis Ford Coppola filmó entre sombras chinescas rojas de su Drácula de Bram Stoker y que contaba el origen vampírico del conde, antes de verle en su imagen habitual de capa negra con fondo rojo, traje negro,  triangulito capilar engominado y colmillitos, tal como popularizó Bela Lugosi primero e inmortalizó Christoper Lee después.

"Bueno, la coraza ya la tengo, ahora sólo me falta convencer a Winona Ryder y listos"

Sólo que aquí no sale Gary Oldman sino Luke Evans, y no es un prólogo sino toda una película. Porque lo que han hecho aquí Universal y Legendary ha sido coger el mencionado prólogo de Drácula de Bram Stoker, de apenas cinco minutos, y añadirle 85 más hasta obtener Drácula: La leyenda jamás contada, consiguiendo una nueva versión de Drácula tan anodina como innecesaria. A la vez que más ambiciosa de guión que de puesta en escena y de dirección, por eso recuerda un telefilme realizado por un director novel, lo que en cierta manera es así ya que el director Gary Shore es debutante, y a la vista está que poco dotado para estos menesteres. Con un director capaz de dirigir con mano firme las escenas de acción y el drama personal del protagonista, otro murciélago nos hubiera cantado.

"Lo que ha hecho Universal ha sido coger el prólogo de Drácula de Bram Stoker y añadirle 85 minutos hasta obtener una nueva versión de Drácula tan anodina como innecesaria"

Porque esta nueva versión de Drácula vaga dando tumbos sin fuerza y sin garra sin acabar de decidir a qué está jugando. Si a un melodrama familiar romántico (las escenas de amor mostradas entre el prota con su mujer y con su hijo son tan ridículas como anacrónicas, más propias de una familia de una sitcom actual que de una del siglo XV), si a una serie televisiva del estilo Juego de tronos (a lo que la presencia del niño Art Parkinson -Rickon Stark ayuda a confundir), si al género de los superhéroes (la conversión vampírica del personaje le dota de superpoderes como el vuelo, la superfuerza y la expansión energética, que él utiliza en batalla igualito como si llevara puesto el traje de Iron Man), o si al terror vampírico.

"Te prometo que aprenderé a transformarme en niebla para no ser menos que Gary Oldman"

Especialmente delito tiene este último tema por no haber sido desarrollado apropiadamente, al tratarse de una versión de Drácula. Correcto Charles Dance en su composición de vampiro antiguo, aunque no sea verosímil que no salga jamás de la cueva (ya me dirán por qué no puede salir de noche a cazar sus víctimas). Correcto también el pacto realizado entre ambos plasmado en la conversión vampírica del protagonista, aunque una vez más no sea verosímil el plazo dado de tres días para volver a su condición humana (si lo convierten, lo convierten, ¿no?, ¿qué es eso que se sacan de la manga de los tres días sin beber sangre?), y más aún si tenemos en cuenta que entonces no es un vampiro total, sino un medio vampiro con las propiedades de uno, reconvertido como he dicho más en superhéroe que en vampiro. Por no mencionar la escena final de la película, que queda como un gag cómico involuntario...

En fin, que versiones de Drácula y de pseudo-Dráculas, hay muchas y para todos los gustos, pudiendo ser buenas, mediocres o malas directamente (Drácula 2000, Drácula 3D y el Brácula de Chiquito de la Calzada son tres ejemplos), pero lo peor es que se queden a medio gas en un quiero y no puedo con ínfulas de gran obra, que es lo que le ha sucedido a Drácula: La leyenda jamás contada. Mejor le hubiera ido con menos estampas familiares y más tramas vampíricas (el momento de la creación de un mini-ejército de vampiros a partir de los supervivientes tenía más posibilidades), mostrando a Drácula como vampiro sanguinario con un par de colmillos, en vez de como esposo y padre ejemplar con dos bolas de adorno. Para eso ya tenemos las comedias familiares de Steve Martin, y por eso nos quedamos con el prólogo de Drácula de Bram Stoker, por mucho que Luke Evans también lleve coraza roja como Gary Oldman.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: todos los que el prólogo de Drácula de Bram Stoker les supo a poco, esto es lo mismo pero alargado y encima con Luke Evans, mucho más guapote que Gary Oldman.

No recomendada por Kuato a: quien busque una peli de vampiros. Aquí vampiros salen poco, pero lo que es cuervos y murciélagos... un montón.

Ego-Tour de luxe por: Luke Evans, de lo poco salvable, aunque en más de una escena no sepa qué cara poner por no sabe si está en una comedia familiar, una de acción medieval o una de vampiros.

Atmósfera turbínea por: el momento Gwen Stacy por incoherente. Mucho cuervecito, mucho murcielaguito, y mucho vuelo, pero claro, como les conviene a los guionistas, ahí está con un par. Ah, y la escena final, claro.

■ DRÁCULA: LA LEYENDA JAMÁS CONTADA. Estreno en Venusville: 24/10/2014