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EL QUINTO PODER crítica: Atila, rey de los wikilikis

   

Atila, rey de los wikilikis

Benedict Cumberbatch y Daniel Brühl, son
el Quijote y el Sancho Panza de WikiLeaks

Por Anna Bou

 

<Si las noticias fueran misiles ya estaríamos exterminados. Cada día nos llueven bombas informativas encima nuestro, y nosotros sin paraguas. Y las que no nos llueven es porque no interesa a los mandamás. Pero para solucionar este problema salió en escena Julian Assange. El caso WikiLeaks ha sido una tormenta poderosísima, y la película El quinto poder trata de desmenuzar todas las nubes.

   Julian Assange (Benedict Cumberbatch), cabeza pensante, y Daniel Berg (Daniel Brühl) crearon la secreta y pirata plataforma WikiLeaks, desde la cual sacaron a la luz informaciones que subieron los colores al mundo entero hasta poner en jaque al mismísimo Gobierno de los E.U.A. WikiLeaks es un hecho real, y como tal lo asumimos, pero el personaje de Julian Assange tiene el suficiente carisma y potencial para ser un nuevo villano de James Bond: brillantísimo, maniático e impulsivo hacker con peinado a lo Warhol, se quiere cargar el mundo vía digital. Lo que ocurre es que Assange no es el malo sino que es el bueno, con lo cual James Bond tendría que ser el malo y perseguirse a sí mismo….

 

"No fardes tanto de Sherlock y Khan, que aquí el único maldito bastardo soy yo"

 

   En fin, no nos desviemos. El quinto poder trata, básicamente, del escándalo WikiLeaks, de cómo se fue haciendo grande la bola de nieve, pero también trata de la relación personal entre Assange y Daniel Berg, donde no es wiki-oro todo lo que reluce. De hecho, la película se basa en el libro de Berg, y ni libro ni película han gustado a Assange. Porque en El quinto poder se nos hace un retrato del mismo: ¿loco o genio?, ¿un justiciero o un temerario? Seguramente todo a la vez, el espectador sacará sus conclusiones.

 

  "Por momentos no sabía si veía el El quinto poder o una de Jason Bourne, con sus saltos pa’rriba pa’bajo a través de un planeta cada vez más pequeño"  

 

   El quinto poder es una película ágil, con muchas imágenes en movimiento rapidísimo (hecho coherente con el tema que narra), y muchas ubicaciones: por momentos no sabía si veía el El quinto poder o una de Jason Bourne, con sus saltos pa’rriba pa’bajo a través de un planeta cada vez más pequeño y más encogido, como la espalda de un abuelete. Pero, aunque con mucha información y datos, la trama (aunque a veces un poco repetitiva) es entendible, cosa que debe su mérito al director Bill Condon, director de las Crepúsculo: Eclipse parte 1 y parte 2 (sí, el hecho de haber dirigido los “Crepúsculos” sí que tendría que ser motivo para que los E.U.A persiguiera a Bill Condon, pero con El quinto poder redimiremos al director).

 

"4B, agua; 8H... ¡Tocado y hundido!"

 

   Pero la baza de la película es, sin lugar a dudas, la actuación de Benedict Cumberbatch. Cumberbatch, actor tan poderoso como su apellido, tiene un físico rotundo de héroe mitológico al que le salen rayos por los ojos. Cumberbatch, al que hemos visto en Star Trek: En la oscuridad, Caballo de batalla, o como irresistible y televisivo Sherlock Holmes, es magnético. Sumémosle a esto que aquí interpreta a este Atila de la información, capaz de cargarse con medios digitales, en vez de con hachas y espadas, el imperio de Roma, de E.U.A o el que se le ponga por delante, caiga quien caiga. A su lado tenemos a Daniel Brühl, actor-en-plan-vecinito-de-enfrente que actúa natural, como quien no quiere la cosa, cualidad digna de halago. Ellos dos forman un dúo Don Quijote y Sancho Panza, el idealista y el de los pies en el suelo, que luchan, no ya contra los molinos, sino contra el propio viento.  

   Y ahora vayamos a la ética, que es una señora que está sentada en una silla, y a la que a veces no se le hace demasiado caso. He comentado que Assange es el bueno de la película, un héroe de la prensa, pero a través de El quinto podervemos que una conducta de bárbaro como la suya puede tener consecuencias: colgar la información sin editar, a pelo, puede poner vidas en peligro, por no hablar de los conflictos diplomáticos internacionales. Por algún motivo pasó de ser considerado un héroe a ser el enemigo público number one. Cada uno que lo vea como quiera, pero alerta, queridos venusvilleros, porque este Atila cabalga por el aire, y les observa, y si les detecta algún asunto oscuro, lo hará público./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Copas de yate
     
     
 

Recomendada por Kuato a: los hackers, para que vean cómo pueden llegar a ser unos rebeldes con causa, en vez de crear virus de nombres golosos que destruyen a los ordenadores plebeyos.

     
 

No recomendada por Kuato a: los que creen que, con leer el horóscopo de los periódicos, ya tienen suficiente.

     
  Ego-Tour de luxe por: el look de Cumberbatch: en realidad no se parece en nada a Assange, pero ese pelo canoso dorado es tan hipnotizador y lo transforma de un modo, que al final los ves clavaditos.
     
  Atmósfera turbínea por: los flashbacks, cuando se quiere explicar una conducta dudosa y se recurre al pasado para justificarla, en plan “he salido asesino porque mi padre me arrancó un diente de leche”. Tengan parte de razón o no, este tipo de flashbacks son simplones y explicativos.

 

 

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> EL QUINTO PODER artículo: El periodista espía

Julian Assange: héroe, villano, y conocido en
el mundillo como el James Bond del periodismo

De Tripictures


   

> EL QUINTO PODER premiere: El quinto posado

Con Benedict Cumberbatch y Daniel Brühl posando
como si fueran cinco aunque sólo sean ellos dos

Festival de Toronto, 05.09.13


 

> EL QUINTO PODER sumario

 

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