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THOR: EL MUNDO OSCURO crítica: Thor Carter de Asgard

   

Thor Carter de Asgard

Thor va y viene de Asgard a la Tierra para ver a
su novia como un guiri con un rollito en la costa

Por Ray Zeta

 

<Por lo que a mí respecta, Thor es el hermano pobre de los Vengadores cinematográficos. Iron Man es el puto amo, el Capitán América el segundo de a bordo, Bruce Banner/Hulk la parte racional/la fuerza bruta, la Viuda Negra la niña mona de la oficina, y Ojo de Halcón el machaca. Todos y cada uno de ellos conocen a la perfección su cometido dentro del supergrupo a excepción de Thor, cuya inclusión en la formación vengadora chirría tanto como si Hellboy formara parte de un equipo de Pitufos. Y todo le viene por su condición de Dios del Trueno hijo de Odín rey de Asgard, o sea no mortal, lo que provoca que deambule sin ton ni son tan empanado como si padeciera una resaca eterna de hidromiel, preguntándose qué hace allí como si despertara no en la película Los Vengadores sino en “Resacón en La Tierra”, además de ser narrativamente hablando tan plano como una tabla de planchar (repasen Los Vengadores y comprobarán que es el único que aparece sin una escena de lucimiento previa, además de ser el Vengador veterano –Ojo de Halcón no cuenta por novato- que dispone de menor cuota de minutos de pantalla de todos).

   Porque mientras los demás superhéroes han tenido en su película de presentación su génesis superheroica, a Thor ya lo hemos conocido con sus superpoderes de dios escandinavo mjolnir en mano, y por ello ha sido tanto en su película individual como en Los Vengadores el más limitado narrativamente. Porque a Thor le está ocurriendo lo que a Superman: como superhéroe se ha quedado anticuado.  El mundo no es tan ingenuo ahora como hace 50 años, por eso el público de hoy acepta cualquier explicación si tiene una base científica por endeble que sea, pero no si es una cuestión de fe. Nos tragamos que un ingeniero diseñe y fabrique un traje de guerra que sea la leche, que un científico se transforme en un monstruo verde por haber sido expuesto a una sobreradiación gamma, o que se le inocule a un recluta escuchimizado un suero que le convierta en un supersoldado. Hasta que una joven rusa sea transformada en un arma de matar perfecta solo a base de adiestramiento, pero si nos piden que nos creamos que un dios nórdico residente en un planeta exterior baja a darse un garbeo por la Tierra y se enamora de una astrofísica, eso es harina de otro costal más propio de un alemán de vacaciones por Lloret.

 

"La próxima vez que bajes a la Tierra avísame y nos hacemos pasar por el dúo Modern Talking"

 

   De ahí que Thor: El mundo oscuro se resienta de esta propuesta. Si se centrara únicamente en narrarnos las dificultades de Thor y Odín por mantener desde Asgard la paz en los nueve reinos, mientras han de lidiar con la traición de Loki y la amenaza de otros villanos como Malekith, otro gallo cósmico cantaría, como se demuestra en los primeros minutos de metraje del film. Ver a Thor imponiendo la paz a martillazos al lado de Sif (la nueva Xena), y los guerreros Volstagg, Fandral y Hogun, es una gozada, así como contemplar por vez primera la vida en Asgard fuera de los muros de ese palacio tan technicoloreado con olor a abrillantador. Esa debería ser la línea argumental de las películas de Thor: aventuritas siderales salvarguardando la paz por los nueve reinos como hacen por toda la galaxia la tripulación de la Entreprise en Star Trek y los caballeros Jedis en Star Wars, sin ataduras románticas con la Tierra (que también es uno de los nueves reinos, conocido como Midgard), limítandose a viajar a ésta sólo cuando los Vengadores le necesitaran.

 

  "Que se pueda ir de un planeta a otro queda igual de ridículo que como quedaban las conexiones interplanetaris en Green Lantern, John Carter de Marte, incluso Howard, un nuevo héroe"  

 

   Porque lo que queda bien en un cómic no queda necesariamente bien en una película, y por eso que se pueda ir de un planeta a otro con el haz de luz que mana del puente Bifrost cada vez que el guardián Heimdall lo autorice como quien abre o cierra la puerta de un vagón de metro, queda en pantalla infantil y patillero a más no poder. Igual de ridículo que como quedaban las conexiones interplanetarias en Green Lantern, John Carter (de Marte), incluso Howard, un nuevo héroe, las tres por otra parte sendos merecidos fiascos, así que a ver si en Marvel toman nota. De ahí que las principales tramas de Thor: El mundo oscuro se desmoronen como castillos de naipes. Que los Elfos Oscuros de Svartalfheim se despierten cabreados tras miles de años, me lo trago sin problemas (otro tanto ocurría con los Titanes en Immortals); que exista una substancia llamada “Éter” capaz de controlar el Universo, también, faltaría más (en la entrega anterior y Los Vengadores era el “Teseracto”); pero que ésta se meta en el cuerpo de Jane Foster (Natalie Portman) como quien toma rayos uva, y que Thor aparezca luciendo melena L’Oréal ondeando al viento “por haberla perdido de vista desde Asgard” para retomar su relación de comedia romántica (ahora te abofeteo, ahora te abrazo, ahora te vuelvo a abofetear…), eso no, por diginidad y el bagaje cinematográfico de tantos años, eso no estoy dispuesto a tragármelo.

 

"Si el dúo Modern Talking con Loki no funciona, cuenta conmigo para el de Pimpinela"

 

   Por eso Thor: El mundo oscuro transita entre lo ridículo (todas las tramas terráqueas: ¿es necesario sacar a Stellan Skarsgard en pelotas y en calzoncillos?) y lo bueno, que es como ya he apuntado las tramas asgardianas: las intrigas palaciegas con Rene Russo como heroína de tragedia shakesperiana, los manos a manos entre Thor y Loki (un Loki que por fin mantiene la compostura, sofisticación y elegancia de todo supervillano que se precie, quizás porque aquí no está Hulk para zarandearle como Maguila el gorila zarandearía a Wile Coyote), la fuga de éstos con el cuarteto de guerreros antes nombrados protegiéndolos de la misma manera que los tres mosqueteros protegen a D’Artagnan en su partida hacia Londres, y los encuentros con Malequith, Elfo Oscuro y villano local de la función, y su lugarteniente “Predator”, que si bien lucen una caracterización de lo más simple (se diría que inspirada en la que lucía Martin Short como el elfo Frik en la estupenda serie Merlín), es más que efectiva (lo de que los elfos disparen trabucazos, haremos ver que no lo vemos…), desembocando en una pelea final en el centro de Londres que ni Optimus Prime y Megatron partíendose la bandana en pleno Nueva York.

   Thor: El mundo oscuro se revela así a nivel gobal como muy inferior a su predecesora y como la película más irregular de la hornada vengadora de Marvel hasta la fecha. Entretenida y notable si nos abstraemos de todas las subtramas que acaecen en la Tierra relacionadas con Jane Foster (Natalie Portman), pero ridícula a más no poder si nos centramos en ellas. En Thor: El mundo oscuro hay una buena película que lucha por salir como denota la mencionada fuga de Asgard mano a mano entre Thor y Loki, pero queda malograda por el excesivo peaje romántico terráqueo a pagar. Joss Wheddon lo sabía cuando hizo Los Vengadores y por eso abstrajo el personaje de Thor de todas las tramas abiertas en su primera película y se centró únicamente en su relación con Loki y el resto de Vengadores en su lucha con los Chitauri (quizás por eso la única conexión mostrada aquí con Los Vengadores es presentar a Stellan Skarsgard como una chota tras haber estado mentalmente poseído por Loki). Porque ahí está la auténtica película de Thor, en su conflicto con Loki y su deber como futuro rey de Asgard, y no en su relación sentimental con Jane Foster, que sobra del todo. Ya se lo dice Odin en un momento de la peli, para qué busca “otras cosas” teniendo a Sif (Jaimie Alexander, la princesa guerrera) ante él. Y si el “padre de todos” afirma eso, ¿quiénes somos nosotros, pobres mortales, para contradecirle?/>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
 

Recomendada por Kuato a: fans de los superhéroes Vengadores que vean las películas sin cuestionarse y se las traguen abriendo la boca y tapándose la nariz.

     
 

No recomendada por Kuato a: quien disfrutara de El Capitán América, Iron Man 3 y Los Vengadores, no sólo como buenas película de superhéroes sino como buenas película sin más.

     
 

Ego-Tour de luxe por: los elementos marca de la casa Marvel a modo de regalito: el cameo de Stan Lee, el de otro Vengador a modo de chiste, y la escena sorpresa tras los créditos finales.

     
  Atmósfera turbínea por: que los Vengadores no se reúnan en la sala de juntas de S.H.I.E.L.D. y decidan por unanimidad  exiliar a Thor de la Tierra, mandándole a Asgard para siempre de una patada en el culo.

 

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    JOSÉ BLANCO REYES<br />De acuerdo contigo Zeta, Thor es el más flojo de los Vengadores y debería abandonar el grupo para formar uno junto a John Carter y Green Lantern por similitudes.

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