ASHER crítica: El asesino del paraguas

Ron Perlman es un killer profesional que siempre sale con su paraguas, y no porque llueva, en Asher

Cuando uno va a ver una película con Ron Perlman de protagonista, no sabe si se va a encontrar al demonio de Hellboy, al troglo de En busca del fuego, al jorobado de El nombre de la rosa, al hombre mono de La isla del Dr. Moreau, o a cualquier otro Ron Perlman caracterizado de una guisa como para ganar un concurso al mamarracho más friki. La sorpresa es cuando Perlman aparece limpito y con la cara lavada como en Cronos, Pacific Rim o la serie Hijos de la anarquía… No estamos acostumbrados. ¿Y saben qué? Pues que con los años Perlman ha ido mejorando y ya no es tan feo como de joven. Sus facciones simiescas se han ido suavizando hasta el punto de poder interpretar a un tipo elegante y distinguido, y quedar bien y todo, como es el caso del asesino profesional de Asher.

¿He dicho asesino profesional? Por 25 pesetas, díganme películas con asesinos profesionales. Un, dos, tres, responda otra vez: León, La asesina, Asesinos, Chacal, Señor y señora Smith, Collateral, Memoria letal, Bangkok Dangerous, El americano, Hanna, The Mechanic, John Wick… ¡Campana y se acabó! Y ahora por 25 pesetas más, cuáles de estos títulos van de que el asesino protagonista debe realizar un último trabajo y su organización quiere acabar con él… Casi todos, ¿verdad? Pues sumen a ambas listas Asher porque en ella suceden ambas premisas. Porque en Asher, Ron Perlman es un asesino profesional frío y calculador que debe realizar un último trabajo y cuya organización no está dispuesta a dejar que se ponga el bañador y las chanclas para retirarse a las Bahamas…

"Lo confieso: en En busca del fuego y El nombre de la rosa no me maquillaron"

O sea que Asher es una película de asesinos profesionales que sigue a pies juntillas el manual de las películas de asesinos profesionales, y encima tranquilita, en la que Ron Perlman ejerce de productor, y por ello se ha buscado una película a su medida para su lucimiento, sin necesidad de pasarse horas desde las cinco de la madrugada sentado en maquillaje para pintarse de rojo y ponerse cuernos limados. Y se ha buscado también un director familiarizado con el tema como es Michael Caton-Jones, que dirigió Chacal hace algo más de veinte años, aunque el ritmo y la acción de Chacal, y la chulinería que ejercía Bruce Willis como killer profesional en ella, están a años luz de Asher. Asher es a Chacal lo que Deep Impact sería a Armageddon en el tema de los meteoritos que amenazan la Tierra.

"Asher es una película de asesinos profesionales que sigue a pies juntillas el manual de películas de asesinos profesionales, y encima tranquilita"

En Asher, Ron Perlman es un ex-agente del Mosad que se gana la vida enfriando a la gente por dinero. Un killer elegante y distinguido amante del buen vino, que dedica gran parte del metraje a una subtrama amorosa en la que se va ligand a Famke Janssen (igualito como hacía Nicolas Cage con la farmacéutica muda tailandesa en Bangkok Dangerous, que los killers también tienen su corazoncito), mientras va haciendo trabajos de los suyos mediante un sistema muy particular: se planta delante de la puerta de la víctima a cobijo de un paraguas, hace saltar la alarma de incendios, y cuando "se pone a llover", llama a la puerta y bang, bang. Así de simple. Nada de planes concienzudos fríos y metódicos estudiando a la víctima durante semanas. Con la dirección del apartamento en el que vive y un paraguas, basta.

"Mi próximo asesinato será a quien diga que David Harbour es mejor Hellboy que yo"

Con un ritmo de lo más tranquilito, apuntaba, porque Perlman ya va teniendo una edad y no es cuestión por eso de tenerlo pegando tiros más de la cuenta. De ahí que Asher se centre más en los factores personales del personaje, en el killer maduro cansado de la vida con un tono crepuscular, y en la relación de pareja que desea iniciar, que en el rifle telescópico que compra por piezas y los boquetes que abre con él (ay, qué bellos recuerdos, ver a Black Jack corriendo sin brazo tras el pepinazo que le dispara Bruce Willis en Chacal). Lástima por eso que Richard Dreyfuss no salga más como jefe de la organización, porque su cara a cara con Perlman es de lo más interesante de la peli, y nos deja con las ganas de ver una peli de asesinos profesionales con más tramas de asesinos de las que aquí salen.

Por eso Asher es una película correcta sin estridencias ni puntos álgidos, diseñada a medida de Ron Perlman, aunque nuestro Hellboy no vaya a pasar precisamente a la historia como el asesino profesional más chulito del cine (ese galardón se lo lleva sin esfuerzo Bruce Willis por Chacal), el más guapetón (George Clooney en El americano, ¿no?), o la loquita más histérica (ese sería Antonio Banderas sin rival en Asesinos). Ni Asher pasará tampoco a la historia como la mejor película de asesinos de los últimos años (esa podría ser Collateral), ni la más exagerada (esa sería The Mechanic), ni la más divertida (ese honor le corresponde a la saga John Wick), sino que lo hará como una más del montón que no acaba de matar. Sorprendente afirmación para una película de asesinos...

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: asesinos profesionales tranquilitos próximos a la jubilación.

No recomendada por Kuato a: quien prefiera ver a Bruce Willis montando durante diez minutos las piezas de su rifle telescópico

Ego-Tour de luxe por: que Ron Perlman no salga de rojo, con joroba o de hombre mono.

Atmósfera turbínea por: que tampoco habría venido mal algún tirito más.

■ ASHER. "Asher" (2018). Dirección: Michael Caton-Jones. Guión: Jay Zaretsky. Reparto: Ron Perlman, Famke Janssen, Richard Dreyfuss, Jacqueline Bisset, Marta Milans, Peter Facinelli y Guy Burnet. Estreno en Venusville: 05/05/2019.