COLIN FARRELL gente: Colin Farrell, l`enfant terrible

Colin Farrell, l`enfant terrible No en vano ostenta el honor de considerarse el actor más farrero, drogata y borrachuzo desde Errol Flynn Por Dr. Bishop

<"No es que yo sea estúpido, es que dejo de pensar algunas veces". Pedazo de frase que resume a la perfección al amigo Colin Farrell y en cierto sentido a su errática filmografía, que comprende películas de todo tipo.

   Un breve repaso a su biografía obliga a toda mente cuerda a abrocharse los cinturones, que vienen curvas. A nivel sentimental casado y divorciado a los pocos meses, follamigo de la playmate Nicole Narain (con quien grabó un video porno casero que después la muy desvergonzada lanzó a los cuatro vientos), de Rihanna, de Demi Moore, de Britney Spears y de tropocientos pibones que nosotros los mortales mataríamos por rozar.

Farrell y Maradona, amigos (cuando la noche les confunde) para siempre

   Pendenciero, farrero a muerte, fumador empedernido de tabaco y marihuana, cocainómano según la estación (y según la eficacia del centro de rehabilitación), y con tantas virtudes, posiblemente también putero mayor del reino, no es extraño entonces que el mayor ídolo de Colin Farrell sea Diego Armando Maradona, con el que se fue de copas por un bar de Argentina y al que acabó besando en los labios (realmente, a ver quién es el guapo que les puede seguir la fiesta a estas dos bestias pardas de la nuit).

   El chaval aparte de darle al vicio también hace películas, siendo la primera con repercusión Tigerland (2000) de Joel Schumacher, con el que repitió posteriormente en la curiosa Última llamada (2003), donde se pasaba toda la peli acojonado dentro una cabina telefónica. En el año 2002 empezó a situarse entre la clase A de la farándula, al codearse con monstruos como Bruce Willis (La guerra de Hart), Al Pacino (La prueba) o Tom Cruise y Steven Spielberg (Minority Report, donde hizo el papel rechazado previamente por Javier Bardem, que hay que ser imbécil).

   En el 2003 realiza S.W.A.T., la adaptación de la serie Los hombres de Harrelson, y su film más venusvillero, Daredevil, en que interpreta con mucha coña a su archienemigo Bullseye, mercenario de precisa puntería y putería que machaca constantemente al héroe y a su ligue Elektra pero acaba fatal, lisiado y enfrentado a una mosca cojonera (!). Luego, cambio de ritmo brutal al tirarse al mariconeo más absoluto como Alejandro Magno (2004), especialmente en sus años mozos donde lleva un peinadito de paje que debió levantar pasiones y otras cosas en la comunidad mosesual.

   En sus siguientes proyectos le da por alternar los coñazos de autor, como El nuevo mundo (2005), la historia real de Pocahontas para Terrence Malick o El sueño de Cassandra (2006) junto a Ewan McGregor para Woody Allen, con pelis más ligeras como Corrupción en Miami (2006), dándole un nuevo significado a la palabra "macarra", o la cachonda Escondidos en Brujas (2007).

Colin Farrell, antes y después de una intensa época de "autohomenajes"

   Sus últimas pelis destacables han sido la delirante El imaginario del Dr. Parnassus (2008), substituyendo con Johnny Depp y Jude Law al malogrado Heath Ledger, y la muy reciente Noche de miedo (2011) en la que encarna al vampiro de la función, aunque la que puede romper moldes, o ser el mayor desastre del año, será el remake de nuestra amada Desafío total (2012), en la misión suicida de intentar emular a Arnold Schwarzenegger.

   Confiemos en que Colin Farrell siga con su carrera cinematográfica, bastante impredecible, y sobre todo con sus autohomenajes nocturnos, que cualquier actor borrachuzo merece, si no un respeto generalizado, sí al menos la simpatía y apoyo moral de todos sus semejantes. Vaya, que no nos cambies nunca Colin./>