EL ASESINO (THE KILLER) crítica: Take me out tonight

La obra más personal y experimental de David Fincher con un killer fan del grupo The Smiths

Atención, por 25 pesetas, que decían en el “Un, dos, tres, responda otra vez”, dígannos directores de cine actuales encumbrados unánimamente por crítica y público al Olimpo cinematográfico: Quentin Tarantino, Martin Scorsese, Steven Spielberg, Christopher Nolan, David Fincher, David Fincher… ¡¡¡Campana y se acaboooó!!! “No podemos dar por bueno dos veces a David Fincher con alegría, a pesar de que es lo que más nos gustaría” (aplausos). Recreación ficticia de lo que hubiera podido pasar en el “Un, dos, tres” de haberse formulado esta pregunta, ya que David Fincher es tan bueno, que no nos extrañaría nada que algún concursante lo citara por despiste (¿o no?) dos veces.

Con títulos como Seven, El club de la lucha, Zodiac o Perdida, David Fincher se ha labrado una filmografía excepcional, milimétricamente diseñada, metódicamente ejecutada y justamente laureada. Fincher sabe que ha llegado a ese lugar al que muy pocos llegan, a ese lugar destinado a sólo los más selectos, en el que los nombres se bordan con letras de oro en la Historia del cine con mayúscula, y quizás por eso, porque ya sobrepasa los 60 tacos, lleva 40 años de profesión desde que empezara a dirigir los primeros videoclips, y ya ha superado la cifra de diez largometrajes, está en su etapa más personal y se dedica a hacer lo que únicamente le viene en gana. Primero Mank a partir del guión escrito hace años por su padre, y ahora este El asesino (The Killer).

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Porque El asesino (The Killer) es la obra más atípica de David Fincher, diríamos que incluso experimental, y por eso su película más personal. Un título que se diría ha hecho para sí mismo sin pensar en nadie más, aunque todo aquel que quiera verlo está más que invitado. Fincher toma como personaje central de su nueva obra a un asesino profesional, pero un asesino profesional que poco o nada tiene que ver con los asesinos profesionales vistos hasta ahora en el cine con mucho ruido y casquería, del estilo de Sr. y Sra. Smith, Bangkok Dangerous, Hitman, Collateral, The Mechanic, John Wick y demás (será por pelis de killers…), donde el asesino profesional es la estrella.

“El asesino (The Killer) es la obra más atípica de David Fincher, diríamos que incluso experimental, y por eso su película más personal”

El asesino profesional de David Fincher se mueve más en la liga de Chacal (el de Edward Fox, no el de Bruce Willis), León el profesional y Ghost Dog. Un ser anodino y gris que pasa desapercibido casi de forma invisible (a pesar de poseer los guapetones rasgos de Michael Fassbender), frío y metódico como el propio Fincher, que se repite mentalmente una y otra vez una serie de mantras que definen al personaje e ilustran la ética de su trabajo, aunque su trabajo sea matar a la persona acordada a cambio de dinero. El retrato que hace David Fincher de su asesino profesional es un retrato sorprendente, inquietante y perturbador, que descolocará al espectador igual que si estuviera sentado sobre un puerco espín.

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Al igual que toda la película en sí, pues no es para nada una película convencional. David Fincher la inicia con un primer segmento de presentación del personaje, sin apenas movimiento y con voz en off, que pese a ser más estático, lento y reiterativo que ver crecer una planta, es toda una clase magistral de cine que debería pasarse en todas las escuelas especializadas en el séptimo arte. Tras este segmento, el director de Seven sigue los pasos de su asesino, pero lo hace sin contarnos de qué va la película, obligando al espectador a encajar él mismo las piezas, mientras ve a Michael Fassbender tomar aviones, reuniéndose con personajes desconocidos, y matando (o dándose de cazos) con más de uno.

David Fincher nos invita a acompañarle en un paseo (o travesía o viaje), y nosotros lo hacemos encantados aunque no conozcamos el destino, la duración, o ni siquiera si estaremos en casa para cenar, y a medida que caminamos de la manita del director, dicho paseo (o travesía o viaje) se nos antoja fascinante. Sin saber siquiera a dónde vamos, no podemos dejar de mover los pies, y mientras lo hacemos, reflexionamos sobre el sentido del tiempo, de la ética y de la vida en general, porque a fin de cuentas eso es El asesino (The Killer), un vehículo para que David Fincher reflexione sobre estos temas, además de sobre la moral de la inmoralidad, y lo haga de un modo pausado, metódico y preciso, a ritmo de The Smiths.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: fans del grupo The Smiths, pues no para de sonar el tema “There is a light that neves goes out”, ese que todo el mundo conoce erróneamente como “Take me out tonight”.

No recomendada por Kuato a: espectadores poco aventureros que no les guste probar experimentos con gaseosa.

Ego-Tour de luxe por: el diálogo con Tilda Swinton, chiste incluido.

Atmósfera turbínea por: que Michael Fassbender haya ignorado el consejo que Robert De Niro da en Heat: no admitas nada en tu vida que no puedas dejar en 30 segundos si la pasma te pisa los talones.

■ EL ASESINO (THE KILLER). Estreno en Venusville: 27/10/2023.