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SITGES 2019: EL CAMINO: UNA PELÍCULA DE BREAKING BAD rueda: Bye bye, Jesse

Aaron Paul se despide en Sitges de Jesse Pinkman con El camino: Una película de Breaking Bad

RAY ZETA

Y si comentábamos que como película inaugural del Festival habíamos tenido una producción de Netflix (En la hierba alta), para la clausura tenemos otra (será que iban en el mismo pack): El camino: Una película de Breaking Bad. Y como sucedió con la peli anterior, también se estrena esta misma noche, por lo que llamarla premiere es más un eufemismo que otra cosa. Pero como a todos nos gusta Breaking Bad, y ha venido a presentarla Aaron Paul, prota absoluto de este episodio especial, pues lo mismo que hicimos cuando Patrick Wilson trajo la peli hierbosa, la compramos. Y es que si Mecano cantaba que vamos escasos de genios, en esta edición hemos ido escasos de estrellas (Sam Neill, Nikolaj Custer-Waldau, Olga Kurylenko y el citado Patrick Wilson), así que sea bienvenido Aaron Paul aunque sea una estrella televisiva.

Aaron Paul va rapado como un recluta, viste informal y se muestra extrovertido, teatral y exagerado. ¿Recuerdan cuando Billy Crystal presentó a Roberto Begnini en los Oscars del 2000, previniendo al público de que se había tomado nueve cafés? Pues Aaron Paul se ha debido tomar la misma cantidad de Coca-colas por lo menos. Cada vez que la traductora traduce sus palabras la felicita, la aplaude, choca palmas con ella, y certifica sus intervenciones con palabras como “amén”, “guau” y “yeah”. En definitiva, Aaron Paul va de enrollado. Eso, o le mola la traductora o ambas cosas. Aunque cuando responde a las preguntas de la prensa, responde con toda la seriedad y profesionalidad del mundo, todo hay que decirlo. Al César lo que es del César, o mejor dicho, a Jesse lo que es de Jesse.

 

"Es que trabajé un tiempo de animador de eventos y siempre queda algo"

 

Empieza contándonos cómo el creador Vince Gilligan le habló del proyecto por primera vez. Fue hace dos años, cuando sólo era una idea. “¿Estarías interesado?”, le preguntó. “Te seguiría hasta el fuego”, le respondió él, ya que es consciente, y así lo reconoce, que si posee una carrera es gracias a él. “Así que siete meses después me presentó el guión y aquí estamos”. ¿Y es realmente el final para Breaking Bad? “Es el final para Jesse Pinkman”, responde, “ya que el propósito de la película es precisamente ese”. Y explica que cuando terminó Breaking Bad le preguntaban constantemente qué le sucedía al personaje de Jesse. “Quedaba una historia que contar y la han contado”, puntualiza, pero también reconoce que dijo eso mismo hace seis años antes, "así que quién sabe..."

El camino: Una película de BreakingBad es el final para JessePinkman, ya que el propósito de la película es precisamente ese”

No tiene ni idea de cómo consiguieron mantener el rodaje en secreto en absoluto. Rodaron en Nuevo México de lunes a viernes, y cuando los fines de semana le preguntaban qué estaba rodando, él respondía que estaba haciendo una película indie personal, por lo que todo el mundo pensaba que debía estar haciendo Better Call Saul. Nadie sabía que estaban rodando una película de Breaking Bad, lo que para él era motivo de orgullo y satisfacción porque “me gustan los secretos, me gustan las sorpresas y me gustan las mentiras piadosas”. ¿Algún personaje que eches en falta en este retorno? No especialmente, pues confía tanto en Vince Gilligan, que los que no han salido es que no debían salir, pero si ha de elegir uno, elige a Saul, pero sólo porque Bob Odenkirk le cae muy bien.

 

"A quien he echado realmente de menos es a la mosca del Bottle Episode"

 

Tiene unas palabras de recordatorio a modo de homenaje para Robert Forster, actor de la serie y de la película muerto durante el día ayer, de lo que se ha enterado al bajar del avión esta mañana: “Le amaba tanto que le extrañaré profundamente”, dice. Y sobre Bryan Cranston, confiesa tenerlo en un pedestal: “Ese tío es mi mentor, le amo hasta la muerte”, afirma. “Es la persona más inmadura con la que he trabajado en la vida, pero también la más profesional. Trabajar con Bryan es como estar en un taller continuo de interpretación”. Cuenta que durante el rodaje de Breaking Bad se hicieron amigos tan inseparables, que ahora habla por teléfono con él cada día, y que su amistad les ha llevado a elaborar un mezcal que espera se pueda encontrar pronto en España. Mezcal “Dos hombres”.

Y como la traductora va estando cansada de que la vitoreen, la lisonjeen y la piropeen tras cada intervención, dos últimas preguntas, la primera tan cachonda como el mismo invitado. “Tras tantos años fabricando droga en la serie, ¿sabrías fabricar el Cristal Azul?” Aaron Paul se ríe y responde con un rotundo “no”, seguido de “podría intentarlo, pero volaríamos todos por los aires”. Y la última: “¿Cómo ha influido el éxito en tu privacidad?” Y es él mismo quien convierte la pregunta en cachonda con su respuesta. “Antes podía ir tranquilamente por la calle sin que la gente me llamara zorra (“bitch”), sin que me pidieran que les llame zorra, o que me pidieran que llame zorra a sus mujeres”. Y de esta manera, Aaron Paul se despide con un gran aplauso. ¿O es un aplauso para la traductora?

 

 

Aaron Paul con el Diario de "Breakingbadnusville"

 

■ SITGES 2019

 

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