SITGES 2011: LOBOS DE ARGA rueda: Gamberros de Arga

Gamberros de Arga Puyas, calaveritas e insultos. ¡No hay nada como el respeto entre compis de profesión! Por Ray Zeta

<Una comedia tan gamberra tenía que tener una rueda de prensa también gamberra, no podía ser de otra manera. No en vano, Carlos Areces, Gorka Otxoa y Secun de la Rosa, sus tres protagonistas, son tres actores que además de comediantes son amigos, y eso se nota, vaya si se nota, sobre todo en las puyas que se han estado lanzando continuamente (ya conocen el dicho, con amigos como estos no hacen falta enemigos…), siendo Carlos Areces el principal blanco de las bromas: “¿Hubo algún susto durante la película?”. “Encontrarte a Carlos Areces en el ascensor del hotel a las 3 de la mañana”; “¿Volveríais a trabajar juntos?”. “Menos con Carlos Areces, sí”. A lo que Carlos Areces ha acabado replicando no ya con un dardo sino con un misil envenenado: “Ha sido un placer trabajar con ellos… pese al terrible problema que tienen con su olor corporal”.

   Si encima le suman que los astros han confluido sobre el cielo de Sitges para que las primeras preguntas sean tan equívocas como el juego de los disparates (“¿Qué tal fue rodar con tanto maquillaje de hombre lobo?”, les preguntan cuando ninguno de los tres hace de hombre lobo; “¿qué es lo que te gusto más del guión?”, le preguntan al director cuando fue él mismo quien lo escribió), el resultado es una rueda de prensa tan repleta de buen rollito como si de una reunión de viejos amigos de la infancia o ex compañeros de la mili se tratara.

Tripulación de "Lobón y los arganautas" al completo

   Será por eso que se han recordado batallitas y anécdotas como las propiciadas por el alto número existente de figurantes disfrazados y maquillados de hombre lobo, como lo chocante que era ver a tanto licántropo junto hablando con diferentes acentos (castellano, gallego, argentino…),  y bebiendo, comiendo, fumando, sacándose las lentillas, jugando a cartas e incluso cortándose las uñas. O que a Carlos Areces le saludaban en el hotel, y como eran figurantes hombres lobo que iban sin el maquillaje no les reconocía y quedaba como un antipático.

   Por suerte para nosotros, en la mesa también está el director Juan Martínez Moreno, que ha significado un atisbo de cordura entre tanta locura, y gracias a ello hemos podido conocer detalles del rodaje como su dureza, nada menos que cuatro semanas en Galicia en pleno febrero, y de noche en su mayoría (imaginen la rasca), con cinco horas de maquillaje previo. Que una de las mayores dificultades con que se encontró fue las tomas del perro (recuerden lo que decía Alfred Hitchcock). Que pese a lo que pueda parecer no improvisaron nada, ya que a él no le gusta que se cambie una sola coma del guión. Que rechaza enormemente la digitalización y aboga por efectos especiales artesanos recordando clásicos licántropos como El hombre lobo (la de Claude Rains y Lon Chaney Jr.) y Aullidos de Joe Dante. Y que sorprendentemente (él es el primero en no entenderlo), la película ha tenido un espectacular éxito de pre-ventas en países musulmanes.

Carlos Areces, un actor muy respetado por sus compañeros de profesión

   Aún así, no ha podido resistirse a la tónica imperante, y cual marinero llamado por los dulces cánticos de las sirenas, ha acabado sucumbiendo al chiste fácil (“Tu segunda película Un buen hombre fue drama…”,  introduce un periodista, “Sí, lo fue en todos los aspectos”, replica él), y, cómo no, a meterse con Carlos Areces: “Quisiera volver a incurrir en el cine fantástico y no me importaría repetir con todo el equipo de ésta, menos ‘con ya sabéis quién’”, sentencia. “Tú calla, que Alex de la Iglesia te puso a correr en bolas en Balada triste de trompeta y yo he tenido la gentileza de sacarte vestido”, le interrumpe cuando intenta replicarle...

   Sólo faltaba la intervención de un reportero tan dicharachero como ellos (y no me refiero a mí) que como guinda final le ha preguntado al trío de actores si el hecho de que interpreten siempre a tarados se debe a que realmente están tarados en su vida normal. “Alabamos tu sinceridad pero puedes abandonar la sala”, ha respondido uno de ellos entre las carcajadas de la concurrencia. ¿Adivinan quién?/>

Gorka Otxoa y Carlos Areces, lobos de Venusville