Categorías

SITGES 2012: INVASOR crítica: Adiós a la caspa con Calparsoro

   

Adiós a la caspa con Calparsoro

Película de acción española de la que lo mejor
que se puede decir es que no parece española

Por Chema Pamundi

 

<¿Cuál es la última película española de acción digna de mención? Sí, ya sé que por estos lares la acción se considera un género menor (en los Goya lo único que puntúa siguen siendo dramas costumbristas, comedias madrileñas de pedos y frescos históricos sobre la Guerra Civil o el franquismo), pero en serio… ¿cuándo fue la última vez que un thriller de acción hecho aquí tuvo a la audiencia con los puños apretados y en el borde de la butaca durante todo su metraje? Incluso los mejores ejemplos recientes como Grupo 7, Carne de neón o Celda 211 acumulan algún que otro momento ridículo, demasiada irregularidad narrativa, un desconocimiento pasmoso de cómo rodar buenas ensaladas de hostias (un apunte: si la mejor persecución automovilística que nuestro cine ha sido capaz de filmar hasta la fecha es la de Torrente 2: misión en Marbella, está claro que tenemos un problema), y un exceso de caspa hispánica que chirría todavía más por cuanto se mezcla en la hormigonera con modelos de cine de género americano o inglés (de Tarantino a Guy Ritchie), por lo general dando lugar a astracanadas que es imposible tomarse en serio.

   Por eso, a tipos como Calparsoro tendríamos que cuidarlos más. Porque Daniel Calparsoro es uno de los poquitos directores españoles que sabe armar tiroteos como Dios manda, que sabe agarrarte por la solapa y zarandearte, que sabe venderte el producto hasta hacerte olvidar que estás viendo una película española (y es triste que eso siga siendo un elogio). ¿Su secreto? Que a pesar de hacer obras de género, Calparsoro se las toma tan en serio como un infarto. A veces se pasa de frenada, sí, y parece que los personajes de sus películas caguen mármol cuando hablan (me acuerdo ahora de la insufrible Najwa Nimri en Salto al vacío) pero incluso eso es preferible a considerar el cine de polis y cacos como un simple producto de consumo desechable. Las pelis de Calparsoro, buenas malas o regulares, tienen personalidad, músculo e intención.

 

INVASOR_3.jpg

"Esto es un En honor a la verdad pero conmigo haciendo de Meg Ryan"

 

   Siguiendo esa línea, Invasor es un dignísimo tebeo de acción conspiranoica, dirigido al mismo público que vibra con la trilogía de Jason Bourne o con los vitamínicos thrillers del malogrado Tony Scott. No les llega ni a la suela del zapato a ninguno de ellos, claro está, pero como ya he dicho es cine de género bien filmado, que no ofende tu inteligencia y que te entretiene de principio a fin. Yo tampoco le pido nada más. El protagonista de Invasor es Alberto Ammann, en el papel de un sanitario del ejército español que resulta gravemente herido durante una acción de combate en la guerra de Irak, perdiendo además la memoria sobre dicho episodio. A su vuelta a casa, convaleciente, irá recordando poco a poco lo sucedido, hasta darse cuenta de que la feria no fue tal como se la han contado. Le da la réplica Karra Elejalde, como un siniestro agente a sueldo del Ministerio de Defensa, que llegará hasta donde haga falta para asegurarse de que la verdad de lo sucedido no salga a la luz (el tío tiene un manejo pasmoso del cenicero de mármol como arma contundente).

 

  "Invasor es un dignísimo tebeo de acción conspiranoica, dirigido al mismo público que vibra con la trilogía de Jason Bourne o con los thrillers de Tony Scott"  

 

   Invasor es la segunda incursión de Calparsoro en el tema militar, tras Guerreros, y desde luego es bastante más sólida y está mejor acabada que aquélla. Su argumento es sencillito pero está bien desarrollado y contado con gracia, combinando la investigación que lleva a cabo el prota con constantes flashbacks, en los que su mente va recomponiendo el puzzle de lo que ocurrió entre las dunas de Irak. Además, la película se beneficia de una pareja de antagonistas carismáticos: Ammann aguanta sin problemas el peso dramático como héroe de la función, y Elejalde está igual de bien que siempre como villano sin escrúpulos (creo que no exagero al decir que si Karra Elejalde fuera norteamericano, estaría compartiendo filmografía con tipos de la talla de Harvey Keitel o Al Pacino).

 

INVASOR_7.jpg

"Y así sería si no fuera aún fumado por Año Mariano..."

 

   En cuanto a los apartados técnicos de la película, funcionan todos con oficio y buena letra, desde la fotografía y el montaje (la persecución en coche por las frías y grises calles de A Coruña no desmerece comparada con cualquiera que haya protagonizado Matt Damon) hasta la eficiente puesta en escena (las localizaciones iraquíes cuelan perfectamente, pese a haber sido rodadas en Lanzarote y Fuerteventura). En general, los tres millones de presupuesto invertidos en la factura de Invasor parecen bastantes más, lo cual es quizás el mejor elogio que cabe hacerle a la labor de Calparsoro.

   Tal como está la cartelera actual, con la inmimnente avalancha de estrenos navideños liderada por El Hobbit, ¿vale la pena pagar una entrada por ver Invasor en el cine? Pues hay bastantes motivos para decir que sí. Al menos yo me lo he pasado pipa, cosa que la verdad no me esperaba. Lo que más me ha gustado es la falta de complejos a la hora de copiar un modelo de éxito. ¿Si funciona, por qué no hacerlo? ¡Ah, pero hay que saber hacerlo bien! El cine español, tan dado al ensimismamiento y la pandereta, necesita de más Calparsoros, directores capaces de rodar películas de entretenimiento sin pedir perdón. Este tío es bueno./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Copas de yate
     
     
  Recomendada por Kuato a: quien quiera establecer un juego de comparaciones con El legado de Bourne. Con mucha menos pasta y medios, Invasor le aguanta el cuerpo a cuerpo perfectamente (excepto por Rachel Weisz, que está claramente más buena que Inma Cuesta).
     
 

No recomendada por Kuato a: gafapastas que utilizan términos como “peliculero” o “palomitero” de manera despectiva para definir ese cine que simplemente es divertido.

     
  Ego-Tour de luxe por: que los malos sean los capitostes del ejército. Si cuesta encontrar una peli española de tiros como Dios manda, aún cuesta más trabajo encontrar una que sea mínimamente crítica con el estamento militar español.
     
  Atmósfera turbínea por: el final cerrado que propone la peli, y que impide rodar una secuela si la cosa funcionara (que tampoco hay que volverse locos porque no funcionará). La verdad es que un Jason Bourne o un Ethan Hunt castizo tendrían su miga...

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario