LA GUARIDA rueda: Cuatro cañas y una película

**Neil Marshall presenta La guarida defendiendo el cine fantástico hecho con cuatro cañas**

FESTIVAL DE SITGES, 08/10/2022. Tal como digo en la crítica, Neil Marshall es un director que mola y uno de los nuestros, un ciudadano de Venusville que sabe lo que nos gusta porque a él le gusta lo mismo, y lo filma porque como él mismo dice, sus películas son las que él querría ver en el cine y no las ha hecho nadie, sean soldados enfrentándose a hombres lobo, espeleólogas enfrentándose a criaturas subterráneas, un centurión romano enfrentándose a una horda de pictos, o como es el caso de La guarida, un grupo de soldados británicos y norteamericanos enfrentándose en un búnker ruso del desierto de Afganistán, a monstruos mutantes fruto de la experimentación genética con ADN extraterrestre (casi nada). Ya lo ven, un director que mola de verdad.

Por eso, cuando empezó a pensar en La guarida para aprovechar el tiempo durante la época del confinamiento por COVID, empezó a escribir el guión para que fuera una película muy, muy pequeña, pero a medida que la iba escribiendo se iba animando: “Escribí la película con la idea de hacer algo pequeño, algo en un desierto o un sitio donde hiciera calor, con el mínimo presupuesto, el mínimo reparto y las mínimas localizaciones, pero a medida que iba escribiendo, el proyecto se iba transformando en algo más ambicioso, en Afganistán, con bunkers rusos y con una producción mayor”. Una producción mayor, teniendo en cuenta que es una película de Neil Marshall, claro, porque como él mismo explica, no es director amante de los grandes presupuestos.

"Mi próxima peli será con robots hechos con papel de aluminio"

“A veces los blockbusters tienen más dinero que sentido común. Hay maneras de hacer grandes proyectos ahorrando dinero, de manera más práctica y de forma más real. Sería más fácil con CGI. Es una labor más complicada hacerlo artesanalmente como lo hacemos nosotros, por eso con grandes presupuestos se van perdiendo estas habilidades en el cine”. Y continúa haciendo una oda a los efectos especiales artesanales: “Hay grandes artistas y grandes escultores, y es una pena no utilizarlos. La mayoría de cosas se pueden hacer de manera práctica, y así perduran en el tiempo, como las películas que todos amamos, como las de Aliens o Predators. Son efectos prácticos que resisten el paso el tiempo”.

“A veces los blockbusters tienen más dinero que sentido común”

Y pone de ejemplo los efectos artesanales realizados para La guarida, para la que crearon los monstruos a la antigua usanza con cuatro duros y cuatro cañas, consiguiendo que tuvieran un efecto terrorífico, aunque fuese un efecto terrorífico ochentero: “Hay una fobia a los agujeros en las texturas, por eso los hicimos así, con la cara con agujeros, quitándoles los ojos para que no tuvieran humanidad, con dos filas de dientes. Pero también queríamos que fueran prácticos y que pudieran estar en el rodaje con el resto de los actores, lo que también lo hace más divertido”. Y es que una de las máximas de Neil Marshall es que un rodaje debe ser divertido, por eso no duda en salir él mismo en la peli como soldado encapuchado.

"Así me ahorro el bocata y la birra de un figurante"

Ventajas de tener todo el control creativo, dice, como lo ha tenido siempre a excepción del reboot de encargo de Hellboy, experiencia de la que está tan resentido, que no duda en citar repetidas veces como ejemplo de producción nefasta en todos los sentidos: “Me trajeron para hacer una versión terrorífica de Hellboy y no me dejaron hacerla. Para empezar habría escrito un guión totalmente diferente (en Inglaterra decimos ‘no se puede limar una mierda’) y la habría hecho de manera más práctica, muy diferente a la que hizo Guillermo del Toro”. Y siente haberse llevado él solito todos los palos críticos: “Acepto mis propios errores, si yo lo decido y me equivoco, es mi error, pero aceptar los errores de los demás es diferente”.

Por suerte para todos, en su última película, filmada recientemente en Tenerife, ha vuelto a tener todo el control creativo. Nueva peli con su socia y pareja Charlotte Kirk como protagonista, con la que en los últimos cuatro años ha escrito y hecho tres películas: The Reckoning, La guarida, y está última en Tenerife, The Duchess. The Duchess es, en sus propias palabras, algo totalmente diferente a lo que ha hecho hasta ahora: “Es un cambio de género para mí, es una película de gangsters”. Vaya, ¿significa eso que no parecerá una película de Neil Marshall? Él mismo nos despeja la duda. “Pero aunque cambie de género, siempre cuelo sangre y vísceras. Será muy violenta”. No me cansaré de repetirlo: Neil Marshall es un cineasta que mola.