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LA VAMPIRA DE BARCELONA crítica: Desde el infierno… barcelonés

Terror gótico sin vampira de Barcelona aunque sí en Barcelona, en La vampira de Barcelona

RAY ZETA

Quién iba decirnos que una película en catalán iba a erigirse como una de las mejores películas de la pasada edición del Festival de Sitges… Porque producciones catalanas que hayan pasado con éxito por Sitges, las que quieran, todo lo que han traído directores como Jaume Balagueró, Paco Plaza, Javier Ruiz Caldera, Oriol Paulo o Guillem Morales, por ejemplo, que es mucho, pero cine en catalán… eso es harina de otro costal. Porque el cine en catalán siempre ha sido más social, histórico y teatral, más dado a proyectarse en televisión en horario de prime time con todo el bombo y platillo que corresponde al estreno de una producción propia, que en una sala de cine abarrotada de frikis.

Pero La vampira de Barcelona ha roto todos los moldes. Porque su versión original es en catalán, porque es un thriller fantástico por los cuatro costados, y porque es de lo mejorcito que se ha hecho en el género en Catalunya y España (y ya puestos, en Europa y el mundo). ¿Les parece exagerado? Pues espérense porque no he hecho más que calentar, porque La vampira de Barcelona merece ser reivindicada como una rara avis que sorprende, inquieta y fascina a partes iguales, tirando de talento, inteligencia y buen gusto allí donde faltan los recursos, apoyándose en una seductora puesta en escena, unas interpretaciones convincentes, y una dirección elegante.

 

"Pregunta a Misterios S.A. de Scooby-Doo y te dirán que no soy una vampira de verdad"

 

Basada en la novela gráfica de Iván Ledesma, Miguel Ángel Parra y Jandro González, La vampira de Barcelona cuenta la historia de Enriqueta Martí, presunta asesina en serie de principios de siglo XX que supuestamente secuestraba y asesinaba niños para elaborar ungüentos y otros productos de curanderismo, objeto de estudio aún hoy día, con la teoría de que en realidad fue una prostituta y una proxeneta convertida en chivo expiatorio de la época, para encubrir la prostitución infantil de la que ciertos corruptos cargos de la sociedad bienestante barcelonesa se beneficiaban. Una maquiavélica conspiración orquestada por la clase política y burguesa que nada tiene que envidiar a la de Jack el destripador.

"La vampira de Barcelona merece ser reivindicada como una rara avis que sorprende, inquieta y fascina a partes iguales, tirando de talento, inteligencia y buen gusto"

De hecho, contada como está a partir de la perspectiva de un periodista drogata que investiga a modo de detective, si en lugar de Barcelona ponen Londres, cambian a Roger Casamajor por Johnny Depp, y hacen que el objeto de la investigación sea Jack el destripador en vez de la vampira de Barcelona, tendremos una copia exacta de Desde el infierno. El mismo rollito del barrio de los bajos fondos con sus callejuelas abarrotadas, sus locales de mala nota de vicio y perversión, y su pintoresca fauna nocturna. Una de las referencias que a buen seguro ha tenido el director Lluís Danés a la hora de construir y narrar la historia, como también ha tenido El hombre elefante y Drácula de Bram Stoker a la hora de plasmarla estéticamente.

 

"Al oir 'vampira', me imaginé a Monica Bellucci en Drácula de Bram Stoker"

 

Porque lejos de gastarse la pasta tirando la casa por la ventana para recrear digitalmente la Barcelona de 1912 como hizo La sombra de la ley, La vampira de Barcelona emplea recursos como transparencias, tratamientos de color, escenarios teatrales, fotografía de cinematógrafo y otros imaginativos trucos para conseguir la recreación, y no sólo la consigue sino que encima dota a la narración de una atmósfera onírica e irreal, como si se tratara de un cuento gótico oscuro en vez de una historia real, con la vampira en segundo plano como si fuera una versión femenina del Coco, del Bogeyman o similar, como una versión catalana de La Llorona en vez de mexicana.

Por eso La vampira de Barcelona sorprende, inquieta y fascina, pero sobre todo acierta. Acierta en su planteamiento, acierta en su look visual, acierta en su construcción, y acierta en la descripción de la vampira Enriqueta Martí, aquí personaje secundario de su propia película, mostrada como motor de los acontecimientos pero no como conductor de los mismos. Con un personaje ensalzado a la altura de leyenda como el de la vampira del Raval, no era cuestión que el capítulo que le dedicó la serie El Ministerio del Tiempo, fuera la única aproximación cinematográfica. Por suerte La vampira de Barcelona ha llegado para hacer justicia, tanto a la vampira del Raval como a Enriqueta Martí.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: quien crea que Enriqueta Martí es la versión femenina catalana de Ricky Martin.

No recomendada por Kuato a: quien oiga la palabra "vampira" y se imagine a una tía buena con colmillos lujuriosa en camisón.

Ego-Tour de luxe por: el rollito onírico de cuento gótico, merecedor de tener el dvd en la estantería entre los de El hombre elefante y Drácula de Bram Stoker.

Atmósfera turbínea por: que no esté en proyecto una secuela con Roger Casamajor como Van Helsing y Nora Navas de vampira de verdad.

 

LA VAMPIRA DE BARCELONA. Estreno en Venusville: 04/12/2020.

 

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