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PACTO DE SILENCIO crítica: ¡Vaya un fugitivo!

   

¡Vaya un fugitivo!

El abuelo Redford se calza el chandal y corretea
seguido por el FBI por sus pecadillos de juventud

Por Robert Thornhill

 

<Vaya racha llevamos este año, señores, han abierto las puertas del asilo y uno tras otro han ido desfilando por nuestras pantallas todo un ramillete de ilustres carrocillas que se resisten a ser un recuerdo nostálgico y quieren seguir al pie del cañón. Siguiendo el ejemplo del abuelete por excelencia, Clint Eastwood, que lleva años sermoneando por doquier peli sí, peli también, con esa expresión perenne de hastío y con más arrugas que el culo de una gallina, durante el 2013 hemos visto como Al Pacino (73 años), Christopher Walken (70) y Alan Arkin (79) se montaban una aventurilla melancólica en Tipos legales; el resucitado Arnold Schwarzenegger (66) dejaba el traje de político y se ponía la placa de sheriff en El último desafío; y cómo no, nuestro mercenario pensionista más activo, Sylvester Stallone (67), se cepillaba sin problemas al hercúleo Jason Momoa en Una bala en la cabeza.

   Visto el panorama, a priori no resulta extraño ver a un Robert Redford (77 tacos) dirigir e interpretar un thriller atípico como Pacto de silencio sobre unos antiguos activistas antisistemas que estaban indignados con la dichosa guerra del Vietnam y se dedicaban, entre porro y porro, a meter bombas en edificios públicos y a robar bancos. Sí… han oído bien: otra vez la puñetera Guerra del Vietnam. En unos tiempos donde lo árabe está de moda y el universo entero está infestado de micrófonos buscando a ese miembro de Al Qaeda preparando una bomba casera para el próximo estropicio, nos vienen éstos con historias de la época hippie y de la marihuana. Sabemos que Robert Redford es amante de las pelis comprometidas luchando siempre contra injusticias sociales, como en la excelente La conspiración y la espesita Leones por corderos, pero vaya, aquí el problema reside en lo lejana que nos queda la historia y la poca credibilidad que transmite, que después de treinta y muchos años se desentierre un delito en que sólo ha habido un mísero muerto. ¡Ni que fuera el asesinato de Kennedy, por Dios!

 

"Pues a mí en Sneakers (Los fisgones) ya me pareció mayor y de eso han pasado 20 años"

 

   Esta distancia con la que el espectador no-yanqui recibe la trama de la peli, no tendría importancia si nos encontráramos con un guion ágil, unas escenas de acción atractivas y nos mantuviéramos con tensión toda la peli temiendo por la integridad del héroe de turno. Pues nada de eso, amigos: 0 de 3. El guionista Lem Dobbs (co-autor de Dark City) adapta el guion de la novela homónima de Neil Gordon y lo hace con muy poca traza. A lo mejor la trama no daba para hacer un Informe Pelicano, porque Pacto de silencio está lleno de momentos prescindibles con diálogos vacuos que no hacen más que ralentizar la peli. Un poco menos de cháchara y más acción no hubiera estado mal. Además, vemos que todo ese elenco de refutados actores talluditos del que dispone la peli, aparecen haciendo cameos prolongados sin dar tiempo a profundizar en sus personajes ni implicarlos en la historia que están contando. Tanto Susan Sarandon como Nick Nolte, Richard Jenkins o Chris Cooper, podrían ser perfectamente substituidos por actores sin tanto caché, con lo que las escenas serían más dinámicas, más auténticas y nos ahorraríamos tantas exhibiciones interpretativas (¡como se alarga la entrevista de LaBeouf a una ojerosa Sarandon!).

 

  "Capítulo aparte merece un Robert Redford, que al estilo de Sylvester Stallone, ha decidido que su cara parezca la del nuevo novio de la nueva línea de Barbie Oldiegirl"  

 

   Capítulo aparte merece un Robert Redford, que al estilo de Sylvester Stallone, ha decidido que su cara parezca la del nuevo novio de la nueva línea de Barbie Oldiegirl  y se ha metido cirugía y bótox hasta en las cejas, provocándole una sonrisa que parece un Mecha gigolo de Inteligencia Artificial. ¿Dónde habrá quedado aquella seductora sonrisa de Peligrosamente juntos o Proposición indecente? ¿En el quirófano, quizás? Si hace daño ver a Redford con esa faz robotizada, más penoso resulta verle correr huyendo de los polis o simplemente haciendo footing: se me apareció la viva imagen humorística del inolvidable Leslie Nielsen en ¡Vaya un fugitivo!... aunque claro, no era esa su intención. Un Bruce Willis, un George Clooney o incluso si me apuran Richard Gere, serían más creíbles que un Robert Redford al que se le notan todas y cada una de los muchas Navidades que tiene.

 

"Dile a mamita quién es el señor malo que te ha dejado la cara así"

 

   Tampoco está muy acertado Shia LaBeouf como incisivo reportero de un diario local que persigue la noticia de su vida. Si quería parecerse a Dustin Hoffman o a su  compañero de reparto en Todos los hombres del presidente, se ha quedado en el intento, ya que demuestra sus limitaciones como actor haciendo alarde de todos esos tics que le han catapultado a enrolarse en dos megafranquicias como Transformers e Indiana Jones, y no nos lo acabamos de creer como periodista de investigación, teniendo parte de culpa un guión donde la perspicacia y el talento del personaje se ve sustituida por el siempre resultón google, fuente inagotable de información, y una facilidad pasmosa de llegar a la noticia, sin tener que mojarse el culo.

   Si a todo esto le sumamos el final más frío y soso de la historia, en el que sólo falta el “To be continued”, no es de extrañar pues que haya tardado tanto en llegar a nuestras carteleras una película a priori atractiva, que viene de la mano del respetado Robert Redford con un reparto de campanillas. Es posible que a los nostálgicos de los thrillers políticos de los setenta esta propuesta les resulte satisfactoria, con su moralina maniquea incluida de justificar el terrorismo, pero en cualquier caso, cuando el guion es lento y al actor principal no te lo crees, es difícil que un edificio se mantenga en pie. Esperemos reconciliarnos con el creador de Sundance con su próxima peli Cuando todo está perdido, una de supervivencia en alta mar con tiburones y todo, que pinta muy bien. En enero saldremos de dudas./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Congelada en carbonita
     
     
 

Recomendada por Kuato a: espectadores que como los marines del escuadrón de Clint Eastwood de El sargento de hierro, sepan adaptarse a las circunstancias.

     
 

No recomendada por Kuato a: los que ven con cariño propuestas pasadas de años como Red o Tipos legales en las que hacen las cosas con la parsimonia propia de la edad.

     
 

Ego-Tour de luxe por: ese Redford que ataviado con una sudadera roja, con la cara inflada de bótox y haciendo footing con las manos encogidas, es un espectáculo.

     
  Atmósfera turbínea por: nuevamente Redford delincuente, quien rapándose el pelo y afeitándose el bigote, puede permanecer en el anonimato durante 30 años. Venga, hombre, venga, ni que los polis fueran Mortadelo y Filemón….

 

 

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Aquí donde la ven, para Robert Redford Pacto de
silencio
es una muy libre versión de Los miserables

De Tripictures


   

> PACTO DE SILENCIO premiere: Posado de silencio

Con Redford y su careto, y LaBeouf
más barbudo que Jeremiah Johnson

Museo de Arte Moderno, NY, 01.04.13


 

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