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PARA ELISA crítica: Satanás, ¿jugamos a las muñecas?

   

Satanás, ¿jugamos a las muñecas?

A partir de ahora la música de Beethoven ya no
sonará a La naranja mecánica sino a Para Elisa

Por Anna Bou

 

<Hay músicas que, por mucho que les pese, van cogidas de la mano de hechos crueles: Wagner lo asociamos con Hitler, y desde que me enteré de que la música de Julio Iglesias era la que sonaba en salas de tortura durante la dictadura de Pinochet, mis garras escucharán “Soy un truhán soy un señor” con otros ojos. Los acordes de “Para Elisa” nos evocaban, hasta ahora, tardes lluviosas con melancólicos relojes de cuco, o las repetitivas clases de piano de la vecinita plomo, pero esta asociación de ideas terminó. Ahora, cuando escuchemos dicha partitura pensaremos, sin remedio, en cierta dama desquiciada con nombre de piedra preciosa. Querido Beethoven, los tiempos han cambiado.

 

"Considérame una especie de Srta. Havisham a la española"

 

   Hace mucho tiempo que el cine español dejó de ser la comedia donde Alfredo Landa perseguía a vírgenes suecas, y ya se aventura en géneros cada vez más transitados como es el thriller de terror psicológico, cultivando éxitos como Los otros, El orfanato o Rec. Bienvenidos a Para Elisa. Ana, una estudiante de Bellas Artes con novio camello necesita dinero para su viaje de fin de curso; para sufragarse los gastos, acude a una entrevista con una tal Diamantina para hacer de canguro de su “retoño”. Más sorpresas que la vida le darán la una y la otra, a cual peor, en una casa oscura como el secreto de un mudo, plagada de animales disecados y muñecas de porcelana antigua, tétricas y frías como momias diminutas.

 

  "El Mal que se cuece en Para Elisa es un Mal vestido de tul y puntillas morbosamente acentuado con la inocencia de los juegos infantiles"  

 

   El director Juanra Fernández, con esta su ópera prima, aprueba con nota muy alta: el ambiente polvoriento y asfixiante de los interiores de la casa de Diamantina está muy bien contrarestado por los exteriores de una acertadísima Cuenca. El guión es ágil, con un par de giros internos que juegan con el espectador para que éste vaya con su bastón dando golpes por el sendero de las previsiones. Y hay un buen trabajo de actores, destacando a Ona Casamiquela, la joven actriz con cierta retirada a Jennifer Connelly, y sobre todo a Ana Turpin, maravillosa como loquita de porcelana. Gran dúo Ana-Ona, Ona-Ana, más dulces en sus nombres que en sus arañazos sangrientos, que los hay.

 

"Siempre quise ser una de las dos niñitas fantasmas que se aparecían en El resplandor"

 

   Para Elisa es un thiller psicológico que demuestra que el Mal, que se puede encontrar detrás de una puerta cualquiera de un piso cualquiera de una ciudad cualquiera de un cosmos cualquiera, engendra Mal. Como muestra, no tan sólo la propia Elisa, sino también sus vecinos, a través de cuya pequeña aparición intuimos que en aquel piso anónimo se vive otro infierno artesanal. El Mal que se cuece en Para Elisa es un Mal vestido de tul y puntillas morbosamente acentuado, por contraste, con la inocencia de los juegos infantiles. Pero la película también tiene gotas de humor delirante, momentazos como cuando Elisa toca el piano “a tres manos”, o los diálogos de esos Pepe Gotera y Otilio metidos a policías (impagables Pep Antón Muñoz y Enrique Villén) que más bien parece que regenten la barra de un bar de puerto que una comisaría. Me quedé con ganas de tener más ración de policías.

   Para Elisa es una película de bajo presupuesto, lo que se llamaría una película “pequeña”, pero como tan bien saben las mujeres, el tamaño no importa./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Copas de yate
     
     
 

Recomendada por Kuato a: quien esté invitado a tomar té en una casa repleta de tétricas muñecas de porcelana antigua. Todavía pueden anular la cita.

     
 

No recomendada por Kuato a: quien esté convencido de que en Cuenca nunca pasa nada.

     
 

Ego-Tour de luxe por: los policías. Como para salir corriendo en caso de urgencia; atención a cuando Pep Antón Muñoz mezcla su café, a falta de cuchara, con el bolígrafo, y la reacción del novio camello. Detalle ambiental brillante.

     
 

Atmósfera turbínea por: el personaje de la amiga de la protagonista: siempre queda graciosa una amiga entre Lolita y la Juani, pero aquí su desenlace es atropellado y se pierde en el limbo.

 

 

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