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POINT BREAK (SIN LÍMITES) crítica: Evax, finos y seguros

Point Break (Sin límites), remake de Le llaman Bodhi parecido a un spot de compresas

RAY ZETA

Y dale con la maldita manía de realizar remakes como si fueran la oferta 2 x 1 de una hamburguesería o el descuento de 200 ml. más de refresco en la botella por el mismo precio... Parece que la única razón de ser de los remakes de las películas de acción hoy en día sea la de ofrecer más acción, con más variedad y más (presunta) espectacularidad, aunque se descuide el resto de la película, convirtiendo la obra en un producto de consumo instantáneo de usar, tirar y olvidar. Y una buena película es mucho más que eso, una buena película lo es también por su guión, su dirección, la descripción de sus personajes y el carisma de sus actores, y la prueba fehaciente la tenemos con Le llaman Bodhi y Point Break: Sin límites.

¿Cuál era el argumento de Le llaman Bodhi? Un agente del FBI se infiltra en una banda de atracadores amantes del surf y del paracaidismo, ¿verdad? Pues en Point Break: Sin límites amplían el espectro deportivo a todos los deportes de riesgo habidos y por haber, y al surf y al paracaidismo añaden el motocross extremo, el snowboard extremo (sí, en esta película todo es extremo), la escalada libre y el salto base con traje de alas. ¿El resultado? Secuencias todas ellas muy bien filmadas aunque faltas de emoción por la poca descripción que ha habido de los personajes, retratados de una sola pieza planos como tablas. Y claro, si en una peli de guerra nos la sopla que maten a los personajes que no conocemos, aquí por la misma razón nos la trae al pairo lo que les ocurra a los protagonistas.

 

Point Break (Sin límites)

"Esto nos pasa por no haber pasado el casting de Fast & Furious 7"

 

Porque para que una secuencia de acción funcione no basta con que sea espectacular, ha de tener también su componente humano para que el espectador pueda empatizar con ella como si él mismo fuera quien la practicara, si no el resultado no será más que una postalita o un anuncio de compresas en los que la actriz de turno baila, se baña y monta a caballo con Evax, fina y segura, como aquí sucede. En Le llaman Bodhi había menos secuencias de acción pero eran más emocionantes, y eso se debía al componente humano de sus personajes y a la relación tan bien descrita entre ellos. Nos presentaban a Keanu Reeves, nos presentaban a Patrick Swayze, y la sensación es que los conocíamos de toda la vida.

"En Le llaman Bodhi había menos secuencias de acción pero eran más emocionantes, y eso se debía al componente humano de sus personajes"

Keanu Reeves era un novato en los deportes de riesgo (aquí el agente del FBI encargado del caso es una leyenda de ellos, lo que le resta evolución al personaje) y Patrick Swayze le inoculaba el gusanito de la adrenalina hasta hacerle replantear el sentido de la vida (cosa que aquí no pasa), amén de un ingenuo y fallido afán por superarle que llegaba al clímax en la escena de haber quién tira de la anilla del paracaídas que comparten. De ahí que nos identificáramos con ellos, nos divirtiéramos con ellos y sufriéramos por ellos en las secuencias de acción, no como aquí que dichas secuencias de acción nos resultan tan frías como los vídeos proyectados en las pantallas de una tienda de deportes.

 

Point Break (Sin límites)

"Tú tranquilo, haremos los remakes de Matrix y Ghost y nos forraremos!"

 

Sin contar con que el tándem Patrick Swayze-Keanu Reeves emanaba química a raudales (y eso que Reeves era en ese momento un desconocido, al contrario de Swayze, que ya era una estrella mojabragas por Dirty Dancing y Ghost) y ambos derrochaban un carisma que ya quisieran Edgar Ramirez y Luke Bracey (más este segundo que el primero) por mucha presencia física de la que hagan gala (más el primero que el segundo). Lástima que Gerard Butler acabara renunciando en favor de London Has Fallen, aunque viendo el resultado sea para él más una suerte que una lástima. Un tándem de actores mejor compenetrado, como el visto en Son of a Gun con Ewan McGregor y Brenton Thwaites, no hubiera solucionado el desaguisado pero sin duda lo hubiera hecho más digerible.

Sin contar además que como Le llaman Bodhi tiene ya más de 25 años, Point Break: Sin límites copia también sin rubores ni complejos sagas de acción actuales de éxito como la de Fast & Furious (y ya de paso pongan también xXx... y hasta Máximo riesgo, como se desprende del principio). Pero estamos en lo mismo, sin unos carismáticos Vin Diesel y Paul Walker interpretando a sus atractivos personajes, y sin describir una relación entre los protagonistas como la que estos mantienen los actores de la franquicia rápida y furiosa, contemplaremos sus espectaculares secuencias de acción de motocross, surf, paracaidismo, snowboard, escalada libre y salto base, con la misma pachorra que si de un programa de Jesús Calleja se tratara. Aunque ahora que lo pienso, cualquier programa de Jesús Calleja es más emocionante que este Point Break.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia Quaid: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: generaciones de espectadores actuales que no hayan visto Le llaman Bodhi y salgan en bici los domingos. Si cumplen estos requisitos, Point Break: Sin límites les parecerá la bomba.

No recomendada por Kuato a: Jesús Calleja, que se cachonderará, carcajeará y desternillará en su butaca todo lo que dure el metraje de la película como si fuera una parodia de su propio programa realizada por José Mota.

Ego-Tour de luxe por: Ray Winstone retomando el papel de Gary Busey. El único que homenajea Le llaman Bodhi con el respeto debido.

Atmósfera turbínea por: que al final de la película, cuando los dos personajes protagonistas, Bodhi no le pregunte a Utah: "¿Aún practicas surf?", y éste le responda: "Cada día".

 

POINT BREAK (SIN LÍMITES). Estreno en Venusville: 01/01/2016

 

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