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POLICÍAS reportaje: Policías de Nueva York

   

Policías de Nueva York

El actor que no haya interpretado nunca
a un policía, que dispare la primera bala

Por Da II

 

<Si bien es cierto que por este género han pasado buena parte de los actores vivos y muertos (vamos, quién no ha interpretado alguna vez en su carrera a un policía), hay algunos que se merecen un lugar destacado, ya por la cantidad o la calidad de sus papeles. Por comparar, si cualquiera piensa en el cine de espías, el primer nombre que le botará en la cabeza es el del mítico James Bond; quizá a alguno le dé por sacarse de la chistera a otro personaje del espionaje cinematográfico (para echarse a temblar si es el fascista Jack Ryan). Yo, por ejemplo, me decantaría por un actor, Michael Caine, cuyos papeles siempre me han ofrecido un espía más humano, más listo, y con mucha más flema británica que el Sr. Bond. Es cierto que el cine de policías deja en género chico al de espías (sobre todo si incluimos a polis retirados, al FBI, Marshals, Rangers, detectives, cazadores de recompensas, y a los agentes secretos en tareas domesticas, resolviendo desde el hurto de una bolsa de pipas a una trama político militar para pintar de rosa todo el armamento de los USA).

   Desde luego, el detective privado por excelencia del cine negro es Bogart, un caso curioso porque realmente entre su filmografía destacada, sólo en El halcón maltés y El sueño eterno aparece como detective, siendo mayoritarias las interpretaciones de gangster o ladrón (sobre todo en sus primeras películas), y encima la imagen de gabardina, gorro calado y cigarro colgando la hizo famosa Casablanca (incluso hay bastantes films de cine negro, con grandes actores y directores consagrados, mucho mejores que los arriba citados, pero, y siendo el detective de los años 50 un personaje tipo que responde invariablemente a características similares, como dice el refrán, unos cardan la lana y otros se quedan la fama).

 

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Kuato de oro al mejor poli de la historia, Clint Eastwood por Harry Callahan

 

   La primera saga, y la primera asociación actor-personaje, quizá sea Peter Sellers y su Pantera rosa (icono en el terreno cómico policiaco que nos ha dejado “joyas” como Loca academia de policía, el “Superdetective Murphy o la más local Torrente). Hay que esperar hasta los setenta para empezar a encontrar de una forma clara (debido al éxito de las series televisivas, como por ejemplo Colombo), y más allá del manido Marlowe, interpretado desde Bogart, Caan, Garner a Mitchum, a policías y detectives que ya van dejando constancia de nombre y apellidos; así Tibbs (Sydney Portier), Popeye Doyle (Gene Hackman) o Serpico o Bulitt (con Al Pacino y Steve Mcqueen). Entre todos ellos destaca por encima de todo Harry Callahan, un Eastwood que al contrario que los arriba citados -si bien algunos sí tienen otros policías en sus carreras- para Clint es, junto al western, la marca de su filmografía, repleta de agentes de la autoridad con su sello propio.

 

  "Entre todos ellos destaca por encima de todo Harry Callahan, un Eastwood que es junto al western la marca de su filmografía"  

 

   La ventaja del tiempo es que libera de morralla para ir colocando en situación de clásicos a los que sobreviven. Así que para encontrar el icono de este cine en la actualidad (compartido todavía con el maestro Eastwood) hay que jugársela un poco. Cierto que hay aportaciones puntuales e imprescindibles (desde polis del futuro como Blade Runner, que dejara en el olvido, espero, a "Time Cops", "Robocops" o "Yo Robots"; al Newman de Distrito Apache, u a Carpenter en otro distrito, esta vez el trece y asaltado, o el Fargo de los Coen). Pero en cualquiera de ellos otros aspectos de su obra superan esta faceta. Así, a Will Smith, por mucho Bad Boys, le sigue ganando su imagen de rapero o de Príncipe, lo mismo que el pesado de Denzel, habitual últimamente de policía empanado. En cambio sí que Wesley Snipes, Morgan Freeman como policía reflexivo y paciente (dejando en evidencia a un Brad Pitt que no llega ni al papel de novato), y sobre todo Samuel L. Jackson, pueden considerarse referentes; sobre todo este último que entre otras tiene una gran aportación a la figura del detective privado en Memoria letal.

 

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Seguido de cerca con un Kuato de plata por Bruce Willis por su John McClane

 

   Es aquí donde la figura de Willis va adquiriendo ya la categoría de mito. Ya no solo por John McClane, para mí el último gran policía por encima de Martin Riggs, sino porque ya desde sus comienzos televisivos como detective de Luz de luna suma suficientes papeles de policía para pesar en su carrera además del de John McClane (Los sustitutos, Sin City, Persecución mortal, Hostage, 16 calles, o el detective más violento de la historia en El último Boy Scout), a los que añade otros de gangster (El último hombre vivo), ladrón (genial el de El gran halcón) boxeador, o asesino profesional, incluso de militar, algo más lejanos pero también de cierta gracia de uniforme, que afirman una unidad de genero que supera con creces sus intervenciones en otros como la comedia futurista (aunque en El quinto elemento es un militar retirado). Un lote que supera al otro gran policía Mel Gibson y su Arma letal. Si bien Mel puede acompañar como mérito su Mad Max, la figura del policía se difumina a lo largo de la serie y, para ser justos, en Arma letal son dos los policías, y la estética y maneras de Riggs están más cercanas al poli duro de los setenta (y ahí, chato, ya está Callahan). Además tiene otros papeles del mismo peso, como en la mentirosa “Bravojerto” y su interpretación de un supporter del Rangers.

   Y no quisiera terminar sin dos menciones a un gran policía de uniforme, el mazacote Brian Dennehy (Jack Reed y el sheriff de Rambo), y al detective por excelencia del cine español, Alfredo Landa en El Crack./>

 

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