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SCREAM crítica: Crónicas de Woodsboro

Ghostface reaparece 10 años después en un nuevo Scream para que en Woodsboro no se aburran

RAY ZETA

El triunfo de la saga Scream consistió en que nunca se tomó demasiado en serio a sí misma, o en todo caso lo hizo menos seriamente que otras sagas slashers inicialmente mejores como La noche de Halloween, Viernes 13 o La matanza de Texas. Porque Scream fue concebida por el debutante Kevin Williamson y el maestro Wes Craven como una autoparodia del género que se mofaba de sus obligados tópicos, desde la rubia tetona acuchillada, al que decía “Ahora vuelvo” y nunca volvía, o lo hacía con los intestinos por fuera. Una autoparodia que fue tomando el camino de la meta-realidad al combinar los asesinatos reales cometidos por los serial killers de la localidad de Woodsboro, con las recreaciones cinematográficas que se hacían de ellos en la saga ficticia “Stab” (Puñalada).

De ahí que en sus cuatro episodios disculpáramos elementos de guión tan chapuceros como que el asesino enmascarado fuera más patoso que el Superagente 86, recibiendo toda clase de porrazos por sus víctimas; que se rescataran en cada entrega los personajes originales interpretados por Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette, a pesar de resultar tan forzada su presencia como Hellboy embutido en el traje de un pitufo; que se relacionaran las diferentes entregas con conexiones cogidas con pinzas y papel de fumar (desde madres adulteras a hermanos secretos); y que los serial killers (porque siempre son dos) de cada episodio, fueran tan poco creíbles como sus motivaciones: construir unos hechos reales que sentaran las bases de una futura película que continuara las anteriores.

 

"Si nos quedamos sin saga, le echamos una mano a Jamie Lee Curtis en Halloween"

 

Tuvo también el acierto de, a diferencia de serial killers inmortales fijos con nombres y apellidos como Michael Myers o Jason Voorhees, crear un whodonit consistente en descubrir al asesino en cada película, con un Ghostface (o mejor dicho Ghostfaces en plural) que se renovaba en cada entrega... Eso fue Scream en sus cuatro episodios de franquicia de 1996 a 2011, y eso es exactamente el quinto episodio de 2022, por lo que los fans de la saga, que en mayor o menor medida como Hacienda somos todos, aunque sólo sea por el Síndrome de Estocolmo desarrollado a lo largo de 15 años (ahora ya 25), no podremos decir que nos han dado el mismo perro con diferente collar, porque nos han dado el mismo perro con el mismo collar, con la misma correa y con la misma canasta, aunque sea un perro diez años más viejo.

“El Scream de 2022 sigue a pies juntillas de manera clónica los cuatro episodios anteriores, con sus mismas virtudes y sus mismos defectos, y precisamente por eso funciona exactamente igual”

O lo que es lo mismo: nos han dado una “recuela”, como en la propia peli se aventuran a catalogar. O sea una combinación entre reboot y secuela para que los fans de la saga no se sientan traicionados. De ahí que en esta ocasión, Neve Campbell, David Arquette y Courteney Cox tengan menos papel, cediendo el protagonismo a los actores jóvenes, aunque su presencia sea lo mejor de la peli. Neve Campbell reconvertida en la Sarah Connor de Woodsboro, superada su etapa de víctima desvalida; David Arquette nuevamente como Sheriff tontaina, convertido ahora en un experto de las franquicias terroríficas; y Courteney Cox, casi irreconocible físicamente, tan desubicada en la historia como es habitual en su personaje, como Quentin Tarantino dirigiendo un remake de Sonrisas y lágrimas.

 

"¿Y aún te preguntas por qué no te dejaban pasar en Friends: El reencuentro?"

 

El resto, todos los elementos marca de la casa screamera, que James Vanderbilt y Guy Busick como guionistas, y Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillet como directores, han colocado a modo de homenaje a Kevin Williamson y Wes Craven, para que este nuevo episodio tenga el mismo espíritu que los anteriores, sin inventar absolutamente nada: terror adolescente con las llamaditas telefónicas del asesino de turno, Ghostface cuchillo jamonero en mano recibiendo más porrazos que Buster Keaton, el mencionado whodunit aunque sea menos creíble que Jack Black como James Bond, algún personaje secundario rescatado además del trio protagonista, mucha autoreferencia, y mucha alusión humorística a otros títulos del género (genial, el gag de la diferencia entre “alto terror” y terror a secas).

Un festival para el fan de la saga, en definitiva, que como los mismos personajes de la peli bromean, no quiere ver cosas nuevas sino la misma película de siempre, y eso los responsables del nuevo episodio lo han clavado. El Scream de 2022 sigue a pies juntillas de manera clónica los cuatro episodios anteriores, con sus mismas virtudes y sus mismos defectos, y precisamente por eso funciona exactamente igual. Los experimentos en casa y con gaseosa, esa es la fórmula hollywoodiense actual imperante, como hemos visto también en Star Wars: El despertar de la Fuerza, Terminator: Destino oscuro, y las más recientes La noche de Halloween, Cazafantasmas: Más allá y Matrix Resurrections. Quien quiera novedades, que los busque en el reboot, no en la recuela.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: quien todavía hoy se disfrace de Ghostface por Carnaval.

No recomendada por Kuato a: quien no le gustó la nueva La noche de Halloween por encontrarse con el mismo Michael Myers de siempre.

Ego-Tour de luxe por: Neve Campbell y David Arquette. Courteney Cox se queda fuera.

Atmósfera turbínea por: que ya tardan en filmar y estrenar la saga ficticia “Stab”.

 

SCREAM. Estreno en Venusville: 14/01/2022.

 

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