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SHANGHAI crítica: "Japablanca"

   

"Japablanca"

Versión What If de Casablanca con Cusack
de Bogart y sabor oriental en vez de moruno

Por Ray Zeta

 

<De un tiempo hasta ahora parece que no hay peli de espías que se tercie si no supone un blockbuster con acción de la buena en forma de tiroteos, persecuciones y peleas, secundadas por la tecnología más sofisticada. El otrora ratón de campo paciente y sosegado de la Guerra Fría encarnado por Michael Caine en la saga de Harry Palmer ha dado paso a los actuales y moviditos James Bond, Ethan Hunt y Jason Bourne, propiciando que las gabardinas, los microfilms camuflados en calcetines y las contraseñas a lo “Los tipos que fuman puro tiene cara de canguro” (Mortadelo y Filemón dixit), mostrados de forma tranquila y pausada, hayan dado paso a trajes bélicos de combate, gadgets de ciencia-ficción, caretas de látex y mensajes que se autodestruyen en cinco segundos, servidos en un frenético montaje de cien primeros planos por segundo.

   Tan solo títulos más o menos recientes como Spy Game, Munich, Espías en la sombra, La duda, El topo y ahora Shanghai, conforman las irreductibles películas de espías a la antigua usanza que resisten todavía y siempre al invasor. A la antigua usanza tanto de forma como de estilo, porque Shanghai va aún más allá de la Guerra Fría y sitúa la acción en 1941, lo que sumándole la trama (un espía que ejerce más de detective que de espía al investigar un asesinato), el vestuario, la narración en off del protagonista, y el protagonista en sí (John Cusack reciclado en una suerte de Philip Marlowe o Sam Spade en sus versiones más bobaliconas), da como resultado una obra con sabor a cine negro cien por cien clásico. Como si Humphrey Bogart, Alan Ladd o Robert Mitchum fueran dirigidos por Howard Hawks, Otto Preminger o Fritz Lang.

 

"Mi nombre es `Con`, `Bobali... Cón`"

 

   Tenemos así a John Cusack paseándose en smoking por un casino a lo James Bond (sin embargo por ser el smoking blanco y estar en Shangai nos recuerda sobremanera el prólogo de Indiana Jones y el templo maldito), enamorándose de una femme fatale, y siendo apalizado en un callejón mientras nos va haciendo en off su crónica más irónica, entre otros muchos tópicos. Un papel que, como decía, hubiera bordado el mismo Humphrey hace setenta años. Y más aún si tenemos en cuenta que al estar la acción situada en Shangai en plena Segunda Guerra Mundial, por su condición de núcleo neutral conviven chinos, japoneses, franceses, alemanes y americanos, en un batiburrillo multinacional clavadito al que mostraba Casablanca (incluso el final trata de subirse, en este caso no a un avión sino a un barco, cuando las cosas se ponen políticamente feas).

 

  "Obra con sabor a cine negro clásico con John Cusack reciclado en una suerte de Philip Marlowe o Sam Spade en sus versiones más bobaliconas"  

 

   Shanghai es un producto de cine negro clásico pues que acaba relevándose más ambicioso en su propuesta que en sus resultados, pues por muchas expectativas que cree su punto de arranque (la presentación de Shangai como oasis político y el inicio de la investigación), y mucho que se complique la trama al final (como no podía ser de otra manera incluye tintes políticos, económicos y sexuales), la parte media del metraje es tan anodina como una fase final de un Mundial jugada por Estados Unidos, Alemania, Francia, China y Japón, pero sin pelota. Lo que teniendo en cuenta el marco en el que se ambienta la trama y sus personajes (un espía norteamericano metido a detective, la femme fatale de rigor, el militar japonés que controla la ciudad, y el gánster chino local), tiene tanto delito como si dicho Mundial se celebrara jugando al escondite en vez de al fútbol.

 

"Tendremos un cuerpo a cuerpo acojonante cuando protagonicemos una versión real de Godzilla vs. Gamera"

 

   Bien por John Cusack relacionándose con todos ellos, pues su personaje es el hilo conductor del film, y bien también por Gong Li como la mujer fatal por tener más papel que el resto de secundarios, pero no es de recibo que teniendo dos monstruos del cine como Ken Watanabe y Chow Yun-Fat, los dos mejores actores orientales del momento (con permiso de Jackie Chan y Jet Li, por supuesto), estén tan desaprovechados. Ni un solo cara a cara entre los dos, ni un solo cuerpo a cuerpo, ni siquiera un cheeck to cheeck para disfrute de sus fans. Cuando hemos tenido titanes de talla similar en una misma película interpretando papeles antagonistas, el guión los ha enfrentado dialécticamente o físicamente, como Robert De Niro y Al Pacino en Heat, Vin Diesel y Dwayne Johnson en Fast & Furious 5, o Sylvester Stallone y Jean-Claude Van Damme en Los mercenarios 2 para el disfrute del respetable y son escenas que han quedado grabadas en la retina del fanboy para siempre.

   En cambio en el caso de Shanghai, Ken Watanabe y Chow Yun-Fat pasan al lado el uno del otro, y todo lo que hacen es saludarse con un ligero alzamiento de mentón. Por eso, por mucho espía metido a detective que mueva la historia, mucha femme fatale que salga, mucha narración en off que se oiga, mucho Casablanca que recuerde de fondo, y mucho sabor a cine negro clásico que tenga filmado a la antigua usanza, acabamos echando en falta los trajes bélicos de combate, los gadgets de ciencia-ficción, las caretas de látex y los mensajes que se autodestruyen en cinco segundos, servidos en un frenético montaje de cien primeros planos por segundo./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
 

Recomendada por Kuato a: quien siempre quiso ver un What If de Casablanca sirviéndose cerdo agridulce al chop suey en vez de tajine con cous-cous.

     
 

No recomendada por Kuato a: quien prefiera ver pelis de espías con los gadgets de James Bond, las patadas de Misión imposible 2, y el montaje de Enemigo público.

     
  Ego-Tour de luxe por: haber respetado las nacionalidades de los actores en sus personajes, que en Japón aún están que trinan por haber visto Memorias de una geisha protagonizada por un reparto femenino cien por cien chino.
     
 

Atmósfera turbínea por: ¿el bobalicón John Cusack a lo Humphrey Bogart como antihéroe de cine negro clásico? ¡Naaaaah!.

 

 

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Por Ray Zeta


   

> SHANGHAI premiere: Shanghai no, Beijing

Con John Cusack y Gong Li comiendo y cenando
rollitos, cerdo agridulce y chop suey cada día

Pekín-Singapur, junio 2012


 

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2 Respuestas

  1. Diario de Venusville
    Respuesta a K-PAX<br /><p>Estimado K-PAX, si te refieres a los criterios de distribución de las películas para reseñar entre los diferentes redactores del Diario de Venusville, son muchos y muy variados. El principal es la especialización por preferencias personales que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años en cada uno de los subgéneros fantásticos. Así, si una película es de superhéroes, de zombies, de acción, de dibujos o un western, por citar unos pocos subgéneros, acostumbran a cubrir la película esos redactores que tienen preferencia por cada uno de esos subgéneros. Aún así, intervienen otros criterios, como la disponibilidad de cada uno, la fecha de estreno de la película, si se ha podido ver en pase de prensa, o incluso el sorteo mediante mano inocente, o sea la mía.</p> <p> </p> <p>Gracias por seguirnos y recibe un cordial saludo desde la web de cine fantástico más mutante de Marte.</p> <p> </p> <p>RAY ZETA</p>
  2. Anónimo
    K-PAX<br />Sr. Ray Zeta. No voy a ver la película porque no es mi estilo. Pero quisiera hacer una preguna: ¿Qué criterio seguís para distribuir las películas? Gracias

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