SIN IDENTIDAD crítica: ¿Ande está la macizorra de mi mujer?

¿Ande está la macizorra de mi mujer?

Por 25 pesetas, dígannos thrillers protagonizados
por amnésicos. Un, dos, tres, responda otra vez

Por Robert Thornhill

<No se desahogó suficientemente haciendo de Charles Bronson acabando con quien hiciera falta por París en Venganza buscando a la gamberrilla de su hija, que Liam Neeson se nos vuelve a poner el traje de faena para encontrar su “identidad” partiendo de una accidental amnesia que recuerda demasiado a la del gran Jason Bourne. No vamos a entrar en comparaciones con nuestro nuevo gran espía contemporáneo (James Bond es ya un yayete rejuvenecido cada diez), porque claramente saldría derrotada Sin identidad por K.O. técnico.

Esta es de las pelis que hay que verlas sin demasiados remilgos pasando por alto las licencias y patadas a la lógica que tiene el argumento. Si hacemos ese ejercicio de “nopensarmucho” podremos seguir plácidamente a Liam Neeson deambulando por Berlín intentando saber quién es, sin papeles, y buscando a su resultante mujer (January Jones, conocida por Mad Men), a la vez que unos tíos con cara de nazis de las SS le siguen muy torpemente con la supuesta intención de quererlo matar.

"Si ha visto las pelis de Jason Bourne sabrá qué le pasa"

Se le une a su andadura Diane Kruger (otra sinpapeles, pero ésta de Bosnia), y juntos pero no revueltos, van viviendo situaciones más o menos emocionantes con persecuciones de coche conduciendo hacía atrás con mucha destreza al nivel de cualquier Bourne o Bond y alguna que otra escena de enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los blandengues enemigos (donde se empiezan a ver los errores de la peli).

Y es que Liam Neeson no es ni Matt Damon ni Daniel Craig, y comparado con ellos es un armario torpón que corre lo justo y no nos lo creemos en sus combates a corta distancia, escenas que de forma intencionada se ven más entrecortadas y no hacen temblar al espectador ni un músculo en la butaca. Es el mismo caso que el de Harrison Ford en Indiana Jones IV, aunque en aquella ocasión le dimos nuestra bendición por los buenos momentos pasados con el personaje.

"Liam Neeson no es ni Matt Damon ni Daniel Craig, es un armario torpón que corre lo justo y no nos lo creemos en sus combates"

Cierto es que dada la calidad de sus contrincantes, tampoco hace falta ser Ethan Hunt para huir de sus inocentes artes persecutorias. Debe ser por la crisis mundial que afecta incluso al mundo criminal, pero no es de rigor que una organización internacional que quiere perpetrar un crimen de esos importantes para el devenir de la ciencia y que puede cambiar el mundo, sólo disponga de un par de tíos para resolver los posibles problemas de la operación.

Tíos que además ni tienen ni instrumentos gps de seguimiento por satélite, ni disponen de esas armas superchachis que tienen los americanos con visor de infrarrojos y todas esas mandangas. Estos son mercenarios de serie B que van con sus cutres pistolitas y con cuidado de no disparar, no vaya a ser que maten a alguien (de hecho, lo más moderno que utilizan son esos artilugios aturdidores anti violadores, indignos para cualquier asesino que tenga un pelín de orgullo personal).

"He visto las pelis de Bourne... ¡Pero no recuerdo de qué iban!"

Por último es preciso comentar lo curiosa que es la amnesia que sufre nuestro Hannibal Smith durante el transcurso de la peli, que nosotros llamaríamos del tipo selectivo. Es cierto que perdonamos e incluso aplaudimos que por el bien de la acción y del entretenimiento, al igual que le pasa a Bourne, el hombre recuerde sus dotes naturales para pelear, su habilidad innata para conducir coches como un auténtico conductor de rallies, y las contraseñas que sean necesarias de su vida pre-amnésica.

Ahora, lo que no se entiende es que las únicas escenas que recuerde de su vida anterior, lejos de ser de su infancia en Wisconsin o de su graduación en Harvard… sean las que el tío degenerado no para de recrear (a través de cansinos flashbacks): el momento glorioso en que se follaba por detrás a su mujer mientras se estaban duchando, hecho que te hace dudar del puritanismo del sinpapeles Neeson. Es una nueva y triste prueba de que los hombres sólo pensamos en una cosa… y no precisamente en el líquido elemento./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita



		Recomendada por Kuato a: quien lo pasó mal en la trilogía de Bourne porque la vida del espía desmemoriado corría peligro. Aquí tranquilos que nunca se experimenta ese sufrimiento.

		No recomendada por Kuato a: los que se indignan con los guiones tramposos con más agujeros que un queso gruyere.

		Ego-Tour de luxe por: Bruno Ganz, interpretando a un ex-espia de la Stasi con aires de inspector Clouseau jubilado y que utiliza el google para hacer sus pesquisas como detective. Está tremendo.

		Atmósfera turbínea por: la escena en que se encuentran Liam Neeson y Aidan Quinn recitando las mismas palabras. Es involuntariamente cachonda, más de acorde con algún sketch de Cruz y Raya que con un thriller de acción.